Ecos de una ciudad sumergida.

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jueves, 30 de septiembre de 2010

THE SOULBREAKER COMPANY - Itaca (2010)



La de hoy va a ser una reseña muy especial. Y lo es porque voy a escribir sobre una banda de mi ciudad, Gasteiz, además de estar compuesta por gente con la que he compartido instituto, currado y agarrado alguna que otra borrachera indecente. Muchos ya estaréis pensando que eso anula directamente todo atisbo de imparcialidad en esta crítica. Nada más lejos de la realidad, porque como los integrantes de The Soulbreaker Company saben, siempre he sido muy prejuicioso con los sonidos de corte más hippie, el suyo incluido. Pero cosas de la edad, con el tiempo, junto a mis imprescindibles discos de Sepultura, Slayer, Carcass o Napalm Death han ido apareciendo los trabajos de bandas como Kyuss, Hypnos 69, Colour Haze o Astra, por poner algunos ejemplos modernos.Y que cojones, que lo último que querría sería hacer la pelota a gente a la que tengo que ver el jeto a diario. Centrando el asunto, The Soulbreaker Company es una formación que nace en 2003 de las cenizas de diversas bandas locales, principalmente de The Conner. En 2004 graban una demo que gracias al boca a boca y a su difusión por internet les abre las puertas del prestigioso concurso Villa de Bilbao de su edición de 2005, en el que son elegidos como mejor banda de Euskal Herria y en 3ª posición de la categoría pop-rock. Su debut profesional llega ese mismo 2005 con la edición de Hot Smoke and Heavy Blues, de fuertes influencias zeppelianas y que les permite abrir para grupos como Mother Superior y Raging Slab además de participar en el Azkena Rock Festival de ese año. La consagración llega en 2008 con la aparición de The Pink Alchemist, un álbum donde el sexteto rompe sus corsés creativos y abrazando la psicodelia consiguen que dicho trabajo se cuele entre lo mejor del rock nacional para gran parte de la crítica especializada. En Enero de este año se desplazaron a Gales para preparar su nuevo álbum, Itaca, junto al productor Dave Anderson, mítico bajista de Hawkwind, Amon Duul II o los Groundhogs, y que ha estado a los controles junto a bandas como Porcupine Tree, Blue Cheer o Van Der Graf Generator. The Soulbreaker Company son Daniel Triñañes (guitarras acústica y eléctrica), Jony Moreno (voces, guitarra acústica y coros), Andoni Ortiz Domingo (batería), Jose Javier Manzanedo (bajo), Oscar Gil (Hammond, sintetizadores, piano, teclados y coros) y Asier Fernandez (guitarra eléctrica, acústica y voces).



Y ahora dejemos los datos y las biografías y centrémonos en Itaca, que bien lo merece. Tras varias sesiones intensivas con el álbum, si algo me ha quedado claro es que The Soulbreaker Company han encontrado finalmente su sonido, y de qué manera. El heavy rock bluesero de Hot Smoke and Heavy Blues y la psicodelía de The Pink Alchemist se han fusionado a la perfección en un trabajo acojonante y con una cohesión a prueba de bombas. Donde al primero se le podía achacar cierta falta de versatilidad y al segundo dispersión debido al aluvión de matices, en Itaca no hay nada más que hacer que no sea recogerse la mandíbula del suelo. Porque esto es ROCK, así con mayúsculas. Que cojones, es heavy rock, y sintetiza lo mejor que hemos heredado de aquella maravillosa década de los 70. No recuerdo otro disco como éste con una transversalidad tan grande y capaz de aunar en un único sonido las diferentes vertientes que en esa época seducían los oidos de medio mundo. Lo que vais a presenciar en Itaca es la cópula perfecta entre las propuestas de leyendas como Zeppelin, Mountain, Captain Beyond, Pink Floyd o incluso Hawkwind llevando a cabo una verdadera cuadratura de círculo. Lo que en otras manos podría acabar en aborto, en las del sexteto vasco deviene en auténtica catársis de nostalgia rockera. Una nostalgia que se vuelve un cuadro vívido y donde no se puede hablar de revival simplemente porque la alquimia que ha permitido formar el caleidoscopio que es Itaca no es comparable con nada que no sea consigo misma. No voy a tratar de analizar los temas individualmente, nunca me han gustado en exceso ese tipo de visiones microscópicas de los álbumes, pero a modo de pinceladas no puedo resistirme a remarcar temas como la inicial y mastodóntica It's Dirt, con un comienzo precioso a cargo del saxofón de Kike Guzmán y que va mutando en un tema de calma infinita rota por esporádicos fogonazos de energía a cargo de una voz, la de Jony, que en este trabajo está simplemente inmensa. Destaca en este corte de igual modo la labor a los teclados de Oscar, con fragmentos realmente bellos, y unas guitarras cargadas de matices y sonoridades, amén de un solaco para caerse de espaldas. 9 minutos de gloria y ya sin aliento a encarar todavía diez temas. Pues más me hubiera valido acompañarme de una bombona de oxígeno, porque el nivel ni mucho menos desciende, y aunque el minutaje de las canciones se reduce comparado con el asalto inicial, continúa esa exquisita amalgama de progresivo, psicodelia y heavy rock a la que hacía referencia, y que en canciones como Sow The Roses, la bluesera Where Mermaids Sing Loud o la enérgica Saviours alcanza tintes de absoluta perfección. Como la misma estructura de sus canciones, nos enfrentamos a un trabajo que engancha desde el primer momento, pero que a la vez nos descubre nuevos elementos, matices y sensaciones con cada nueva escucha, eso os lo aseguro.



Resumiendo, Itaca es un álbum incontestable, genial, y cuya calidad traspasa fronteras para situarse junto a las obras maestras que este añito nos están regalando combos como Hypnos 69, Ufomammut o U.S. Christmas. Un disco de obligada adquisición, que además son 12 euríbores de nada!

Nota: 9,5/10



miércoles, 29 de septiembre de 2010

DEMIURG - Slakthus Gamleby (2010) / Breath Of The Demiurg (2007)


 Hoy vamos con una formación de esas que reciben el título de superbanda. No es para menos, pues Demiurg está compuesta por Rogga Johansson (Ribspreader, Paganizer, The Grotesquery) a las voces y  guitarra, Johan Berglund (This Haven) como bajista, Ed Warby (Gorefest, Hail Of Bullets) en la batera y el gran Dan Swäno (Edge Of Sanity, Bloodbath) en la guitarra y teclados. Formados en 2006, el éxito y reconocimiento no tardó en llegarles a raiz de la publicación de su álbum debut, Breath Of The Demiurg (2007), un auténtico misilazo de death metal sueco cargado de riffs para desnucarte vivo y con enormes similitudes respecto a sus compatriotas Bloodbath .Un año después vio la luz su continuación, The Hate Chamber, que por muchos de nosotros fue valorado como un paso atrás, un trabajo sin la mordiente del anterior y cuyos acercamientos a parajes épicos y progresivos no resultaron para nada satisfactorios. Por lo tanto, el anuncio de que el cuarteto sueco sacaba nuevo álbum fue recibido con sentimientos contradictorios por parte de la mayoría de los enamorados de su debut.

Y como diría ese gran filósofo: Zas! En toda la boca! Como me gusta que me hagan tragar mis prejuicios y escepticismo de esta manera. Porque señores, lo que Demiurg han conseguido con Slakthus Gamleby es lo que probablemente intentaron (y no lograron) en The Hate Chamber. Es decir, mantener la brutalidad de su primer trabajo pero añadiendo una mayor variedad de matices con la intención de desmarcar su sonido del de Bloodbath y crear una entidad con personalidad propia. Para ello han decidido emprender una senda que para muchos puristas puede que sea la mayor herejía posible dentro del death metal sueco, que no es otra que hacer confluir las dos grandes vertientes antagónicas (en la mente de algunos, que no en la realidad) del género. Porque en Slakthus Gamleby se fusiona la bestialidad musculosa del sonido Estocolmo con la melodía del sonido Gotemburgo. Para ello no han dudado en enrolar en el proyecto a la vocalista Marjan Welman de los goth rockers holandeses Autumn, y cuya preciosa voz limpia le da un contraste genial a ese juggernaut del averno que es Rogga Johanson. Un Johansson que es el principal compositor de Demiurg y que demuestra que es uno de los músicos más hiperactivos y talentosos del panorama sueco actual. En el álbum vamos a observar, del mismo modo, que además de esos guiños nada disimulados a la melodía, también ha habido una clara intención de construir temas más complejos y con mayor vertiente progresiva, apoyado todo ello por los teclados de un Swäno en estado de gracia. Que no se asusten los más puristas, porque la inmediatez y el gancho de la banda siguen intactos, como atestigua ese pepinazo inicial bajo el nombre Life Is A Coma, que mezcla el death metal old school más grandioso del Universo con la sensibilidad, melodías y complejidad propias de la evolución posterior del género. También en los medios tiempos más doom se siguen mostrando los suecos como auténticos genios, haciendo de cortes como Travellers Of The Vortex verdaderos mantras de hipnótica maldad. Y luego está Welman... Joder con la señorita. Acojonante como se pasea por todo el álbum con esa voz y que en ningún momento uno salga corriendo despavorido por tan marcado contraste de registros, algo que habla, y mucho, de la genialidad de Johansson como compositor. Porque a la que te acostumbras al shock inicial de oirla, no te podrías imaginar Slakthus Gamleby sin su presencia y hay que reconocer que temas como la ya citada Life Is A Coma o la preciosa From Laughter To Retching no serían tan excelsas sin ella seduciéndonos los oidos. Tampoco podría terminar mi crítica sin alabar la cristalina producción de un Dan Swäno que también se sale a los teclados, de gran peso en el disco y que alcanza cotas de grandeza en Cold Skin.


Su mejor trabajo hasta la fecha y una hostia en la cara a todos aquellos cerrados de mente que son incapaces de ver más allá de los estrechos límites de sus respectivos géneros.

Nota: 9,25/10





Y como me he puesto nostálgico, subo también su debut, Breath Of The Demiurg. No tan versátil como Slakthus Gamleby, gana enteros como auténtica apisonadora de riffs destrozanucas. Al nivel de los Bloodbath más inspirados, es un álbum capaz de destrozar las vigas maestras de tu apartamento con temazos inmortales de la talla de City Of Ib, Monolithany, Monolithany Pt. II o Flesh Festival. No innovaban, pero a la par se cascaban uno de los mejores discos de death metal old school de la década pasada.

Nota: 8,75/10

lunes, 27 de septiembre de 2010

GANGRENATOR - Tales From A Thousand Graves (2010)


Tras semanas inmerso en sonidos de corte expansivo y progresivo, el cuerpo me pedía ya algo de energía pura, sin adulterar, de esa que dispara tu adrenalina y acaba irremediablemente en un headbanging gorilesco del más alto y refinado nivel. Como debe ser. Y para ello nada mejor que este discazo que desde hace unos meses me acompaña en mi reproductor día y noche, y cuya reseña se me antojaba como un ejercicio de obligada justicia. Gangrenator son una banda de death/grind noruega formada en 2005 y el disco que tenemos hoy entre manos, Tales From A Thousand Graves, es su debut en sociedad. Sin embargo, para nada se puede considerar una banda primeriza, ya que entre sus integrantes encontramos a gente como Kvohst (vocalista de Code y ex-DGH), Berlevaag Lamset (guitarrista de Endwarfment y Laserguys), Prest (bajista en Laserguys y Thorns) y Salvatore Amore (bateria en Sexy Police y Manifest). Como se ve, bagaje importante dentro del universo del terrorismo sonoro y que queda destilado en un álbum que muestra lo mejor del death/grind old school mezclado con el mundo de los filmes de serie B y la ciencia ficción más psicotrónica.


El álbum es un auténtico disparo en la cabeza. Punto. Considero que no hay mejor comentario acerca de un álbum de estas características que eso, pero por no ofender sin remedio a mi yo literario, intentaré desarrollar algo más y en profundidad lo contenido en este artefacto del averno. Partiendo de los postulados primigenios del género, Tales From A thousand Graves recoge el testigo de bandas como Bolt Thrower, Carcass y Napalm Death y en menos de 25 minutos despliegan todo un clínic de como hacer de la inmediatez abrasiva una joya que muy complicado veo que pueda ser superada este año por ninguna otra banda. Especialmente audibles son las similitudes con el legendario combo de Liverpool, merced a ese sonido gordísimo de guitarras y una voz, la de Kvohst, que guarda mucho parecido con la de Jeff Walker. Otro aspecto muy positivo hace referencia a una producción cristalina que permite escuchar perfectamente cada instrumento, algo de agradecer puesto que la pericia del cuarteto noruego es digna de apreciarse en toda su plenitud. Y a pesar de que Gangrenator son fieles a la iglesia de la trepanación cerebral propia del death/grind y punk más guarro, directo y brutal que uno pueda imaginarse, aquí hay temazos para descoyuntarse el cuello a mansalva y con una capacidad de enganche brutal. Pégale una escucha a misilazos como Carbonised Relatives, A Coffin Full Of Hags o Miniature Limb Collection y sabrás de lo que estoy hablando. Si a todo lo comentado le añadimos un maravilloso artwork y unas letras cargadas de humor, gore y serie B, pues tenemos un trabajo de obligada adquisición amén de un merecido puesto en lo mejor de 2010.


Lo dicho. Un genial disparo en nuestras anquilosadas cabezas.

Nota: 9/10 





martes, 21 de septiembre de 2010

KING GIANT - Southern Darkness (2010)

Hoy toca una de esas gratas sorpresas que nos regala la música de vez en cuando. King Giant es un quinteto proveniente de North Virginia que comenzó a dar sus primeros pasos a mediados de la década pasada. Tras varios conciertos, demos y un EP (Identity), lanzan su primer largo autoeditado y con el que esperan llamar la atención de algún sello para su distribución a gran escala. Con el pepinazo que es Southern Darkness no me extrañaría que las ofertas les llegaran muy pronto. Pocos datos más puedo dar sobre ellos, ya que su carrera acaba de empezar, aunque estoy convencido de que estamos ante una estrella naciente en el firmamento del metal sureño. Para los amantes de los nombres propios, King Giant son Hammerly a las voces, David Kowalski y Todd Ingram a las guitarras, Floyd Lee III como bajista y Brooks aporreando los parches. Y por si alguno no lo había sospechado, son cinco rednecks como la copa de un pino.


Los críticos, siempre deseosos de crear nuevas etiquetas aunque éstas sean criaturas que nacen muertas, ya se han apresurado en etiquetar el sonido de King Giant como dark groove o dark southern metal. Pamplinas y ridiculeces pero que hablan, al menos, de una formación que desde su primer trabajo ya hace sudar a los chupatintas a la hora de calificar su sonido. Y no es que sea revolucionario ni mucho menos, pero sí se trata de una muy personal amalgama de géneros como el southern metal y el stoner pero que el quinteto dota del cinismo, acidez y, en general, del aire macabro y oscuro del sludge. Una influencia esta última que es más una actitud y guía espiritual que un elemento claro en su música, que por lo demás es 100% metal sureño. Respecto a ella, nos encontramos ante 10 pelotazos que se mueven por los senderos de los riffs marcadísimos, gordos y rompenucas marca del género, pero que se despliegan sin ninguna prisa, enarbolando una densidad hipnótica, pegajosa y sucia como el fondo de una fosa séptica. Si hubiera que resumir lo contenido en el álbum, se podría decir que vamos a asistir a una fiesta cargadísima de bourbon y porros donde Clutch y Corrosion Of Conformity invitan a Down a agarrarse un colocón tremendo, gruñir ante sudorosas strippers y cometer algún turbio homicidio nocturno. Algo más que evidente desde ese comienzo con Solace, un ataque directo a la yugular a base de guitarreos capaces de tirar muros y una voz, la de Hammerly, que parece un cruce entre Neil Fallon y Lemmy. No sé cuanto tiene que castigarse uno para tener una voz así, pero por lo oido en Southern Darkness este personaje tiene que dormir con una botella de Jack Daniels debajo de la almohada mientras se fuma un paquete de tabaco entre sueño y sueño. Todo el disco se mueve por similares coordenadas de riffs plúmbeos y mastodónticos, pero en rescate del tedio que eso puede provocar aparecen diversos matices que convierten el conjunto en un examen de notable alto. Por un lado unos solos de guitarra increíbles y que están integrados en su justa medida, haciendo de cortes como Potters Field o la bluesera con alma sludge Shinding verdaderas joyas de southern metal. Por no hablar de ese sorpresivo y maravilloso banjo que aparece en el single 13 to 1 y que impregna tu imaginación de olor a establo y whiskey rancio. Continuando con las seis cuerdas, hay que añadir que aunque a primera vista parezcan cortas de registros, a poco que uno aguce el oido, descubrirá que son varias las sonoridades que abrazan, y que van desde el heavy/doom más clásico al blues pasando por los cuelgues más lisérgicos. Muchos son los temas sobresalientes que encierra Southern Darkness, pero si tuviera que quedarme con uno, ese sería Desert Run. Acojonante. Un comienzo auténticamente bluesero, pero que se rompe con un riff de levantar los puños al aire y acompañado todo por un Hammerly que está de 10 junto a una voz femenina de fondo que le da el contrapunto perfecto a la bestia parda. Seguro que a cada cual le seducirá un corte más que otro, dependiendo de sus predilecciones musicales, pero de lo que estoy convencido es que la mayoría tendrá en Southern Darkness el compañero ideal para cometer su primer asesinato, comenzar una pelea de ebria estupidez en el bar de debajo de casa o soñar con que su Renault 205 es una todopoderosa Harley llameante.


Un disco para escuchar mil veces seguidas. Nada revolucionario, eso sí, pero a quién cojones le importa con unos temazos de este calibre.

Nota: 8,5/10

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lunes, 20 de septiembre de 2010

OCTOBER TIDE - A Thin Shell (2010) / Discografía



Nunca pensé que mis ojos verían este disco, sinceramente. Agotada toda esperanza de que uno de los proyectos más grandiosos e injustamente desconocidos del death/doom melódico de todos los tiempos volviera a ponerse en marcha. Y es que estamos hablando de la banda paralela que allá por los noventa tenían Fredrik Norrman y Jonas Renske, guitarra y vocalista de Katatonia. Un proyecto que trascendió el mero pasatiempo cuando en 1995 vio la luz Rain Without End, auténtica obra maestra y referencia dentro del subgénero. En 1999 apareció su segundo trabajo, el también grandioso Grey Dawn, pero que a la postre significó su despedida, pues ese mismo año Norrman y Renske deciden disolver la banda para centrarse en Katatonia, que ya apuntaba maneras de gigante. Una lástima, porque por lo mostrado en ambos discos October Tide podían mirar de tú a tú a su hermano mayor, a la par que dar rienda suelta a la vertiente más agresiva y monolítica de los dos músicos suecos. Once años después parece que a Norrman le ha podido la nostalgia, e ignorando la ausencia de Renske (ni idea de los motivos...) ha decidido rodearse de jóvenes y talentosos (a la par que desconocidos) músicos de la inagotable cantera sueca para parir un candidato firme e indiscutible a disco del año. Con una excepción, porque a las voces está el gran Tobias Netzell de In Mourning, con los que este año ha publicado el más que notable Monolith.


Si algo queda claro escuchando October Tide es que el verdadero motor compositivo del grupo siempre fue Norrman. Realidad que muchos ya intuíamos pero que queda patente al descubrir toda la magnificencia de sus trabajos pasados intacta en este álbum. Y mucho más, porque en los once años transcurridos desde Grey Dawn el guitarrista ha crecido enormemente como músico, algo refrendado por la evolución y los éxitos de Katatonia. Sin embargo no esperéis un clon de éstos, porque October Tide despliegan un death/doom de libro. A lo sumo se pueden extraer algunas similitudes en lo tocante a la creación de atmósferas oscuras y melancólicas, labor que ambas bandas despliegan con excelencia. Dos son los elementos que brillan con luz propia en A Thin Shell, que son los riffs monolíticos y las melodías oscuras, y los dos obra de un Norrman excelso, brillante, genial. Podría seguir acumulando adjetivos al trabajo en las seis cuerdas de este señor, pero sería tan sólo una pálida explicación de lo que oiréis en el álbum. La otra estrella de la función es Tobias Netzell, que haciendo gala de una guturalidad tan profunda como expansiva y pasional se coloca directamente al nivel de popes como Paul Kuhr (November's Doom) o Mikko Kotamaki (Swallow The Sun), y de paso cierra las puertas a cualquier tipo de nostalgia o crítica negativa derivadas de la ausencia de Jonas Renske. El resultado son 40 minutos del mejor doom/death que uno pueda escuchar hoy día, y que encierra temas que son auténticos himnos a la par que clásicos instantáneos. Hablo de cortes como Blackness Devours, que simplemente te pondrá los pelos de punta aunando todo lo que hace grande al metal: fuerza, energía, densidad, melodías y una épica para caerte de espaldas. Sin caer en trucos fáciles o concesiones al mainstream, A Thin Shell es a la par un disco tremendamente accesible y capaz de seducirte desde su primer tema. Algo nada fácil teniendo en cuenta que aquí no hay voces limpias y por muchos momentos los riffs amenazan con tirarte abajo la casa. Una escucha a la inicial A Custodian Of Science y sabréis de esa imposible cópula entre dureza y delicadeza, rabia y melancolía, y que no es más que un reflejo de la vida misma, de una realidad que nos golpea con la misma intensidad con la que seduce nuestros sentidos. Podría continuar tema a tema, pero es algo que no voy a hacer cuando todo se resume en lo siguiente: A Thin Shell es perfecto. Punto.


Impresionante. Un trabajo inhumanamente bello, un clásico instantáneo a guardar junto a sus dos hermanos. Fredrik Norrman demostrando que es uno de los compositores más grandes de los últimos veinte años.

Nota: 10/10


Y ya que estamos en ello, me parecía imperdonable no colgar también Rain Without End y Grey Dawn. Y no sólo porque son dos discos clásicos e injustamente olvidados, sino porque dan la verdadera medida de una banda, October Tide, que se ha movido siempre entre la excelencia y la genialidad. Habrá quien se decante más por uno u otro, ya sea por los ecos a los primeros Katatonia de Rain Without End o por el sonido más propio y personal de Grey Dawn, pero que deviene en discusión trivial dada la magnitud de ambos artefactos.


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Nota: puñetero clásico (supongo que eso es 10)



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Nota: puñetero clásico (supongo que eso es otro 10)


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viernes, 17 de septiembre de 2010

HYPNOS 69 - Legacy (2010)

(click en la portada para descargar) Joder, que ganazas tenía de que estos tíos sacaran nuevo material. Legacy supone el sexto álbum de Hypnos 69, el veterano cuarteto belga especializado en la más maravillosa mixtura de stoner y psicodelia que uno pueda escuchar hoy día, al nivel de gigantes como Colour Haze. De hecho, la banda edita con Elektrohash Records, el sello propiedad de los alemanes e indispensable hogar de lo más granado de la psicodelia actual. El núcleo compositivo de Hypnos 69 son los hermanos Houtmeyers, Steve and Dave, que a finales de los ochenta militaban en el combo punk Massagraf. Steve también formaba parte de la legendaria banda de grindcore Agathocles (todos en pie...) y de los también míticos Intestinal Disease. En 1994 Steve abandona todos esos proyectos y junto a su hermano deciden dar rienda suelta a su pasión por los sonidos más expansivos y deudores de la década de los 70, formando Starfall. A partir de 1995 el proyecto pasa a llamarse Hypnos 69, y a Steve (voces, guitarras, theremin) y Dave (batería, percusión, campanólogo) se les unen Steven Marx (saxofón, melotrón, Hammond y Rhodes) y Tom Vanlaer (bajo, guitarra barítono, pedales sintetizadores Moog Taurus). Su debut llega en el año 2001 con el LP Timeline Traveller, más orientado al heavy/stoner de influencias añejas. Poco a poco su sonido va ganando en complejidad, añadiendo elementos de la psicodelía y el jazz, que se ven cristalizados en su tercer LP, The Intrigue Of Perception, álbum que les granjea el reconocimiento amplio de la crítica internacional y que entra en muchas de las listas de lo mejor de 2004. Tras él llegarían dos Lp's más, Timeline Traveller (2006) y The Eclectic Measure (2007), que les terminan por confirmar como una formación de primera línea en el género. Por el camino graban un split junto a Colour Haze y giran junto a bandas del calibre de Opeth, Hawkwind, Dozer, Five Horse Johnson o Brant Bjork and the Bros. Tres añitos hemos tenido que esperar, pero por fin los belgas vuelven a la carga con un nuevo trabajo bajo el brazo.


Y que discazo más gordo señores. No titubeo si digo que esto es lo mejor, y de lejos, que los belgas hayan compuesto jamás. No son palabras ligeras, porque vienen de alguien, un servidor, que tiene a The Intrigue Of Perception y The Eclectic Measure en un altar. Y es que Legacy huele a clásico por todos los lados, no solo por un sonido jodidamente setentero, sino por un nivel compositivo que coloca al álbum entre lo mejor que la psicodelia y el progresivo nos haya regalado nunca. Con sus dos cojones (en este caso ocho, obviando posibles mutilaciones), Hypnos 69 abren el disco con Requiem (For A Dying Creed), 18 minutazos de épica lisérgica donde hay cabida para todo, desde pasajes acústicos a jams descontroladas pasando por unas guitarras memorables, y aderezado todo por un solo de saxofón para caerte de espaldas. Es un tema infinito, pero con una capacidad de enganchar tal y con tantos y tan grandiosos ingredientes, que os aseguro se os pasará volando. Los instrumentos de viento son muy importantes en Legacy, y uno de sus mayores exponentes es An Aerial Architect, otro temazo pero que esta vez transita por los parajes del rock bluesero con la trompa como inseparable compañero. My Journey To The Stars es un corte reposado con muchos aires de progresivo folk, y que suena como unos Astra en estado de gracia, o más bien, lo que todos esperamos de ellos en un futuro cercano. El corte fluye con precisa suavidad hasta que sus superficie se ve rota por un tremendo solo de guitarra que volverá a erizarte los vellos del cuerpo elevando de nuevo el listón a una altura inalcanzable para los simples mortales. The Sad Destiny We Lament va de la mano de los Pink Floyd más expansivos, aunque tocado con la personalidad suficiente para que ese dato, más que una rémora, sea un trampolín desde el que impulsarse a otro nivel. The Empty Hourglass es otro de los puntos álgidos de Legacy, donde se abrazan multitud de elementos como el space rock, el jazz, la psicodelia, saxofones y melotrones en una orgía sonora que hará babear al buen amante del género. Y cuando uno piensa que ya la cosa no puede dar más de sí, que todo parece haber alcanzado la perfección, llega la final The Great Work con sus más de 18 minutos de metraje, te invita a dos tripis y te manda de una patada en los huevos a 1970. Grandiosa, retro a más no poder y con un volumen e interacción de sonoridades difícil de expresar con palabras. Como también es difícil de explicar la maravillosa sensación que se te queda en el cuerpo al finalizar la hora y diez minutos de este monumento a la música que es Legacy.


Sin palabras. Sólo una boca entreabierta mezcla de satisfacción e incredulidad ante esta joyaza. A colocar junto a las obras maestras de Pink Floyd, Big Elf, King Crimson o Captain Beyond.

PD: el genial artwork corre a cargo del Malleus Rock Art Lab, siglas tras las que se parapetan los miembros de los también gigantescos Ufomammut.

Nota: 10/10





miércoles, 15 de septiembre de 2010

POENARIAN MIST - We Are Gods (2010)



Vaya sorpresa que he tenido con este proyecto musical. Pensando estaba en reseñar el disco que hoy tenemos entre manos cuando su creador, Iván Manzano (Belial), me manda un mail interesándose por que lo colgara en Ecos de R'Lyeh. Ningún problema por mi parte (y sí un gran honor), sobre todo cuando considero que We Are Gods estará entre los mejores discos nacionales del año sin ningún resquicio de duda.

Información:
Poenarian Mist es un proyecto personal de Iván Manzano, ex-batería de Silver Fist, Westfallenpark, Muro, Crienium, y co-fundador de bandas como Crying Blood y Omission. En este proyecto da rienda suelta a su pasión por la música "oscura", sin limitaciones de estilo siempre que el resultado sea depresivo, triste y a ratos violento. Buscando un sonido premeditadamente sucio, y tras probar a grabar de diferentes modos, opta por secuenciar absolutamente todos los instrumentos. No hay discográfica ni distribuidora, ni demos o material promocional físico: toda su obra se puede conseguir en su MySpace de forma totalmente gratuita. Tampoco hay actuaciones en vivo.
Tras varios EP's y dos álbumes que pueden considerarse demos, Poenarian Mist edita de manera virtual un recopilatorio titulado El Sueño De Los Muertos para cerrar una etapa y abrir otra. En Marzo de 2010 edita via internet su tercer larga duración, We Are Gods, con un considerable cambio de sonido y abriendo las puertas hacia la experimentación.


Comentario:

Al igual que con Aiumeen Basoa (la salida de su reciente álbum) o Teitanblood, a Poenarian Mist no lo descubrí en ninguna publicación ni web del Estado español, sino a través de un post en la web Metal Storm titulado Las 50 bandas de Melancholic Black Metal que deberías conocer, y donde el proyecto de Iván Manzano se codeaba con gigantes del género (si es que el black "melancólico" existe) como Sombres Forêts, Shining, Pensées Nocturnes o Xasthur. Algo que habla de la magnitud de la música encerrada en We Are Gods y su capacidad de evocación. Comparando el álbum con el anterior material compuesto por Belial, es evidente el giro que su sonido ha dado adentrándose claramente en terrenos ambientales y de mayor experimentación, ganando por el camino muchísimos enteros en mi humilde opinión. Y es que hasta un aspecto que podría echar para atrás a priori, como es la absoluta secuenciación de los instrumentos, deviene en el álbum en todo un acierto, construyendo un andamiaje sonoro frío y distante que puede helarte el mismísimo alma. Si no me crees, escucha ese comienzo demoledor con Lamia Phutura y siente cómo la conjunción de batería supersónica, guitarras como calambrazos y teclados electrónicos diseccionan tu cerebro con la precisión de un cirujano loco. Unos teclados que son los verdaderos protagonistas de We Are Gods, alcanzando cotas belleza como hacía años que no escuchaba en otro álbum, y cuya mayor exponente es la acojonante Piece of Peace, tres minutos de fría melancolía transformada en belleza perturbadora. El resto del álbum no se queda atrás, y en Thorn somos espectadores de una cópula de genialidad minimalista entre guitarra y teclados cargada de épica y que supone otro de los puntos álgidos de We Are Gods. Winterludium es otro corte tremendamente clasicista construido alrededor de un sonido de piano esplendoroso, y que volverá a erizarte los vellos de la piel. La segunda mitad del álbum estira los minutajes de los temas y se sumerge en un helado océano de evocación buscando transitar los parajes más ambientales, aunque los fogonazos black metaleros siguen presentes, como en We Are Gods. The War Within, incluida como bonus track y el tema que cierra el álbum, es el corte más experimental del disco, con solos de guitarra, momentos de cercanía a sonidos industriales y unos instrumentos que se lanzan a la carrera compitiendo entre sí. Otro auténtico temazo convertido en salvaje orgía para los oidos.


Ya lo he comentado antes, y lo vuelvo a repetir. We Are Gods es de lo mejor que he escuchado este año, y Poenarian Mist un proyecto que en mí ha ganado un nuevo y ferviente seguidor. Amén de añadir lo de siempre: Si Belial fuera escandinavo, otro gallo cantaría...


lunes, 13 de septiembre de 2010

exoMATER - S/T EP (2010)


Continúo con la sección de Nuevas Bandas, que tenía algo olvidada de manera inexcusable. Agradecer a Francisco Rivera Rivera que me mandara todo el material de su proyecto musical para que lo colgara en Ecos de R'Lyeh.

Información de la banda:
Desde Laserena, Chile, noise rock, stoner, doom, atmósferas y diferentes estilos psicodélicos formando un viaje sonoro a través de la liberación del pensamiento. exoMATER es activismo sónico con un mensaje: piensa por tí mismo. Rechaza los esquemas establecidos: el machismo, la dependencia material, un Dios castigador, la homofobia, el gregarismo, la intolerancia y todas las imposiciones externas en contra de la libertad y el respeto colectivo. Justicia social.

Todos los instrumentos están interpretados por Francisco Rivera (guitarras, bajo, baterías y ruidos), paralelamente participando en un proyecto doom/death metal (Magna Veritas) y otro de noise/drone (MOA). Todos estos proyectos están desarrollados en solitario.

Links:
Magna Veritas
exoMATER
La Virgen Hastía (blog con información de dichos proyectos, así como ilustraciones, escritos, etc.)


Comentario:

Complicada tarea la de reseñar este EP, porque, al igual que me pasó con Lengua Mortuoria, me encuentro ante un sonido de difícil etiquetado y que muchas veces transita por parajes en los de nuevo he de reconocer que no soy ni mucho menos un experto. Se trata de un único tema que se estira hasta los 24 minutos, durante los cuales Rivera juega con múltiples sonoridades que no permiten al oyente bajar la guardia en ningún momento. A pesar de lo comentado, exoMATER es una canción que en sí misma encierra varias, y en las que se hacen evidentes las influencias que el músico expresa a través de sus otros proyectos paralelos. Porque a un comienzo de contenido stoner/doom le sigue inmediatamente un desarrollo muy cercano a las propuestas más ambientales, y en el momento menos esperado pillarte a contrapié con un ataque pesadísimo de doom/death metal. Pero cuando todos los nervios están en tensión, adaptándose a la agresión, el río deja de encabritarse y desemboca plácido en el mar de nuevo de la mano de un final que retorna a los postulados más evocadores del rock. Personalmente creo que esos momentos sugerentes de minimalismo son los que mejor funcionan a lo largo del tema, sobre todo cuando el músico juega con la arritmia y la inclusión de diferentes sonidos, creando una sensación de caos controlado que es muy destacable. Si algo se le puede achacar es que esa transversalidad estilística desarticula bastante la coherencia interna del EP, que en mi opinión ganaría enteros remando en una dirección concreta. Aún así, estamos ante un trabajo que contiene momentos muy notables (esos pasajes de rock ambiental que comentaba) que nos hablan de un músico tremendamente inquieto y sin ningún tipo de corsés ni prejuicios, algo de agradecer en este mundo cuadriculado, etiquetado y listo para un consumo fugaz e inerte.


PD: Todas las ilustraciones son obra de Francisco Rivera Rivera, extraídas de su blog La Virgen Hastía.


viernes, 10 de septiembre de 2010

UNTIL THE LIGHT TAKE US DVD (2009)


Hoy toca cambio de tercio, tanto estilísticamente como en cuestión de formato. Until The Light Take Us es un documental estrenado en 2009 y dirigido por los norteamericanos Aaron Aites y Audrey Ewell, y que centra su mirada en el tristemente famoso Inner Circle, el embrión de ese género que aterrorizó a medio mundo y que recibió el apodo de Black Metal. A través de entrevistas a músicos de aquel movimiento como Fenriz (Darkthrone), Varg Vikernes (Burzum) o Frost (Satyricon), entre otros, se lleva a cabo una labor de análisis sobre todos los hechos que rodearon el nacimiento del género, y que van desde las raíces musicales a la quema de iglesias acabando por el trágico asesinato de Euronymous a manos de Varg "Count Grishnackh" Vikernes.


Hacer una valoración objetiva de este documental es muy complicado para mí, ya que siempre voy a anteponer muchos otros factores al estrictamente cinematográfico. Si no fuera así, puede que me uniera a todas esas voces que lo tildan de mediocre, simplista y poco esclarecedor. Pero que queréis que os diga, estamos ante el primer documental centrado en el black metal que ve la luz, y eso por si solo ya le hace tremendamente especial, aunque llegue, como mínimo, diez años tarde. El principal protagonista e hilo conductor de este film es Fenriz, un tío muy afable (para los cánones noruegos y blackmetaleros, claro) aunque muy introvertido y disperso, al que seguiremos durante diversos periplos (desde verle en su minúscula casa a conceder entrevistas, pasando por su visita a una galería de arte) durante los cuales nos irá relatando recuerdos e impresiones sobre aquellos principios de los noventa en que todos ellos (Vikernes, Euronymous y él mismo) compartían vivencias e incluso alojamiento en la legendaria tienda de discos Helvete (Infierno en noruego) que el líder de Mayhem poseía en Oslo. El otro gran protagonista es Varg Vikernes, al que se le dedica una amplia entrevista en la cárcel y que explicará su particular visión del cristianismo, la política y la música junto con su versión acerca del asesinato de Euronymous. Son los dos ejes sobre los que gira el documental, cuyo nombre es la traducción del tercer álbum de Burzum (Hvis Lyset Tar Oss), y que representan el yin y el yang del género, siempre presentes y tirantes en direcciones opuestas. Por un lado está Fenriz, cuyo principal interés es el estrictamente musical, mientras que Vikernes representa la visión del black metal como arma contra el sistema y de reivindicación de las tradiciones noruegas frente a la imposición del cristianismo. El enfoque de Until The Light Take Us es intimista hasta el extremo, por lo que los no iniciados en el género puede que terminen de visionarlo y seguir sin tener ni zorra idea de qué es realmente el black metal. Tampoco hay un posicionamiento a priori por parte de los directores, sino simplemente una cámara, un micro abierto y la voz de unos músicos que si algo demuestran, es que el black metal fue un torbellino de confusión y descontento. Por otro lado, no podía ser de otra manera en una sociedad como la noruega, de una perfección y esquematización social tan grandes que ahogaron a toda una generación de jóvenes en un mar de gris conformismo y mediocridad. Contra todo eso se rebeló un género que escupía caos y odio frente al aséptico orden y la hipócrita moral cristiana. Se podrá estar de acuerdo o no con la visión de estos músicos (frente a la de Vikernes es fácil posicionarse, eso si...), pero el legado que forjaron con su talento se ha grabado con letras de oro en la historia de la música. Documentales como Metal: A Headbanger's Journey son más coherentes, claros y espectaculares, pero Until The Light Take Us, al igual que el black metal, gana enteros como fuerza elemental de odio, descontento y viaje a lo más profundo y oscuro del alma humana.

Calidad: DVDRip
Tamaño: 699 MB
Idioma: Inglés + Subs

ENLACES:

Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 8

SUBTITULOS:

SubDivX


Información: los enlaces son de multiupload, por lo que son intercambiables para facilitar la descarga con un gestor. Yo uso JDownloader y me va de lujo. Los subtítulos no son perfectos pero permiten seguir de sobra el documental. Para los que no sepáis agregar los subtítulos, es tan fácil como bajarlos, renombrarlos con el mismo título de la peli (acabando en .srt, que es el formato de los subs) y la mayoría de reproductores los reconocerán automáticamente añadiéndolos al documental.

jueves, 9 de septiembre de 2010

SUCKING THE 70'S - Vol I (2002) & Vol II (2006)

A punto de pegarme un tiro he estado al descubrir que estos dos álbumes ya estaban colgados en el blog de Karlam, Stage III. Mala suerte que lo hizo a finales de Agosto, mes en el que no tuve mucho tiempo (ni ganas, que eran vacaciones,jeje) para revisar las novedades de las páginas que sigo. En todo caso aquí van los discos, para todos aquellos que no los pillárais allí o los que no conozcáis el blog (algo que deberíais remediar ipso facto).

(click en la portada para descargar)

SUCKING THE 70'S (2002)

CD 1:

1. Never In My Life - Five Horse Johnson (Mountain)
2. Black Betty - Throttlerod (Ram Jam)
3. On The Hunt - Dixie Witch (Lynyrd Skynyrd)
4. Cross Eyed Mary - Clutch (Jethro Tull)
5. T.V. Eye - The Glasspack (The Stooges)
6. Free For All - The Last Vegas (Ted Nugent)
7. Can't You See - Halfway To Gone (Marshall Tucker Band)
8. Working Man - Suplecs (Rush)
9. Travellin Band - Puny Human (Creedence Clearwater Revival)
10. We're An American Band - Raging Slab (Grand Funk Railroad)
11. Brainstorm - Los Natas (Hawkwind)
12. For Madmen Only - The Heads (May Blitz)
13. Nasty Dogs & Funky Kings - Lamont (ZZ Top)
14. Child Of Babylon - Backdraft (Whitesnake)
15. I Don't Have To Hide - Black Nasa (Bachman)
16. Dog Eat Dog - Warped (AC/DC)
17. Bron-Yr-Stomp - Hangnail (Led Zeppelin)

CD 2:

1. Vehicle - Roadsaw (The Ides Of March)
2. 20th Century Boy - Novadriver (T. Rex)
3. Hymn 43 - Alabama Thunderpussy (Jethro Tull)
4. Communication Breakdown - Disengage (Led Zeppelin)
5. Out On The Weekend - Porn (The Men Of) (Neil Young)
6. Rumblin' Man - Milligram (Cactus)
7. Working For MCA - Tummler (Lynyrd Skynyrd)
8. Doctor Doctor - Fireball Ministry (UFO)
9. Wicked World - Spirit Caravan (Black Sabbath)
10. Freelance Fiend - Lowrider (Leaf Hound)
11. Walk Away - The Mushroom River Band (James Gang)
12. Woman Tamer - Broadsword (Sir Lord Baltimore)
13. Don't Blow Your Mind - Doubleneck (Spiders)
14. Black To Comm - Lord Sterling (MC5)
15. Till The Next Goodbye - The Brought Low (The Rolling Stones)
16. Don't Call Us, We'll Call You - Scott Reeder (Sugarloaf)
17. How Can You Win - Tectonic Break (Parrish Hall)
18. The Pusher - Gideon Smith (Steppenwolf)


(click en la portada para descargar)

SUCKING THE 70'S - Back In The Saddle Again (2006)

CD1:

1. Are You Ready - Sasquatch (Grand Funk Railroad)
2. Crazy Horses - Puny Human (The Osmonds)
3. Red Hot Mama - Clutch & Five Horse Johnson (Funkadelic)
4. Rock Candy - Dixie Witch (Montrose)
5. Don't Lie to Me - The Brought Low (Big Star)
6. Sin City - Novadriver (AC/DC)
7. One Way or Another - Colour Haze (Cactus)
8. Man on the Silver Mountain - Alabama Thunderpussy (Rainbow)
9. Mongoloid - Dozer (Devo)
10. The Stake - Acid King (Steve Miller Band)
11. Honky Cat - Halfway to Gone (Elton John)
12. Those Shoes - Antler (The Eagles)
13. Outlaw Man - Brad Davis (Fu Manchu) (The Eagles)
14. Season of the Witch - Gideon Smith & the Dixie Damned (Donovan)
15. Runnin' With the Devil - Whitney Morgan and the Waycross Georgia Farmboys (Van Halen)


CD 2:

1. I Just Wanna Make Love to You - Throttlerod (Muddy Waters)
2. Saturday Night Special - Red Giant (Lynyrd Skynyrd)
3. Bonie Maronie - A Thousand Knives of Fire (Ritchie Valens)
4. Rock 'n' Roll Singer - The Glasspack (AC/DC)
5. When the Levee Breaks - Roadsaw (Led Zeppelin)
6. Super Stupid - Greatdayforup (Funkadelic)
7. Turn to Stone - Fireball Ministry (Joe Walsh)
8. Born to Be Wild - Los Natas (Steppenwolf)
9. Two of Us - Scott Reeder (The Beatles)
10. New Rose - Orange Goblin (The Damned)
11. Garden Road - Mos Generator (Rush)
12. Snortin' Whiskey - Honky (Pat Travers)
13. I Don't Need No Doctor - The Muggs (Ray Charles & covered by Humble Pie)
14. Neighbor, Neighbor - Amplified Heat (ZZ Top)
15. Parchment Farm - RPG (Bukka White)
16. Dreamweaver - Valis (Gary Wright)

Bueno, pues imagino que si habéis echado un vistazo rápido al listado de temas de los dos dobles álbumes ya os haréis una idea de la magnitud de dichos artefactos. Nada más y nada menos que el pasado y presente del rock fusionados en cuatro discos que son pura dinamita. Como todo trabajo de versiones, tiene sus altas y bajas, sus mejores y peores adaptaciones, pero en mi opinión donde Sucking The 70's alcanza la grandeza es como testimonio de una época, la nuestra (incluida la de los 90, a la que yo al menos incluyo como mía), que ha visto un renacer del rock como no se veía desde la época dorada. Eso y que escuchar a los clásicos en manos de grupazos como Alabama Thunderpussy, Five Horse Johnson, Clutch, Spirit Caravan o Raging Slab no tiene precio. El tipo de discos que uno enseñará a sus descendientes, o a los loqueros del agujero donde nos encierren, con todo el orgullo de saber que vivimos una gran época en la historia de la música. Y por todo lo expuesto, haré una excepción y pasaré de calificar lo incalificable. Simplemente poneos los auriculares y dejaos llevar por la banda sonora de toda una época, de todo un género.



martes, 7 de septiembre de 2010

TEKHTON - Alluvial (2009)


Hoy nos toca volver al cada vez más concurrido planeta post-. Un orbe que amenaza con una superpoblación que agote sus recursos y lo convierta en una bola de barro árida y sin vida, pero que aún puede ofrecer cosas interesantes antes del inevitable colapso ecológico. En este caso le toca el turno a Tekhton, una joven formación holandesa. Formados a mediados de la década pasada, la banda ha tenido varios nombres y ha ido sumando talentos hasta el formato actual de quinteto. En 2006 vio la luz su álbum debut, Summon The Core, que recibió unas críticas más que satisfactorias hacia su amalgama de sludge, doom y rock progresivo. Se trataba aquel de un trabajo iniciático, con el evidente lastre de las influencias evidentes de esos géneros, pero que apuntaba a una banda de talento y a la que se le intuían ciertos ramalazos de personalidad propia que alimentaban la esperanza de cara a trabajos posteriores. A finales de 2009 apareció su segundo trabajo, el que tenemos hoy entre manos, y felizmente todas esas esperanzas se vieron refrendadas, y con creces.


Porque Alluvial es un pedazo de disco, señores, que habla de una evolución gigantesca y de una banda que se ha encontrado a si misma con una rapidez asombrosa, proceso que a la mayoría de formaciones les lleva media carrera. No es que las influencias no sean evidentes, que lo son, sino que las han mezclado de una manera muy peculiar y, lo más importante, que esas uniones soldadas no muestran ningún poro ni debilidad, dando como resultado un armazón sonoro sólido como el granito y a prueba del mayor de los esfuerzos mecánicos. Y no es nada fácil hablando de una propuesta que bebe de grupos tan dispares como Cathedral, King Crimson, Melvins y Mogwai a partes iguales. Sobre una argamasa de riffs mastodónticos, Tekhton hace honor a su nombre (mezcla la tectónica de placas con los dioses de la tierra griegos) creando unos cimientos robustos sobre los que edificar el resto de su proyecto de arquitectura sónica, que continúa por esos senderos monolíticos en piezas como la inicial Clove Hitch al mismo tiempo que se bifurca en sendas que desembocan en el rock progresivo (All Is Glory o la fantástica Feed The Crows) o el heavy/doom más glorioso (Tectonic Mass es una obra maestra que te hará eyacular con la entrada de esos solazos deudores de los mejores combos setenteros). Sin olvidar lo muy presente que está la influencia del post-rock en la música de los holandeses, que en 011712 te recordarán a esa banda llamada Mogwai que en su día puso a la comunidad rockera patas arriba. El trabajo de las guitarras es tremendo, siendo capaces de desplegar al mismo tiempo el mayor de lo los muros graníticos junto a intrincadas labores de orfebrería guitarrística en las que también tienen cabida bellos pasajes acústicos. Y aunque no sea habitual en este tipo de terrenos, el bajo sobresale por méritos propios, especialmente en los cortes más progresivos, algo que se agradece mucho y que nos habla de una banda con un enorme arsenal de recursos. Inevitablemente la sombra de Neurosis asoma por este trabajo, pero Tekhton se las arregla para que no sea una rémora y que esté lo más diluida e integrada posible en el conjunto, aunque es imposible no pensar en las huestes de Kelly y VonTill escuchando las finales The Return Of Viracocha y 90ºS, muy reminiscentes del infravalorado The Eye Of Every Storm.

Como la tectónica de placas, hablamos de una superficie sólida y rígida, pero a la vez fragmentada en diversas capas móviles que interactúan al unísono, y cuyas tensiones son capaces de liberar cantidades inimaginables de energía. Eso es Tekhton, y Alluvial no es más que la segunda era geológica de una historia que se antoja larga y llena de grandes acontecimientos por venir.

Nota: 9/10

viernes, 3 de septiembre de 2010

DRAGONAUTA - Cruz Invertida (2010) / Discografía (LP'S + Split con los Natas)

Joder, que ganas tenía de publicar esta entrada. Por un lado porque así continúo con mi pequeño homenaje a la tremebunda e injustamente ignorada escena latinoamericana que he ido llevando a cabo con bandas como The Chasm, Tlön y Mar de Grises, y que pretendo continuar en la medida de mis posibilidades. Y por otro lado, por la sencilla razón de que ningún blog que se precie de amar el buen doom puede pasar por alto la discografía de una de las bandas más importantes, personales y geniales que campan a sus anchas por el panorama musical actual. Hablo de los argentinos Dragonauta, que con tan sólo tres LP's ya son toda una fuerza de proporciones apocalípticas a base de riffs gordísimos, mala hostia y una malignidad lisérgica salida directamente del Averno. Formados en 1999, la banda nace en una región gobernada con mano de hierro por las formaciones más pesadas de la era clásica como son Black Sabbath, Deep Purple o Pentagram junto a sus más dignos herederos de décadas posteriores, caso de Saint Vitus, Cathedral o The Obsessed. Su comienzo no podía ser más afortunado, compartiendo escenario con los Natas, abanderados del stoner latinoamericano en la arena mundial y con los que en el año 2000 publican un fantástico split que les coloca en el punto de mira de buena parte de los aficionados al género. Tras este primer paso (además de grabar un tema para A Timeless Tale..., un recopilatorio tributo a Saint Vitus), Dragonauta lanza en 2002 su primer LP, Luciferatu, donde quedan más que claras todas esas influencias anteriormente mencionadas y que es recibido con buenas críticas por la crítica especializada. Tres años después ve la luz un split en el que Dragonauta comparte espacio con Abdullah, la legendaria banda de stoner norteamericano, donde dejan boquiabiertos al respetable merced a una evolución que sin abandonar la pesadez del doom, abraza los preceptos de la NWOBHM así como del thrash metal, y todo ello sumergido en un baño lisérgico que dotaba al sonido de los argentinos de una personalidad desbordante. Las críticas son excelentes, y las expectativas acerca de su siguiente lanzamiento se disparan. En esas aparece, ya en 2006, tan ansiado artefacto, bajo el nombre de Cabramacabra, un álbum donde confirman las buenas sensaciones del split y las multiplican por cien. Un auténtico pepinazo de maldad heavy revestida de pesada coraza doom y que sin duda es uno de los mejores discos de ese año, y entre los mejores que la pasada década nos dejó en cuanto a sonidos plúmbeos se refiere. También de aquel álbum nace la acertada etiqueta que califica a Dragonauta como la banda doom más rápida del planeta, una contradicción que en el caso de nuestros protagonistas viene como anillo al dedo. Cuatro años han pasado, la banda ha seguido evolucionando, cambios de formación incluidos, pero si Cruz Invertida (2010) demuestra algo, eso es que Dragonauta sigue siendo una banda única, especial, y que su trono sigue intacto ante el desfallecimiento o la directa destrucción salvaje de todos sus competidores.


LUCIFERATU (2002):

Respecto a la música de la banda, no me voy a centrar especialmente en su último álbum, porque considero una herejía que con ello dejara de lado sus anteriores álbumes, de obligada escucha si uno decide acercarse al universo de Dragonauta. Comenzando con su debut, Luciferatu, encontramos a un cuarteto cuyas deudas con los clásicos son todavía predominantes en un sonido que antes de despegar necesitaba de afianzar bien sus raíces. Como se dice, no se puede construir la casa por el tejado, por lo que este álbum se puede considerar algo así como la cimentación del edificio musical de los argentinos. Sacrificando la originalidad en pos de ese dominio de la argamasa más densa posible, Luciferatu gana enteros por su condición de debut por un lado, y por el otro por la simple razón de que uno no puede desdeñar un álbum con temas del calibre de Funeral Mágico, 7 minutazos de bizarrismo empapado de ácido y esquizofrenia y uno de los mejores cortes que jamás haya compuesto la banda. En general hablamos de un buen álbum, especialmente recomendado para amantes de Electric Wizard y en general del universo sabbathiano más ortodoxo. Nota: 7/10


CABRAMACABRA (2006):
El otro día comentaba con Txus, cantante de Arenna, Dixon II y Electric Riders (entre otros), que pocas evoluciones tan gigantescas había yo presenciado como la de Dragonauta entre Luciferatu y su posterior Cabramacabra. Posiblemente Grand Magus no le ande lejos, pero la de los suecos ha sido más paulatina y se ha desarrollado a lo largo de cuatro álbumes, los que van de Monument a Hammer Of The North. Sin embargo estos cabrones pasaron de sacar un buen disco, aunque uno más en el poblado mar del heavy/doom, a cascarse una obra maestra indiscutible con su continuación. Y no sólo eso, porque a los excelsos méritos musicales se le une que es un álbum con un sonido personal e intransferible, de esos que hacen que un grupo solo pueda compararse consigo mismo, algo al alcance de muy poquitos. Como comentaba en la presentación, a su argamasa constituida por los más densos riffs que uno pueda imaginar, se le une una inyección de mala baba y velocidad thrash que hará que tengas que recoger tu mandíbula del suelo ante tan impía unión de conceptos. Escucha ese comienzo de álbum con Transmutado y Necrogalaxia y sabrás de lo que hablo. Dos temazos gigantescos que empiezan con unos riffs al más puro estilo Slayer o los Sepultura del Beneath The Remains. Acojonante. Y no para ahí la cosa, porque si escuchamos cortes como El Festín, también veremos unas influencias de la NWOBHM más que evidentes, y que harán del headbanging algo obligatorio que se extenderá a todo el álbum sin remedio. Además, todo ello va regado con una marmita de las sustancias alucinógenas más tóxicas que uno pueda imaginar, ayudadas por la esquizofrénica voz de José "El Topo" Armetta y unos temas reminiscentes de la psicodelia clásica más bizarra, caso de Funeral Mágico II, Abducido o El Megalito. Sintetizando, una obra maestra inclasificable y genial.
Nota: 9,75/10


CRUZ INVERTIDA (2010):

Muchas veces es difícil hablar de la genialidad de discos recientes, porque la categoría de clásico es algo que sólo puede otorgar el tiempo. Un problema que en mi caso es de los mayores, ya que en el blog la gran mayoría de álbumes son los que un humilde servidor considera cercanos a ese estatus. En muchos me equivocaré, lo tengo asumido, pero en todo caso todos ellos son trabajos que para mí han supuesto (y suponen) un "algo" especial que los diferencia de todos los demás. Y en esas que Dragonauta llegan con Cruz Invertida, ahondando en la senda abierta por el impresionante Cabramacabra. Estamos ante un álbum con dos diferencias notables respecto a aquel. La primera, y más evidente, es la presencia de temas cantados en inglés. Nada que añadir respecto a eso, porque me parece que no cambia en nada lo contenido en su propuesta, y para los que entendemos el idioma de Shakespeare mucho menos. Eso sí, la pronunciación hará chirriar la cabeza de más de un anglosajón, aunque por alguna extraña razón a mi me parece perfecta para un álbum de Dragonauta. El otro cambio viene de la mano de una producción mucho más pulida y que hace que todo suene más profundo y con una pegada mayor, que en el caso de los argentinos se antoja como imprescindible. Centrándonos en los temas, son una continuación de lo expuesto en Cabramacabra, aunque sí que es cierto que el pie se ha levantado algo del acelerador queriendo que los temas golpeen hondo además de avasallar con su energía. De ahí cortes fabulosos como World Of Violence o Poseidon's Blood, donde sentirás que te hundes en una fosa llena de negra brea. Gracias a ese freno autoimpuesto, muchas composiciones han ganado enteros con la adicional inclusión de un toque de blues infernal y maligno, caso de la genial Montañas de Sangre. Pero no asustarse, amigos del metal, que si queréis mala hostia y ese thrash tan peculiar que despliegan los argentinos, ahí tenéis misilazos como God Half Blind o Muerte y Destrucción para que saquéis al Satanás enfarlopado que lleváis dentro. Un álbum que tal vez pierda la inmediatez y gancho de Cabramacabra pero que en cambio gana en versatilidad. De cabeza a lo mejor del año. Respecto a lo demás, el tiempo decidirá.
Nota:9/10 (de momento)

BONUS:
Pues bueno, ya que me animaba a colgar los LP's de la banda, pues de regalo he decidido colgar su famoso e inicial split con los Natas. ¿Por qué? Porque supuso la presentación en público de Dragonauta, porque los Natas molan un montón, y porque sí, que no tengo que dar explicaciones de todo,jajaja.


Hop! Pues ya está. Espero que disfrutéis de todo este material como yo lo he hecho escribiendo acerca de él. Un saludo!