Ecos de una ciudad sumergida.

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viernes, 14 de enero de 2011

SVART CROWN - Witnessing The Fall (2010)

 


Enero. Mes en el que toca, como ya es tradición, colgar los discos que se te habían pasado el año anterior y que perfectamente podrían entrar en esos Top que con tanto esmero uno había confeccionado creyéndose infalible.  Pues 2011 no iba a ser diferente, y ya tengo dos albumes que sin despeinarse hubieran estado en mi Top 20 por lo impresionante de sus respectivas propuestas musicales. Svart Crown son otra joya proveniente de la inagotable cantera gala, que parece estar empeñada en consolidarse como una de las escenas más importantes a nivel mundial en lo tocante a musica extrema. Formados en 2004, el cuarteto lanza su primera demo dos años después, de título Bloody Crown. En 2008 aparece su debut en formato larga duración, el notable Ages Of Decay, en el cual se hace evidente las influencias que el cuarteto galo tiene de sus compatriotas Deathspell Omega. Svart Crown se posicionan en el panorama blacker francés, y comienzan las primeras giras abriendo para bandas del país como Otargos. Witnessing The Fall ha supuesto su gran paso adelante, recibiendo elogios de la crítica especializada y permitiéndoles abrir para grupazos como Shining, Enthroned, DevilDriver o su más reciente gira en Diciembre teloneando a Melechesh.


En lo musical, Svart Crown son un combo que sólo comprende la música como medio de canalizar energía pura, sin transformadores ni depuraciones que puedan desdibujar un mural impregnado de odio y mala hostia. Al igual que otros compañeros de viaje en 2010 como Weapon o Inquisition, en el diccionario de los galos no hay lugar para acepciones tales como relajación o respiro, tan sólo una guía Michelín de cómo llegar al Infierno de la manera más rápida parando únicamente para repostar y alimentar un vehículo cuyo motor combustiona almas. Partiendo de una carrocería forjada en el Averno con black metal sólido, ese tanque que responde al nombre de Witnessing The Fall posee un blindaje con un alto porcentaje de death metal, y una artillería como sólo las factorías de thrash metal son capaces de diseñar. A lo largo de los 45 minutos de sodomía espiritual que supone el álbum, podremos detectar influencias de la técnica esquizoide de Deathspell Omega, la brutalidad titánica de Immolation y el esquema thrash-blacker de leyendas como Absu, sin olvidarnos de un sonido, especialmente a las baterias (estelar el trabajo de Gaël Barthélemy), que se acerca bastante al desplegado por los norteamericanos Cobalt si éstos estuvieran siempre cabreados. Especialmente remarcable es el trabajo a las seis cuerdas que se cascan JB. Le Bail y C. Flandrois, de un dinamismo y energía tales que te mantendrán pegado a los auriculares sin ni siquiera pestañear. La abrumadora amplitud de registros que despliegan es para quitarse el sombrero, y lo mismo te electrizan con los característicos calambrazos black metaleros como que se lanzan a cabalgar al más puro estilo thrash, sin pasar por alto la exquisita introducción de fantásticos solos de corte melódico. Los diez cortes que componen Witnessing The Fall son de una facturación sobresaliente, sin dar lugar al respiro pero tampoco cayendo en el desfallecimiento, merced a una versatilidad estilística que te permitirá gozar de escupitajos iracundos como Strenght Higher Than Justice o Colosseum a la par que incitarte al headbanging con la acojonante Nahash The Temptator, para mí uno de los temas del año. Tampoco puedo pasar por alto la final Of Sulphur And Fire, donde a un complejo esquema compositivo deudor de Deathspell Omega se le ha unido una notable carga épica, dando como resultado otro de los puntos álgidos de un álbum ya de por sí imbatible.


Otro de los discazos de 2010, y un tanto más que se anotan nuestros vecinos franceses. La consolidación a lo grande de Svart Crown, una banda que de seguir a este nivel pueden convertirse en referencia dentro del género.

NOTA: 9,5/10


2 comentarios:

Soulkiller dijo...

Un disco enorme, muy bien trabajado y cuidado como si de un hijo se tratara. Si bien no es el mejor disco Black/Death que haya escuchado este 2010, está entre los mejores del género, capaz de desbancar al más pintado. Una gran actualización, sin duda.

Un saludo.

Unknown dijo...

Se me ha hecho la boca salivajos, ja ja ja, cuestabajooooooo ya!!!