Ecos de una ciudad sumergida.

Translator / traducteur / übersetzer / traduttore...

jueves, 29 de marzo de 2012

BAJO EL ALIENTO DE LA BESTIA: Entrevista a HORN OF THE RHINO



Ya está en la calle el cuarto disco de uno de los secretos mejor guardados del panorama metálico estatal. Hablo de Horn Of The Rhino y su más reciente criatura, Grengus (2012, Doomentia Records), con el que vuelven a recordarnos que no es necesario mirar fuera de nuestras fronteras para ser aplastado por toda la furia del Averno. Con una propuesta personalísima en la que citan como influencias a bandas tan dispares como Soundgarden y Bolt Thrower, el trío bilbaíno se ha labrado una toda una reputación en base a discazos como Dead Throne Monarch (2008, 7th Gate Records) o el sorprendente Weight Of Coronation (2010, Doomentia Records), con el que demostraron que las camisas de fuerza no están hechas para ellos. Grengus vuelve por los derroteros de la destrucción pura y dura, y para profundizar en su propuesta me dirigí a Bilbao para encontrarme con Javier Gálvez (guitarra y voz) y Julen Gil (batería). Lamentablemente Sergio Robles (bajo) no pudo asistir por problemas laborales, pero aún así me quedó claro que no hay lugar en Horn Of The Rhino para las medias tintas ni la hipocresía de lo políticamente correcto. Tan sólo pasión por la música, sinceridad y un buen par de huevos. Como los de la portada de su nuevo álbum...



Empecemos por lo más reciente, la edición de vuestro último disco Grengus (2012, Doomentia Records) a finales de Febrero. Evidentemente es algo pronto para hacer una valoración de la respuesta de la gente, ¿pero cuáles son vuestras expectativas y cómo veis la respuesta que hasta ahora ha tenido el álbum?

Javi: Teniendo en cuenta de donde venimos y cual es nuestro mundillo, los comentarios de la gente y de las publicaciones están siendo muy positivos. Sí nos ha sorprendido que gustara tanto teniendo en cuenta cómo era nuestro anterior disco. Pensábamos que a alguna gente le echaría para atrás un trabajo mucho más oscuro y extremo si cabe como es Grengus, pero parece que no.

Julen: Lo que pasa es que tan sólo hemos podido dar un concierto presentando el disco, es pronto para valorar porque a los temas les falta rodaje en directo, pero creo que funcionan bastante bien.

Sobre el disco en cuestión, hay gente que se ha sorprendido por el cambio radical que habéis experimentado respecto a Weight Of Coronation (2010, Doomentia Records), a pesar de que siempre os habéis caracterizado por no repetir esquemas de un disco a otro. Aunque en mi opinión, si se mira de cerca, Grengus posee la bestialidad indudable de Dead Throne Monarch (2008, 7th Gate Records) pero manteniendo la oscuridad y pesadez de Weight Of Coronation.

Javi: Esa mezcla de la que hablas la puedes ver tú o gente de fuera, pero nosotros desde dentro lo único que teníamos claro a la hora de escribir el nuevo disco fue “bueno, ya nos hemos quedado agusto con el Weight Of Coronation, 70 minutos de desparrame ultrapesado como una excavadora, ¿ahora qué hacemos?”. Y decidirnos por algo más bestia fue algo natural, en ningún momento nos planteamos nada más allá.

Julen: Me parece acertado lo que comentas respecto a que se nota la mezcla de ambos discos, lo que pasa es que cuando estás dentro esas cosas se te escapan porque no eres objetivo.

Si, yo me refería más que una mezcla a un compendio de lo que ha sido Horn Of The Rhino hasta ahora como banda.

Julen: Eso es, es diferente pero coherente con lo que hemos hecho hasta ahora. Si hubiéramos hecho un disco con influencias de death metal sueco, por ejemplo, sería como “¿pero esto a qué viene?” (risas). Creo que hemos dado una vuelta de tuerca al sonido de la banda pero dentro de nuestra personalidad.

Javi: Si, no es como si hubiésemos hecho un disco de AOR (risas). La idea no es que como ya se nos ha acabado la mugre que rascar tan sólo podemos tirar hacia el industrial, al rollo AOR o al rock 90’s tipo Hellacopters.



DOCTOR SAX - Mantras Of The Rainy Night (2012)



Hay veces que es todo un placer escribir recomendaciones de discos (este blog no es de críticas sesudas), y esta es una de esas ocasiones. No sólo por el autor del disco, con el que me une amistad, sino por una propuesta que inconscientemente hace que uno se olvide de cualquier otra consideración que no sea la de seguir una voz maravillosa y perderse con ella entre ensoñaciones y parajes irreales. Pero bueno, primero las presentaciones... Doctor Sax es el debut en solitario de Txus, miembro de bandas como Arenna, Dixon II, Electric Riders, Alice in Veins, Granpa's Ultraspaceship y Sacramento. En un formato de riguroso acústico, Mantras Of The Rainy Night es la culminación de un proceso compositivo y de directos que arrancó a finales de 2010, y grabado en Mayo y Julio de2011 en la Capilla de San Omelette, el Santo Patrón de los Suicidas, en Vitoria-Gasteiz. Utilizando dos micros y a primeras tomas, las canciones dialogan sin filtro con el ambiente: niños jugando, conversaciones… con el latir de la calle. Cantado en un idioma propio fruto de su particular visión del lenguaje, estamos ante un álbum que no conoce otras reglas que las que él mismo ha creado para la ocasión.


A través de 8 cortes de minimalismo acústico dedicados a titanes de la literatura como Kerouac, Burroughs, Whitman o Baudelaire (haciendo especial hincapié en la generación beat), Mantras Of The Rainy Night es, ante todo, un trabajo que invita al escapismo a lomos de la fantástica voz de Txus, más allá de la lírica (repito que aquí el idioma es inventado) y de la razón, pues de otro modo esa evasión no podría ser completa. Deslizándose sobre las notas de una guitarra acústica se desborda todo un torrente vocal, que puede fluir silencioso, casi imperceptible, o derribarte con momentos de pasión desaforada. Agarrando con una mano la desnudez más absoluta de su formato con la carencia de límites de las cerradas noches de lluvia a que hace referencia el título del álbum, puede que una propuesta como esta no sea para todo el personal, pero os aseguro que si conseguís entrar en el mundo de Doctor Sax, lo estaréis haciendo en un plano cada vez más escaso en los tiempos que corren... El del alma descarnada, expuesta sin tapujos ni florituras existenciales. Tan sólo el latir de una inquietud, la de escarbar dentro para descubrir que en las entrañas anida un Universo, el Universo, y gritar a los cuatro vientos esa verdad olvidada. Acertado es calificar a los cortes que componen el álbum como mantras, porque muchos de ellos comparten esa cadencia repetitiva e hipnótica de la que hacen gala los fraseos sagrados tibetanos, dirigidos a alcanzar la divinidad a través de la introspección personal. A pesar de ello también tenemos canciones con melodías irresistibles, como  Burroughs y Snyder, dos joyas en las que Txus se mueve por unos registros muy similares a los de Layne Staley, y dicho esto como halago, porque muy pocos pueden resistir una comparación con el malogrado genio estadounidense. Aunque es un disco que no se centra en los matices, si podemos encontrar cierta diversidad entre sus temas, y junto a la referencia ya citada de Layne Staley podemos encontrar cortes que os harán recordar la grandeza de Jeff Buckley, caso de la preciosa Baudelaire, o sonreír con los ritmos folk de Whitman. Pero ya digo que esto son sólo pinceladas dirigidas a racionalizar un trabajo cuyos dardos no apuntan tan alto, sino un poco más abajo, donde un poderoso órgano late sin cesar llevando la vida a nuestro cuerpo. 


Como dije en la promo que tuve el placer de ayudar a escribir: "Demostrando que al principio fue la voz y no el verbo, Doctor Sax es lo que ocurre cuando las palabras no son suficientes y abandonan incapaces. Cuando la música se desnuda de artificios y sus ropajes visten de mil colores una voz que es alma descarnada. [...] Al principio fue la voz… y con ella la luz en mitad de una noche sin estrellas."

PD: El álbum ha sido editado en digipack, con un maravilloso diseño de David Bad Karma y al cojonudo precio de 7 euros (+gastos de envío). Es autoeditado, por lo que animo a todo aquel al que le guste a pillárselo.

Contacto:

drsaxband@gmail.com

martes, 27 de marzo de 2012

HIGH ON FIRE - De Vermis Mysteriis (2012)



Escucha el álbum completo a través de Metalsucks.net, pinchando AQUÍ.

Texto extraído de mi reseña original en DiabloRock


Comiencen a temblar y encomiéndense a sus dioses predilectos porque la máquina de patear culos ha regresado, y tiene ganas de revancha. Sexto trabajo de los todopoderosos High On Fire en el que quieren callar las bocas de los que dijimos (con razón) que con su anterior trabajo, Snakes For The Divine (2010, E1 Music), la bestia había perdido su mordiente. Aquel fue un álbum mucho más escorado a la vertiente rockera del trío de Oakland, lo que en si mismo no tenía nada de malo si no fuera porque por el camino perdieron su propio código genético, el que les hacía una banda única en la escena metálica. Dos años después la formación liderada por el gran Matt Pike (guitarra, voz), y que completan Jeff Matz (bajo) y Des Kensel (batería), vuelven invocando De Vermis Mysteriis (2012, E1 Music), álbum de evidentes referencias lovecraftianas (su título hace referencia al grimorio inventado por el escritor Robert Bloch y que H.P. Lovecraft incorporó a sus Mitos de Cthulhu) con el que pretenden sumirnos en el más pavoroso terror a golpe de riff y mala hostia.


Para los impacientes y nerviosos, aclararé antes de nada que De Vermis Mysteriis es un discazo, el retorno por todo lo alto de High On Fire a la senda de la excelencia. Sin embargo, quien espere un viaje en el tiempo a ese pasado en el que los californianos se abrían paso a mamporros con títulos como  Surrounded By Thieves (2002, Relapse Records), se va a llevar una decepción. Los High On Fire que se encomendaban al esquema deudor de Venom, Slayer y Celtic Frost se han ido, y dudo mucho que vayan a volver. Estamos ante una banda mucho más crecida, madura, capaz de combinar su vigoroso músculo metálico con una versatilidad sorprendente, cuyos tentáculos son capaces de mucho más que de aporrear cabezas. De hecho se podría decir que De Vermis Mysteriis es todo lo que no pudieron conseguir con Snakes For The Divine, depurando los errores cometidos en su anterior trabajo y añadiendo la grandeza e idiosincrasia del que para mí era su gran álbum hasta la fecha, Death Is This Communion (2007, Relapse Records). De la mano de ambos, y con las ideas esta vez muy claras, las huestes de Matt Pike demuestran que pocas, muy pocas bandas ahí fuera pueden competir con ellos.


Nunca he visto al trío tan conjuntado como ahora, y el inicio con Serums Of Liao así lo demuestra. Que Matt Pike juega en otra liga es algo evidente, pero es impresionante ver a Des Kensel emular al mismísimo Dave Lombardo con esa inimitable mezcla entre bestialidad y técnica a los parches. Del mismo modo un Jeff Matz soberbio y más presente que nunca nos recuerda que el bajo es esencial para que una banda suene contundente, y no como fruto de truquitos en el proceso de grabación. Regresando al corte, estamos ante una de las piezas con más gancho que High On Fire jamás hayan compuesto, estribillo ganador incluido. Con Bloody Knuckles el trío tranquiliza a los amigos del mazo metálico, porque estamos ante uno de esos temas en los que el trío reparte verdaderos mamporros antediluvianos como si la vida les fuera en ello, regado todo ello por un Matt Pike que parece Lemmy poseído por una bestia demoníaca. Temas como Fertile Green o Spiritual Rights siguen esta línea, y son lo más parecido a ponerte frente a una estampida de trolls de las cavernas que jamás vayas a experimentar. Pero De Vermis Mysteriis alcanza la excelencia cuando abraza una mayor gama cromática, especialmente en canciones como Madness Of An Architect, Samsara o King Of Days. La primera es miel para los oídos de un servidor, amante de la cadencia y pesadez del doom, y en la que Pike añade unos riffs muy blueseros que harán las delicias de todos los amantes del stoner. Si alargara ese tema durante 30 minutos más yo ya sería feliz, no digo más. Samsara es la gran sorpresa del disco, principalmente porque en el pasado jamás hubieran podido meter un corte de esas características. Dándonos un respiro de tanto decibelio y mala baba, se trata de una instrumental en la que Kurt Ballou de Converge (también productor del álbum) aparece para sumar su guitarra a la de Pike deviniendo en una preciosidad que destila clase por los cuatro costados. King Of Days, por su parte, me hizo esbozar la mayor de las sonrisas recordándome a Kalas, el injustamente desconocido proyecto que Pike llevó a cabo en 2006 junto a sus colegas de la escena sludge de la East Bay Area, donde daba rienda suelta a su interpretación vocal más pasional entre melodías y estructuras deudoras del rock progresivo. King Of Days (al igual que Kalas) es pues una puñetera maravilla, demostrando que se pueden componer temas épicos sin caer en la horterada obvia, y poniendo los pelos de punta por el camino.


No podría concluir sin mencionar las labores de producción de Kurt Ballou, un señor al que no le basta con formar parte de una de las bandas más importantes de las dos últimas décadas sino que por el camino se ha ganado toda una carrera como artista gráfico y productor (Cave In, Torche, Misery Index, Kvelertak, Today Is The Day…). En De Vermis Mysteriis lleva a cabo un trabajo espectacular, dotándolo de todo lo que necesitaba y cuando lo necesitaba: gordura, claridad, contundencia, y una textura crujiente como la piel chamuscada. La guinda a un pastel irresistible que coloca a High On Fire en su justo lugar, el de una de las mejores bandas de metal que existen en la actualidad. Han vuelto, señores.




jueves, 22 de marzo de 2012

T.R.A.M. - Lingua Franca (2012)



Enlace eliminado por denuncia referente a "derechos de autor"


Puedes escuchar el álbum en streaming a través de Amazon. Pincha AQUÍ.

Continuamos con los sorpresones! Mientras todo el mundo está demasiado ocupado masturbándose con el nuevo disco de los sobrevalorados The Mars Volta, muy pocos se han dado cuenta de que en la calle hay un álbum capaz de dejar a Noctourniquet a la altura del betún. Uno que de verdad abandera la experimentación de leyendas como John Zorn y King Crimson pero sin mirar de reojo al mainstream. T.R.A.M. son las iniciales de los señores que conforman esta superbanda, y que no son otros que (todos en pie) el multi-instrumentalista Adrián Terrazas de The Mars Volta, los guitarristas Javier Reyes y Tosin Abasi de Animals As Leaders y el batería Eric Moore de Suicidal Tendencies. Con Lingua Franca vienen a demostrar que lejos de los flashes y con toneladas de talento y libertad creativa, cualquier cosa es posible.


Lingua Franca es toda una exhibición de jazz fusión en su máxima expresión, un diálogo estratosférico entre cuerdas y viento. Aún notándose (no podía ser de otra manera) los ecos de Animals As Leaders y de la música afro-cubana de The Mars Volta, T.R.A.M. consiguen llevarlo todo a su terreno, especialmente porque disparan su bagaje a unos niveles de sofisticación y libertad desconocidos en sus bandas principales. Cogiendo el testigo de los trabajos sesenteros de Miles Davis, de Zappa, King Crimson o la Mahavishnu Orchestra de John McLaughlin (por poner algunos ejemplos de maestros de la experimentación y la amalgama genial), el cuarteto ha parido poco menos que una obra maestra, una mezcla irresistible entre barroquismo sonoro, gancho y dinamismo superlativo. Un tema como Seven Ways Till Sunday podría contarse entre lo mejor que hubieran compuesto Animals As Leaders, con Reyes y Abasi sumando 16 cuerdas de  puro talento. Pero acto seguido te llega una maravilla como Consider Yourself Judged y te lanza al pasado a reconocer por enésima vez cuan grandes fueron visionarios como Zappa o McLaughlin, todo ello con el añadido del señor Moore a los parches, que igual no sabe tanto de jazz como sus compañeros pero sí de técnica superlativa y de golpear con un gancho irresistible. Por no hablar del trabajo de guitarras en Endeavor... absolutamente de otro planeta. Escorzos imposibles, contundencia y clase, mucha clase es lo que encontraremos junto un Adrián Terrazas cuyo dominio de instrumentos como la flauta, el saxofón, el clarinete y la percusión deja con la boca abierta. Y no vayas a pensar que esto es una frikada infumable y masturbatoria porque estarías muy equivocado. Que no hay ningún tipo de corsé o atadura en Lingua Franca y que pocos seres en el planeta pueden tocar como ellos es cierto, pero también lo es que estos señores, además de todo eso, son unos compositores soberbios capaces de mantenerte pegado los cascos a golpe de melodías geniales, evocación y dinamismo. Con una duración que no alcanza los 30 minutos, los 6 cortes que nos ofrecen T.R.A.M. son uno de los bocados más sabrosos y exóticos que hayas probado en muchísimo tiempo.


Rezando porque este proyecto tenga continuidad en el futuro, por el momento sólo diré que Lingua Franca se encuentra desde ya entre mis favoritos a mejor disco del año, aunque no sepa en qué categoría! Talento en estado puro, y la demostración de que el jazz no tiene porque ser ese género monopolizado por el gafapastismo.


WIZARD RIFLE - Speak Loud Say Nothing (2012)



Yeah! Ya comienzan los sorpresones del año, aunque este en cuestión me ha tenido con la mosca detrás de la oreja un tiempo por su apariencia de hype. Pero que su debut haya sido editado por Seventh Rule Records (hogar de titanes como Batillus, Atriarch o Wetnurse) y que es uno de los discos más locos y adictivos que me he echado a la cara en mucho tiempo me han obligado a postrarme ante la grandeza de estos señores. Wizard Rifle es un jovencísimo dúo de Portland compuesto por el batería Sam Ford y el guitarra y vocalista Max Dameron, y llevan tres años dejando anonadado al personal con unos directos que por lo que se cuenta son poco menos que incendiarios, lo que les valió telonear (sin tener un solo disco en la calle!) a bandas tan dispares como Lightning Bolt, YOB, los noruegos Arabot o Agalloch. Su idea original era autoeditar Speak Loud Say Nothing, hasta que los excelentes ojeadores de Seventh Rule les hicieron una oferta que no pudieron rechazar...


Preparaos para la descripción de su música, porque es de lo más bizarro, y me apuesto mi negra alma a que no me creeréis hasta que lo comprobéis en persona. Veamos, una vez empapado bien a fondo de los 5 cortes que componen su debut os diría que he captado en la propuesta de Wizard Rifle las influencias del Remission de Mastodon, de los primeros Big Business, los riffs demoledores de Electric Wizard, ecos a Queens Of The Stone Age, al noise de Sonic Youth y a la maravillosa locura de Mike Patton. ¿Imposible, verdad? Pues no, y estos dos pirados demuestran que además pueden sacar temas redondos de todo eso. Eso si, si eres un purista de alguna de las bandas que he citado o de los géneros que representan, mejor deja de leer y olvídate de que Wizard Rifle existen bajo peligro de odiarlos con toda tu furia ortodoxa. Es complicado a su vez articular un análisis estructurado de un álbum como Speak Loud Say Nothing, pues sus temas son auténticas montañas rusas de decibelios, cambios de ritmo y transversalidad esquizoide, pero que como decía acaban por mostrar un gancho irresistible incluso en los cortes que no son tan redondos, que alguno hay. Y aún así, en esos momentos en los que ni ellos saben muy bien a dónde se dirigen, se las ingenian para sacarse un as de la manga en forma de riff ganador y tan sólo puede aplaudir mientras cabeceas incrédulo ante tanto talento sin filtro alguno. En el rincón de las victorias por KO absoluto están dos de sus temas centrales, Frazetta (si, dedicado al genial dibujante... como para no adorarles!) y Megatherium. El primero explota como si de unos Faith No More ultravitaminados se tratase, para ir ganando pesadez con los segundos y terminar con Max Dameron haciendo maravillosas e infecciosas diabluras con la guitarra. De 10! Megatherium hace honor a su nombre de coloso extinto, más de 7 minutos de épica combinada con puñetazos cavernícolas en forma de riffs absolutamente ganadores que pueden recordar a Big Business o Tweak Bird, con un Dameron de nuevo en un nivel ultraterreno. En el bando del KO técnico se encuentran Tears Won't Soften Steel y Nobody, con momentos de desconcierto absoluto rotos por fogonazos de una brillantez simplemente incomprensible. Pero si como ocurre en el corte inicial te enfrentas a una composición que te suena a Janes Addiction pegándole al math rock, pues que queréis que os diga, solo puedo aplaudir y reír a carcajadas mientras gozo como un enano. Mención aparte merece la labor de Sam Ford en los parches, mezcla de exhibición atlética y técnica desatada, una verdadera pasada. La única canción que no me acaba de convencer es Leathery Gentlemen, el tema que cierra el disco y cuyos diez minutos se me antojan algo tediosos y excesivos. Aún así, quien tenga cojones que intente algo como esto sin hacer el mayor de los ridículos. Wizard Rifle no lo hacen, y de hecho llegan a alcanzar el cielo por momentos, lo que sumado a que nos encontramos con un debut me hace salivar como un perro ante lo que este par de dementes nos pueden regalar en el futuro.


Locos, geniales y profetas del caos desatado, Wizard Rifle van camino de convertirse en una de las sensaciones de 2012. Capaces de moverse entre prácticamente todas las sonoridades conocidas a un mismo tiempo, en Speak Loud Say Nothing han dado el primer paso en lo que parece va a ser una carrera esquizoide hacia el triunfo. Yo ya me he rendido a sus delirios...


martes, 20 de marzo de 2012

UNSANE - Wreck (2012)


Puedes escuchar el disco en su totalidad en la web METAL SUCKS, pinchando AQUÍ.


Está siendo una semana atroz en cuanto a la cantidad de grandes lanzamientos editados oficialmente, que se suman al puñado de discos fantásticos que ya tenía en la recámara para reseñar, pero fue agarrar entre mis manos lo nuevo de Unsane y olvidar de un plumazo todas mis autoimpuestas obligaciones bloggeras. Ni High On Fire, ni Asphyx, ni Meshuggah, ni siquiera Terrorizer, nadie ocupa en mi negro corazón un lugar tan especial como las leyendas neoyorquinas, merced a una discografía simplemente demoledora que, en mi opinión, les coloca por encima de compañeros de generación mucho más valorados, caso de Helmet. Así como éstos se desinflaron al finalizar la década de los 90, el trío formado por (todos en pie) Chris Spencer (voz, guitarra), Dave Curran (bajo) y Vinnie Signorelli (batería), una vez afianzados como formación estable desde el genial Scattered, Smothered & Covered (1995), no han parado de vomitar discos esenciales a través de su inimitable amalgama de rock, punk/hardcore, noise y metal minimalista. 5 años después del infeccioso y adictivo Visqueen vuelven a la carga para demostrar que el trono sigue perteneciéndoles, ahora operando a través de Alternative Tentacles.


¿Y qué decir de Wreck? Pues que si el creacionismo utilizara en su pútrida propaganda la música de Unsane tendrían la batalla ganada a los evolucionistas, porque no hay mayor bofetón a los voceros del cambio que un nuevo álbum del trío neoyorquino. Una banda que siempre ha encontrado todas las respuestas en sus propias entrañas: desde el noise rock primigenio de sus comienzos a la contundencia metálica durante su estancia en Relapse, culminando con el gancho de Visqueen, Unsane no se ha movido ni un ápice de la gama cromática que abarca del gris al negro más opaco, ajenos a tendencias, modas o conceptos carentes de sentido como "madurez" o "progresión". Haciendo gala de ese nihilismo visceral que siempre les ha caracterizado, Unsane son, han sido y serán, y al que no le guste puede ir a tomarse por el culo en brazos de falsos profetas de la modernidad como The Mars Volta. Sin la contundencia de Blood Run ni la inmediatez de Visqueen, Wreck es sin embargo un viaje a la esencia destilada de los estadounidenses, y probablemente su mejor trabajo desde la época de sus grandes clásicos iniciáticos. Una mirada a aquellos tiempos en que no necesitaban de músculo ni seducción para ser los mayores cabronazos del Lower East Side, tan sólo mala hostia y una soberbia capacidad compositiva. Congelados en el tiempo en una ciudad que ya no existe, o no como era antes, Unsane siguen viviendo con rabia contenida, frustración y odio entre calles de peligros acechantes, tiroteos y traiciones que encuentran salida a través de escupitajos sónicos del tamaño de No Chance (esa armónica!), Metropolis o Ghost. Nadie ha odiado tanto la ciudad en la que vive, ni transformado su negrura en obras de arte tan sublimes como estos cabrones. Demostrando que la belleza puede surgir del fango, y la poesía de las mandíbulas apretadas, joyas como la emocional Decay (con un Spencer soberbio y lleno de pasión) o la solemne y bluesera Stuck nos hablan de una concepción de la vida donde los sentimientos no son extasiarse con abrazos ni  con el olor de las flores, y sí regodearse masoquistamente en las heridas entre dentelladas con el sabor de tu propia sangre. Por encima de una sección rítmica de nuevo estelar donde sobresale el inconfundible bajo de Dave Curran, y por encima también de una producción soberbia que incide en una sensación de claustrofobia a veces intolerable, me quito el sombrero ante Chris Spencer. Un señor que desprecia la técnica por pija y remilgada, porque folla sin cuartel con la genialidad compositiva entre riffs de alma industrial y actitud punk. No me gustaría terminar sin hacer mención al corte que cierra el álbum, la tremebunda versión del Ha Ha Ha de Flipper y que Unsane se llevan a su propio terreno para sodomizarlo y encajarlo en su visión irónica de la Gran Manzana. Por favor, que no se muden nunca...


Séptimo disco de Unsane y otro rotundo éxito para el trío más cabreado de Nueva York. La demostración de que la evolución es para los débiles y carentes de confianza. Unsane, como el odio, tan sólo es capaz de enroscarse dentro de sí mismo. De cabeza a mi incipiente lista de los mejor de 2012.

BUY IT!!! (Alternative Tentacles)

lunes, 19 de marzo de 2012

BAJO LOS RITMOS DE OLARIZU: Entrevista a ARENNA

Que en plena era de la globalización una banda no anglosajona se codee con los grandes nombres del rock inglés o norteamericano ya no es una novedad, pero que de este país de fútbol y pandereta surja una joya como Beats Of Olarizu a muchos nos llena de esperanza. Un debut maravilloso con el que Arenna se colaron en 2011 en multitud de listas de lo mejor del año, cosechando fantásticas críticas a lo largo y ancho del globo. Para recoger las impresiones de la banda al respecto me reuní con Txus (voces), Rober (guitarra), Kike (guitarra), Javi (bajo) y Guille (batería) en su local en las inmediaciones de Olarizu, en lo que supuso una hora de divertida conversación entre un (cada vez más) denso humo y latas de cerveza. Además tuve el privilegio de escuchar el ensayo de uno de sus nuevos temas, que aunque todavía en construcción tiene muy buena pinta!

Lo primero daros la enhorabuena por Beats Of Olarizu. La verdad que ha supuesto una grata sorpresa que un grupo estatal, y más con su debut, se haya colado en las listas internacionales de lo mejor del año. No se si vosotros érais conscientes de que habíais compuesto algo especial o también os ha pillado por sorpresa como a los demás!

Kike: Indudablemente es una sorpresa, yo creo que a todos nos sorprendió la acogida. Simplemente quisimos plasmar una idea tras años de ensayar y tocar para nosotros, y parece que a la gente le ha gustado.

Javi: Siempre hemos ido paso a paso, y no nos decidimos a grabar el disco hasta considerar que teníamos algo interesante que ofrecer. Cuando dimos el visto bueno a la mezcla final ya vimos que el resultado sonaba muy bien, y creo que eso es lo más importante, que uno mismo esté satisfecho con el trabajo realizado. Luego el que guste o no guste ya no está en tu mano… El primer detalle fue que nos contestaran de sellos,jajaja Fue como “ostia, yo creo que si nos contestan es porque lo valoran” Y más un sello como Nasoni, por el que nos decidimos, con proyección internacional y su visto bueno a una edición en doble LP. Luego llegaron las críticas de los medios y la respuesta de la gente y ahí si que se superaron todas nuestras expectativas. La verdad que no hemos leído ninguna reseña negativa del disco! Somos conscientes de que nos movemos dentro de un mundillo minoritario, pero a pesar de ello todo lo que ha generado el álbum si que nos ha supuesto una grata sorpresa. De hecho hace unos días nos informaron desde el sello que la edición que hicimos (1000 copias, 500 en CD y 500 en vinilo) de Beats Of Olarizu está a punto de agotarse.

Respecto a Nasoni, también fue sorprendente que vuestro debut saliera de la mano de uno de los sellos de rock psicodélico más potentes a nivel internacional. ¿Cómo valoráis la experiencia con ellos?

Javi: Hombre, Nasoni al final es como un mediador. Han pagado la edición y sacado el disco, tampoco se han encargado de nada más. Pero lo importante es que sacar con ellos es como una ventana al mundo, e indudablemente ha ayudado al reconocimiento internacional que ha tenido el álbum. Por su parte supongo que también ha sido algo positivo, porque la tirada del disco está a punto de agotarse y ya han mostrado interés por editar nuestro segundo álbum. De cara al futuro ya veremos, de momento estamos muy agusto. No nos vincula ningún contrato, así que cuando llegue el momento de sacar el siguiente barajaremos las opciones que tengamos.

Txus: La verdad que se han portado de puta madre, y han estado de acuerdo en todo lo que les hemos propuesto, desde la edición en vinilo al diseño. Hay muy buen rollo.




domingo, 18 de marzo de 2012

Novedad en mi Desván!

Como ya comenté, toda subida que realice en mi otro retoño bloggero y tenga que ver con el mundo de la música lo comentaré aquí para todos los que estéis interesados. En este caso se trata del documental (en versión original con subs en castellano) BLOOD, SWEAT + VINYL: DIY IN THE 21st CENTURY de Kenneth Thomas, centrado en tres de los sellos independientes más importantes del metal y rock de la actualidad: Hydra Head (capitaneado por Aaron Turner de Isis), Neurot Recordings (dirigido por Steve Von Till y Scott Kelly de Neurosis) y Constellation (hogar de Godspeed You! Black Emperor y su actual reencarnación como Thee Silver Mt Zion Memorial Orchestra). Con su filosofía de independencia y rechazo a la industria, y a través de entrevistas a bandas imprescindibles como Neurosis, Isis, Pelican, Jesu, Cave In, Oxbow, Do May Say Think o A Storm Of Light descubriremos que la honradez, los principios y el amor por el arte ajeno al mercantilismo siguen hoy en día tan vigentes como decadas atrás. En mi opinión estamos ante nuestro gran documental generacional...



jueves, 8 de marzo de 2012

HUATA - Atavist Of Mann (2012)


Puedes escuchar el álbum Atavist Of Mann pinchando AQUÍ.

Puedes descargar el EP Open The Gates Of Shambhala pinchando AQUÍ.

Hay bandas nacidas para ser grandes, gigantes. En ello siempre hay evidentes argumentos musicales, los más importantes, pero también mucho de sentimiento, misticismo, un aura de inexplicable poderío que favorece a esas formaciones capaces de llegar a lo más alto. Pues bien, que me queme una horda de cristianos furibundos si los franceses Huata no son una banda destinada a dominar el mundo. Atavist Of Mann es el debut de este cuarteto de Rennes tras su notable EP de 2009 Open The Gates Of Shambhala, y la calidad del álbum les ha valido estar presentes en el Roadburn este 2012, algo impresionante teniendo en cuenta su condición de novatos. Publicado a través de De Arte Magica, impía unión de sellos europeos compuesta por Moue, Mordgrimm, PsycheDOOMelic, Throatruiner y Odio Sonoro, la impresionante edición en doble LP de Atavist Of Mann demuestra el detalle y esmero con el que estos tíos manejan su propuesta. Porque nada es suficiente cuando se trata de esparcir la palabra de Satán.


¿Su propuesta? Un ciclópeo altar erigido en el nombre del DOOM, una impía reverencia al Dios del Riff, el ocultismo satánico encarnado en colosales sonoridades tectónicas. Evidentemente las referencias a formaciones esenciales como Electric Wizard o Ramesses están ahí, no podría ser de otra manera, pero el cuarteto galo exhibe una colección de cualidades que van más allá de la simple abrasividad mastodóntica. Recuperando la tradición del mejor rock ocultista que hunde sus raíces en la década de los 60 y 70, Huata despliegan un magistral dominio de las atmósferas oscuras, esas que van más allá de los teclados (que los hay, y muy presentes) y se muestran como resultado de una herética sinergia entre todos los instrumentos. Mientras otras formaciones como Blood Ceremony o The Devil's Blood practican el homenaje directo a aquel subgénero (plagio dirían algunos), los galos vienen a ser los Coven del siglo XXI, si éstos hubieran surgido en nuestros días. Aprovechando todo el bagaje evolutivo que el rock pesado ha acumulado en más de cuatro décadas, Huata alimenta la propuesta ocultista a base de contundencia, riffs descomunales y una abrasividad capaces de tirar abajo catedrales (probablemente esa sea su intención). Porque seamos sinceros, en los tiempos que corren pocos nos asustamos o consideramos maléficos los organillos y flautas,  y como mucho entran en esa categoría de sonoridades entrañables que recordamos con una sonrisa. Pero cuando te enfrentas a una monstuosidad como los 15 minutos de Thee Imperial Wizard las cosas cambian, y sus efluvios perniciosos si serán capaces de evocarte oscuras cavernas, vírgenes desgarradas por cuchillos ceremoniales y pentáculos brillando con el rojo carmesí de la sangre. Dominando las velocidades como señores del espacio-tiempo, Huata pueden aplastarte sin piedad con una densa lentitud rayana en el paroxismo o partirte todos los huesos del cuerpo al ritmo de cabalgadas como ese demoledor comienzo en Operation Mistletoe. Masivos, poderosos, evocadores y sin renunciar a un más que evidente gancho, los galos recorren la hora dividida en seis cortes en que se organiza Atavist Of Mann con una suficiencia señorial, insultante, un desprecio de quien se sabe mensajero de poderes superiores al hombre. Es imposible destacar un corte sobre otro, porque nos enfrentamos a un trabajo invocado para vivirse de principio a fin, como una ceremonia que una vez comenzada no tiene marcha atrás (si en algo aprecias tu patética alma). Con una producción simplemente soberbia y una de las ediciones más exquisitas a las que un servidor ha podido hincarle el diente, Atavist Of Mann es una joya de oscuro brillo y necesaria adquisición por todo amante del Doom que se precie. Además sólo haciéndolo podrás disfrutar de su soberbia interpretación del Black Sabbath de Coven!


Esto va más allá de una adición directa a la lista de lo mejor del año. Es es el comienzo de un reinado oscuro y maléfico que comienza en 2012, la primera piedra de una impía catedral en honor a los saberes prohibidos. Que Satán nos pille malditos.

BLOG DE "DE ARTE MAGICA": PINCHA AQUÍ.

COMPRA A TRAVÉS DE ODIO SONORO: PINCHA AQUÍ

BANDCAMP DE HUATA: PINCHA AQUÍ

martes, 6 de marzo de 2012

NAPALM DEATH - Utilitarian (2012)


Enlace eliminado por denuncia relativa a "derechos de autor"

Regreso tras una semana de retiro espiritual, algo que servidor necesita de vez en cuando en lo tocante a la red, tanto para poder ocuparme de otros menesteres como para dejar de escribir sobre música y simplemente dedicarme a escucharla. Pero no creáis que he olvidado este oscuro rincón de perdición, y esta semana intentaré recuperar el tiempo perdido con un aluvión de reseñas, algunas obvias (por lo conocido de las bandas) y otras que espero os sorprendan gratamente. También os anuncio que voy a introducir un cambio en el blog, pasando a suprimir la valoración de los discos mediante notas numéricas. Hace tiempo que me rondaba la cabeza, ya que era un sistema que introduje cuando no tenía claro que tipo de blog quería construir. Como finalmente ECOS DE R'LYEH es un lugar en el que verter mis recomendaciones más fervorosas y no un sitio de críticas indiscriminadas, pues la verdad que el tema de las notas dejaba de tener sentido. Aclarado esto (por supuesto os invito a que dejéis vuestra opinión al respecto), me meto en harina.


Hablar de Napalm Death es hacerlo de algo mucho más grande que de una simple formación musical. Hablar de Napalm Death es referirse al corazón de todo ese enorme universo que ha venido a llamarse música extrema, lugar de encuentro de toda propuesta que, levantando la bandera de la transgresión, decida que los corsés y la ortodoxia del metal y el punk no es plato de su gusto. Hablar de Napalm Death es apretar los puños ante un mundo de mierda regido por una moral de cerdos, pero gritando a pleno pulmón que podemos cambiarlo. Hablar de Napalm Death es manejar el principal sinónimo de la palabras honestidad y actitud, cualidades necesarias cuando uno se declara enemigo del negocio musical. Y por si había algún despistado, Utilitarian viene a recordarnos que hablar de Napalm Death es hablar de la némesis del conformismo, el eterno caminar del que sabe que parar supone marchitarse y morir. Si tuviera que definir de manera sencilla el decimocuarto álbum del cuarteto británico, diría que es Diatribes con la mala hostia y las ideas claras que le faltaron a aquel, pero sin el que hoy día no tendríamos un pepinazo como Utilitarian entre las manos. Si, no habéis leido mal, Diatribes. Ese disco que fue despedazado de manera analfabeta y obtusa por los que no supieron (ni quisieron) entender a una banda que se negaba a encasillarse, y que suplía sus evidentes carencias (principalmente el encajar todas las nuevas sonoridades que incluían) con una valentía mayor que el 99% de grupos "extremos" con los que se pajillean todos los eruditos del metal cavernícola. Utilitarian supone también un repaso a todo el arsenal que han manejado y manejan los de Birmingham con el fin de llevar el abrasador apocalipsis nuclear a  nuestros oidos, pues a través de los 16 cortes que lo componen podremos retorcernos gozosos cual alimañas leprosas al ritmo del mejor grindcore, punk, hardcore y crust, todo ello regado por una generosa ración de esa cosa llamada groove y que en castellano paladín viene a ser un gancho de cojones. Perlas de brillante sodomía auditiva como Nome de Guerre, Collision Course u Opposites Repellent son buena prueba de ello, además de guiños nada velados a su época devastadora de From Enslavement To Obliveration. Sin embargo no estaríamos delante de un disco de Napalm Death si no tuviéramos alguna sorpresilla, y en el caso de Utilitarian visiblemente cuantiosas y notorias. Desde la inclusión del saxo cortesía de la también leyenda viva John Zorn (aunque también es cierto que no es la primera vez que colaboran) en Everyday Pox a las bases industriales en la onda de Fear Factory, pasando por los coros de un Mitch Harris más presente en las labores vocales que nunca, Utilitarian deviene en un álbum que dista mucho de ser el típico trabajo del cuarteto, si bien es cierto que después de tres décadas de carrera el personal ya debería estar preparado para este tipo de cosas. Y si no lo está pues que le jodan, porque Napalm Death son ley y los demás meros espectadores de su rodillo inmisericorde. De todos modos hay cosas que nunca cambian, como una producción soberbia capaz de aunar contundencia con claridad y respeto por todos los instrumentos, una sección rítmica de otro planeta  y un Barney Greenway que a sus 42 primaveras sigue berreando como una bestia del Averno. Como decía, hablar de ellos es más que referirse a una banda de música... Es hablar de algo más grande que la puta vida. Punto.



Utilitarian es la demostración de que es posible alcanzar la vida eterna. La única pega es que para ello tienes que pertenecer a Napalm Death, y ni tú ni yo tenemos el talento ni la mala hostia para conseguirlo. Siguen siendo LEY.