Ecos de una ciudad sumergida.

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lunes, 18 de julio de 2011

AENAON - Cendres Et Sang (2011)



Parece que 2011 sigue reservándose tremendas sorpresas bajo la manga, para mayor deleite de un servidor, que empieza a mirar con desespero la lista de lo mejor del año, y que a este paso va a ser interminable. Aenaon son un cuarteto griego formado en 2005, cuya propuesta se centra en intentar llevar el concepto de Black Metal más allá de los límites estrechos de la ortodoxia. Tras publicar una demo en 2007, en 2008 fichan por el sello canadiense Black Art Records, con el que editan el EP Phenomenon (2009). Un año después, y con un sonido mucho más arriesgado a la vez que pulido, sacan un split 7" junto a la banda rumana Satanochio. Es en ese momento cuando captan la atención del sello italiano Code666 Records, hogar de fantásticas formaciones como Negura Bunget, The Axis Of Perdition, Ephel Duath o J.W. Pozoj. Con el reto de confirmar las buenas sensaciones creadas, en Junio vio la luz Cendres et Sang (en francés "Cenizas y Sangre"), álbum cuya masterización corrió a cargo de Tom Kvalsvoll, famoso por haber trabajado con bandas como Emperor, 1349, DHG o Keep Of Kalessin. La tremenda portada es obra del artista polaco Lucasz Wodynski.


Incredulidad. Es lo que sentirás cuando comiences a escuchar Cendres Et Sang, porque que algo como ésto sea el debut de una banda y no su obra cumbre tras años de evolución sonora es para tener que recoger la mandíbula del suelo. Partiendo del Black Metal, pero con una clara orientación hacia el Avant-Garde, Aenaon se embarcan en una travesía donde la brutalidad y la clase son compañeros de viaje, sin hacer ascos a ocasionales devaneos con el freee-jazz. Lo más sorprendente de tan peculiar mezcla es la manera en la que el cuarteto griego la somete a sus planteamientos, centrados en todo momento en crear canciones redondísimas. Así que aunque a priori podríamos tener una bizarrada infumable, lo que obtenemos es una colección de temazos de órdago, pero que a la contundencia propia del metal extremo se le suman una miríada de tonalidades que hacen del álbum un artefacto tremendamente valioso y especial. Con un ojo puesto en el legado de titanes como Emperor, Cendres Et Sang despliega ese tipo de Black Metal que de tan transversal traspasa todos los límites, empezando por las estrechas fronteras del género, y fagocitando todo lo que en sus manos cae dan como resultado un trabajo impsible para los amigos del etiquetado. La producción es bestial, dejando el sonido sucio a un lado y abrazando una limpieza y contundencia que elevan hasta alturas orbitales unos temas ya de por sí cargados de rotundidad. La voz de Astrous se mueve por unos registros que van de la furia gutural, predominante, hasta momentos de épica y grandilocuencia que pueden recordar a los irlandeses Primordial. Todo ello reforzado por colaboraciones de lujo a cargo de V'Gandr (Aeternus, Helheim) y Thomas Chatzigianni (Dakrya) entre otros. Pero es el trabajo de guitarras el que se lleva la palma en Cendres Et Sang, desplegando un arsenal de recursos inagotable, amén de hacer gala de una técnica, clase e inteligencia compositiva al alcance de muy pocos. Riffs asesinos, melodías, solos de infarto y cabalgadas de furia infernal se encuentran en la enorme armería custodiada por Achilleas C. y Dagwn, y que a buen seguro os dejaran las cervicales igual de hechas polvo que a mí. Para terminar de redondear la jugada, todo el álbum está impregnado de un aura de surrealismo más que palpable, cortesía de saxofones, teclados e incluso la aparición de un Hammond en escena. Esta inclinación hacia lo bizarro queda constatada con la versionaza que se cascan de In Heaven, de la banda sonora de Eraserhead. Si señores, David Lynch y Metal, con dos cojones. En resumen, nos encontramos ante un trabajo soberbio, personalísimo, y que coloca a Aenaon no ya como una promesa de futuro sino como toda una potencia ante la que inclinarse.


El título de debut del año se le queda pequeño a esta monstruosidad. La encarnación de un tiempo, y un pueblo, el griego, al que como reza el título del disco tan sólo le han ofrecido cenizas y sangre.

NOTA: 9,25/10




5 comentarios:

J.M.B. dijo...

Coño! Un Hammond en un grupo de black metal, suena muy interesante. Vamos a ver qué tal.

Saludos

davidgore dijo...

Un millón de gracias. La pinta es más que buena.

Saludos desde el infierno.

abbath dijo...

llevo días escuchando a looking for an answer y haemorrhage y tenía ganas de algo de este estilo, buen grupo. Suenan muy especiales. De Grecia sólo conocía a los rotting christ y a la galas

Soulkiller dijo...

Al principio pensaba que no era para tanto, pero a medida que ha ido avanzando me ha ido gustando más y más. Sobre todo los dos últimos temas, y en especial "Black Nerve", vaya genialidad.

Un saludo.

Cthulhu dijo...

J.M.B: ya me contarás que te ha parecido el experimento!

davidgore: espero que te guste tanto como a mí!

abbath: joder, vaya dieta de terrorismo sonoro que te has pegado,jajaja Pues de Grecia pégale una escucha a Septicflesh, igual te gustan. Tiran al Black Sinfónico, que a mi no me apasiona en exceso, pero la verdad es que suenan como un tiro.

Soulkiller: tienes razón, es un disco que va despegando a lo largo de la escucha, así como con cada nueva. En los dos últimos cortes se desatan completamente!

Un saludo a todos, y mil gracias por escribir!!!