Ecos de una ciudad sumergida.

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lunes, 30 de noviembre de 2009

DYSRHYTHMIA



Psychic Maps (2009)

  1. Festival Of Popular Delusions
  2. Triangular Stare
  3. Reactionary
  4. Room Of Vertigo
  5. Iron Cathedral
  6. Lifted By Skin



Barriers and Passages (2006)
  1. Pulsar
  2. Appeared At First
  3. Bypass The Solenoid
  4. An Ally To Comprehension
  5. Seal/Breaker/Void
  6. Kamma Niyama
  7. Sleep Decayer
  8. Bus:Terminal
  9. Luminous
  10. Will The Spirit Prevail?
Technical Progressive Death Metal, Math-Metal... son varias las etiquetas que se les ha colgado a aquellos que desde la inquietud y libertad creativas mas acentuadas decidieron romper con los esquemas musicales más básicos dentro del metal, principalmente pasándose por el forro ritmos y armónicos que llevaban décadas usándose y que se habían convertido casi en elementos de obligado uso si uno quería tocar dentro del género. Una historia de rebeldía compositiva que dio el pistoletazo de salida con los pioneros Cynic y Atheist, y que se desarrolló completamente con la popularidad de formaciones como Meshuggah, Gorguts o The Dillinger Escape Plan. Sin embargo, en algún momento del trayecto la cosa empezó a ir mal. Comenzaron a salir bandas que caían en el mayor pecado y principal peligro si uno se adhiere a este estilo: aburrían. Si, la técnica era simplemente abrumadora, los cambios de ritmo constantes dejaban sin aliento, pero todo ello sin un fin definido, cayendo en la autocomplacencia más insultante. Hasta tal punto, que la etiqueta math-metal comenzó a ser rehuida como la peste por muchos aficionados, como en su día ocurrió con la degeneración del progresivo.

No es el caso de los norteamericanos Dysrhythmia, ni de los innumerables proyectos de sus dos cabezas pensantes, el guitar-hero underground Kevin Hufnagel y el bajista Colin Marston. Integrantes de bandas del calado de Krallice, Behold...The Arctopus, Gorguts, o su proyecto conjunto Byla, se han empeñado en revolucionar el metal con sus propuestas eclécticas y llenas de influencias de todo tipo, entre las que destaca el jazz. En Dysrhythmia vamos a encontrar esa técnica pasmosa asociada al género, y los constantes cambios de ritmo, todo ello ejecutado a una velocidad que no es humana, pero sin caer en ningún momento en la masturbación, ya que cada canción muestra una cohesión interna inquebrantable, fruto de la subordinacion de esas increíbles habilidades a una idea musical concreta. Incluso son capaces por momentos de coquetear con el metal más groove, de ese que te hace mover el cuello inconscientemente. Si es cierto que la escucha de un disco completo de Dysrhythmia puede ser realmente agotadora, también lo es que cada tema es como un álbum en si mismo, por la densidad de conceptos, técnicas y progresiones que encierran. Por eso, si uno es amante del metal más cafre e inmediato, este no es su grupo.

Dos grandes discos, muy ásperos y densos, pero que revelan a uno de los grupos más importantes de un género que bien ejecutado, todavía nos puede sorprender enormemente.

Nota:
Barriers and Passages - 8.5/10
Psychic Maps - 9/10



domingo, 29 de noviembre de 2009

OVERMARS - Born Again (2007)


Tracklist:
  1. Born Again (39:25 min.)

Wow... esto de la globalización es algo maravilloso. No estoy hablando, claro está, de esa que permite al capital transnacional extender sus tentáculos y controlar el devenir de regiones incluso países enteros de nuestra bola de barro llamada Tierra. Hablo de esa globalización cultural, apoyada en las nuevas tecnologías de la información, que permite conocer prácticamente en tiempo real expresiones culturales de todo el globo, asimilarlas, y devolverlas mutadas y renovadas para que el siguiente vuelva a juguetear con ellas. Si ya hablaba, con el disco de Krallice, del especial tratamiento que en EEUU le estaban dispensando a su particular visión del black metal, ahora nos trasladamos a tierras galas. Y es que, desde hace un tiempo, Francia se está convirtiendo en todo un referente dentro del extremismo musical en su vertiente más progresiva y bizarra. Grupazos tan dispares como Anorexia Nervosa, Gojira, Blut Aus Nord, Deathspell Omega o La Rumeur Des Chaines han parido verdaderas maravillas que suponen toda una renovación en los diferentes géneros en los que están circunscritas esas formaciones.

Estos Overmars vienen a engrosar esa selecta lista, y desde el sludge/doom integrante de ese sonido post-Neurosis que tan extendido se ha visto en esta década, nos regalan todo un discazo que hará las delicias de cualquier amante de las referencias que acabo de citar. Formados en 2001, no fue hasta 2005 que sacaron su primer LP, Affliction, Endocrine...Vertigo. Un trabajo excelente, que recibió muy buenas críticas por todo el mundo, aunque ello no se expresó tanto en una acogida masiva por parte del público, hecho influenciado por la limitación de la banda en cuanto a promoción y distribución del álbum. También es cierto, escuchando este Born Again, que al septeto no podía importarle menos, ya que lo que nos presentan con este disco es lo más alejado de un gancho comercial que se pueda imaginar. Simplificando su música, elevando la muralla de sonido y remarcando su enfermedad depresiva, Overmars condensan además toda esta propuesta en un sólo tema de 40 minutazos. Como decía, a estos tíos (y tía) no podía importarles menos cualquier aspecto que no sea el de expresar lo que realmente les sale de dentro.

Es un disco enormemente simple, pero a la vez infinitamente más progresivo que su antecesor. Acertadamente, han decidido que su propuesta, llena de furia y rabia, de depresión, en resumidas cuentas, de emociones primarias, debía ir acompañada de una música también primaria, de esa que te golpea directamente en el alma. Y vaya si lo han conseguido. Fluyen con auténtica lentitud y con una pesadez hipnótica cuando quieren, acercándose al drone de, por poner un ejemplo, Sunn O))), pero tan sólo como señuelo para pillarte desprevenido en sus arranques de furia, en los que tanto sus instrumentos como sus alaridos elevan la muralla de sonido hasta alturas inconmensurables. También en el apartado vocal tenemos esta contraposición, y a la cavernosa y furibunda voz masculina se le une la voz femenina de la bajista, fantástica, que tanto puede susurrarte lamentos al oido como explotar en desgarradores alaridos. Los instrumentos, que en una escucha superficial (si es que es posible escuchar de esa manera el disco...) parecen fuera de sincronización, se revelan en sucesivos intentos como completamente conjurados para transmitirte la sensación de desasosiego, incomodidad e hipnotismo que impregna la filosofía de estos galos.

Un trabajo excelente, nada fácil de escuchar, pero que estoy convencido apasionará a cualquier amante del post-metal, doom o sludge más primarios y oscuros.

PD: la reedición de este disco, en formato digipack, corre a cargo del prestigioso sello underground Crucial Blast (SubArachnoid Space, Skullflower, Gnaw Their Tongues, Scott Hull...), y a un precio muy bueno, por lo que la compra física del disco está más que recomendada!

Nota: 9/10


miércoles, 25 de noviembre de 2009

KRALLICE - Dimensional Bleedthrough (2009)


Tracklist:
  1. Dimensional Bleedthrough
  2. Autochton
  3. Aridity
  4. Untitled
  5. The Mountain
  6. Intraum
  7. Monolith Of Possession
Otra grata sorpresa, y de nuevo proveniente de la órbita blackmetalera. Desconocía por completo la escena que se estaba desarrollando dentro de este género en los EEUU, hasta que cayó en mis manos el Two Hunters de Wolves In The Throne Room, hace un par de meses, y aún sigo enganchado. Indagando un poco, descubrí a estos neoyorquinos, que con su álbum de debut homónimo crearon un miniterremoto en el mundillo metálico hace tan sólo un año, además de encendidas discusiones sobre etiquetas varias aplicables a su música. Un servidor, generalmente ajeno a tan pueriles disputas, se limitó a adentrarse en la propuesta de estas formaciones norteamericanas, y tengo que reconocer que hay parte de razón en muchas de las críticas positivas a estos tíos, como también la tienen las voces que hablan de revolución dentro del género.

Al igual que Wolves In The Throne Room, encontramos en Krallice muchos elementos entroncados con el black metal, pero fusionado de tal manera con tantas influencias, que el resultado final es una criatura completamente diferente, aún manteniendo el color de ojos de los progenitores. Y es que el currículum de los músicos que integran esta banda ya nos indica por donde van los tiros. El núcleo fundador y motor compositivo de la banda lo integran dos popes del math-metal como Colin Marston y Mike Barr, integrantes de bandas tan insignes dentro del vanguardismo metálico como Gorguts, Dysrhythmia, Hymn, Crom-Tech o Behold...The Arctopus. Además, en el caso de Barr, compaginado con diversos proyectos de jazz vanguardista y rock marciano. Y de todo esto vamos a beber en este Dimensional Bleedthrough, si bien es cierto que los elementos que más presentes se encuentran son el math-metal más técnico que uno puede imaginar dándose de la mano con unas trabajadas transiciones progresivas que pueden volver loco al más esforzado aprendiz de guitarrista. Qué digo, al 99% de los guitarristas, noveles o experimentados. Sin embargo, y es lo más acertado de toda esta nueva generación de bandas, no sólo de Krallice, uno no se pierde en interminables bizarradas e imposibles cambios de ritmo, sino que todo se encuentra coherentemente ejecutado, y tanto los temas como el álbum en general goza de una sólida cohesión. Sin embargo, ya aviso que esto no es recomendable para amantes de lo inmediato y matador, puesto que hablamos de un disco de 7 cortes que cuenta con una duración de 77 minutos, así que ya uno se puede hacer una idea de las coordenadas por las que se mueven estos músicos. Sólo el enorme comienzo con los 11 minutos de Dimensional Bleedthrough o los 18 de Monolith Possession, pueden hacer desfallecer al más novato o al no creyente de lo progresivo. Una lástima, porque la propuesta de Krallice es tremendamente interesante y necesaria dentro de un género que pedía a gritos una renovación y apertura de miras.

Otro gran disco de black, o de avant-garde, o de math-metal, como uno quiera llamarlo, que junto a las formaciones renovadoras del género en la vieja Europa (Arcturus, Opeth, Vreid...), nos llenan de esperanzas y dejan abierto un futuro muy prometedor para los amantes más inquietos de la música extrema.

Nota: 8,75/10

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Vídeo(de su anterior álbum. Tema: Wretched Wisdom)

martes, 24 de noviembre de 2009

BETHLEHEM - Dictius Te Necare (1996)


Tracklist:
  1. Schatten aus der Alexander Welt
  2. Die anarchische Befreiung der Augenzeugenreligion
  3. Aphel - Die schwarze Schlange
  4. Verheibung - Du Krone des Todeskultes
  5. Verschleierte Irreligiösitat
  6. Tagebuch einer Togeburt
  7. Dorn meiner Allmacht
Hace poco, revisando mi archivo de música, mis ojos se posaron en Bethlehem, y como si de un antiguo trauma se tratase, enterrado bajo capas de asustadizo olvido, me asaltó el recuerdo. Vívido, doloroso. El recuerdo de la primera vez que escuché a estos alemanes, reyes indiscutibles del doom/black más enfermizo y depresivo. Estaba yo por aquel entonces muy tierno de ataques terroristas sonoros como el del black metal en general, pero lo de este grupo realmente me impactó. Mis oidos se han encallecido desde entonces, y el extremismo metálico ahora forma parte de mí, como el simple hecho de respirar, pero reconozco que es darle al play a este disco, y me invade una incomodidad que no puedo expresar con palabras. Si la máxima de cualquier grupo es llegar a empatizar con el oyente, llevarlo por el camino que han trazado y arrastrarlo a su propuesta hasta conseguir que la interiorice, entonces Bethlehem deberían ser los ídolos del 99% de las formaciones del planeta, si no fuera porque idolatrar tamaña bestia puede arrastrarnos por senderos muy peligrosos.

La banda se forma en 1991, alrededor de la figuras de Jürgen Bartsch (bajista) y Klauss Matton (guitarra), dos músicos obsesionados con la muerte y el suicidio, que les habían tocado muy de cerca y en repetidas ocasiones. En el caso de Bartsch, un amigo había muerto de sobredosis, otro se había suicidado, así como su tío y su novia. Dramático este último caso, pues fue el propio Bartsch quien la encontró colgada en primer lugar. Por otro lado, Matton aún tenía reciente el suicidio de su padre y la muerte por cáncer de su madre. Cuando se les unen Andreas Classen (vocalista) y Steinhoff (batería), el grupo comienza a andar. En 1994 ve la luz su primer trabajo, Dark Metal, que a pesar de no salir del círculo más underground de seguidores del aún incipiente black metal, les lleva a ser comparados con gigantes como Paradise Lost, My Dying Bride o Katatonia. Su fusión de black, death y doom, unido a una temática terriblemente oscura y depresiva, suponen los primeros pilares de lo que será el futuro sonido del grupo. Poco después Andreas Classen es expulsado del grupo, acusado de llevar demasiado lejos y a un ámbito muy personal las ideas oscuras del grupo, amenazando la propia estabilidad del mismo. Entra en escena un nuevo vocalista, Rainer Landfermann, parte fundamental de su siguiente trabajo, y el que tenemos entre manos, Dictius Te Necare (Mátate, en castellano).

Aquí nos encontramos ante el que es el mejor trabajo del grupo en mi opinión, y obra capital para comprender el metal más extremo y oscuro. La producción es perfecta, a diferencia que en Dark Metal, y el black metal de la banda se despliega de un modo mucho más refinado, poniendo a Bethlehem entre los grupos punteros del metal europeo, aupados por el auge que ya está viviendo el género por esos años, y que lo impulsa como estilo predominante del viejo continente. Además, las trabajadas atmósferas ejercen de contrapunto ideal a la fiereza salvaje que siguen exhibiendo en la mayoría de los cortes, castigando sin piedad al oyente con subidas y bajadas sonoras que se fusionan perfectamente con la temática esquizoide y oscura del álbum. Y aquí es donde entra en escena una de las piezas fundamentales del mismo: la interpretación vocal de Landfermann. El trabajo que realiza en Dictius Te Necare es simplemente acojonante, siendo comparada por muchos críticos con la de Varg Vikernes de Burzum. En mi opinión, incluso esta comparación se queda corta. Durante los siete cortes del disco, Landermann te arrastra a un mundo de dolor, angustia y muerte, sin que puedas escaparte, y que por muchos momentos puede llegar a hacerte pensar en parar la reproducción y salir pitando de la habitación. Gritos guturales, lamentos, quejidos, cambios súbitos de tono, un repertorio pasmoso con el único fin de hundirte en el agujero más profundo de la existencia humana y ahogarte en él. Años más tarde saldría el también excelente S.U.I.C.I.D.E., con nuevo vocalista y con la introducción de teclados y elementos progresivos, en la línea de bandas emergentes del momento como Dimmu Borgir o Moonspell.

Sin embargo, es este Dictius Te Necare la la pústula que extendió la gangrena posterior, el trabajo que llevó todo lo que es enfermizo y oscuro en la vida a los reproductores de música. Un álbum enorme, al que probablemente no acudas con mucha asiduidad, pero que cada vez que lo escuches volverá a abrir todas esas cicatrices y dolores que pensabas enterrados.

Nota: 10/10



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Vídeo (del tema Tagebuch einer Togeburt)

lunes, 23 de noviembre de 2009

VREID - Milorg (2009)


Tracklist:
  1. Alarm
  2. Disciplined
  3. Speak Goddamnitt
  4. Blücher
  5. Blücher Pt.2
  6. Heroes & Villains
  7. Argumento Ex Silentio
  8. Milorg
Discazo, discazo, y más discazo. Básicamente mi comentario acerca de estos noruegos y su disco podría acabar aquí, y así evitaría empañar la obra maestra que es Milorg con mis sucias palabras, pero que se le va a hacer, si no digo nada de él puede que reviente. Surgidos de las cenizas de los también enormes Windir (grupo de folk/black metal), la trágica muerte de Valfar, su cantante, atrapado por una tormenta de nieve en 2004 a los 25 años de edad, obligó al resto de miembros del grupo a tomar una decisión. El bajista Hvàll decide formar Vreid, y rápidamente se le unen dos de los antiguos miembros de Windir, Sture y Steingrim. Se suma como segundo guitarrista Ese, amigo del grupo y que ya había coproducido el disco de Windir Likferd.

Su propuesta es un soplo de aire fresco dentro del ortodoxo mundo black, tanto a nivel temático como compositivo. Vreid (Furia en noruego), al igual que hicieron en su anterior y también magnífico I Krig, centran esa furia relatando los heroicos esfuerzos de la resistencia noruega ante la ocupación nazi en la II Guerra Mundial. Algo de agradecer en mitad de la ya cansina avalancha de grupos pseudo-satánicos y paganos que campan a sus anchas por el género. Además, su sonido se desmarca también de esos rígidos corsés blackmetaleros, y en este su último álbum encontramos influencias del rock progresivo de los 70, del thrash, del rock´n roll, además de toques folk que nos retrotraen a su bagaje anterior con Windir.

Todo esto hace de Milorg un disco único, lleno de fuerza, evocador, y por qué no decirlo, tremendamente accesible. Y es que aunque hablemos de música extrema, Vreid no renuncian a unos riffs y estribillos que realmente enganchan, y que probablemente hagan que su público potencial aumente de manera considerable, especialmente cuando coquetean con el rock´n roll y los riffs más thrasheros. Tan sólo escuchando el estribillo rockero de Speak Goddamnitt es fácil entender de qué estoy hablando. En esos momentos se acercan al black´n roll de los Satyricon del Now Diabolical, pero aquí culminado de una manera mucho más redonda. También encontraremos pasajes más progresivos, más atmosféricos, que además de recordarnos su anterior etapa en Windir, les aproximan a formaciones clásicas como Pink Floyd o King Crimson. Pueden recordar fácilmente a compañeros de batallas como los enormes Enslaved (a los que han teloneado en varias ocasiones), pero son Vreid un grupo de menor ensoñación, y que tiene siempre en cuenta la coherencia de los temas. Así como Enslaved se dispersan muchas veces entre tanta progresividad, se nota en Milorg que Vreid siempre tienen cuidado en que cada corte suene compacto, como una unidad. La épica es un elemento que está más que presente, como no podía ser de otra manera en músicos con su currículum, así como en un disco de este tipo de temáticas, donde se ensalza el arrojo, la valentía, el dolor y el sacrificio.

Resumiendo: estamos ante un disco básico en el black metal de este siglo, y entre los mejores discos de metal (y por qué no rock) de la década. Imprescindible álbum para todas esas mentes inquietas y libres de prejuicios, de los que pensamos que para nada está todo escrito o compuesto en la música. Dáles una oportunidad a Vreid, y me apuesto mi alma inmortal a que no te decepcionarán.

Nota: 9,5/10


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Vídeo (del tema Pitch Black, de su anterior trabajo I Krig)

NEILA - Danza de Nieblas (2009)


Tracklist:
  1. From Hell I
  2. Bajo El Sol
  3. Amanece
  4. Odisea
  5. From Hell II
  6. Como Serpientes
  7. Danza De Nieblas
¿El mejor disco nacional de este año? En mi opinión si. Puede que propuestas como las de Orthodox sean más originales y arriesgadas, que The Eyes se hayan salido con su Insignis, o que Hand Of Fatima nos dejaran boquiabiertos con ese discazo de post-rock que es Obake, pero este Danza de Nieblas es ENORME. Increíble a nivel compositivo, con una producción alucinante y absolutamente redondo, que se muevan por unas coordenadas ya conocidas de sobra no resta un ápice a la valoración de este trabajo.

Con diez años de andanzas a sus espaldas, los santurtziarras nos entregan su tercer y de largo mejor trabajo. Su evolución ha sido más que notable, y del emo-metal de sus inicios han ido evolucionando a un sonido que les emparenta directamente con formaciones como Neurosis, Isis o Cult Of Luna. Puede que estemos en un estilo saturado, donde las obras capitales del género ya están compuestas y son dificilmente superables, pero sería muy injusto desechar este trabajo de Neila con esos argumentos. Y es que, si nos abstraemos de esos hechos, y nos centramos simplemente en escuchar este trabajo, nos daremos cuenta del grandísimo disco que es Danza De Nieblas.

Arrancan con From Hell I de manera muy acertada, y que una vez escuchado todo el disco, nos hace pensar en un enorme dios primigenio despertando perezosamente y preparando sus músculos para atacar. Coqueteando con ese post-rock que tanta fama está adquiriendo hoy en día, cargan su música de diversos matices y tonalidades, destacando la aparición del teclado, novedad respecto a sus anteriores trabajos. Con Bajo El Sol van calentando motores; estamos ante un tema que va en crescendo, con esas guitarras de riffs repetitivos que poco a poco van cobrando fuerza y que como un mar encrespado nos castiga con una ola tras otra, un sube y baja que es el pilar fundamental de este tema enorme. Amanece es uno de los temas más completos e intensos del disco, y donde el post-rock se da la mano con el sludge e incluso el progresivo. Odisea es una canción muy oscura y dura, con gran presencia de la voz cazallera de su cantante, y que no obstante intercala esos momentos con otros más reposados e intrspectivos, completando otro gran tema, y con el que se llega ya jadeando al ecuador del álbum. Con From Hell II nos dan un respiro necesario, tres minutos de relajación que sirven como puente a Como Serpientes, donde el amor de Neila por el sludge explota en nuestras caras como un puñetazo bien conectado, que cuando parece nos va destrozar, abraza los sonidos más atmosféricos para culminar con un final de una intensidad gigantesca. Completan este trabajo los 11 minutos de Danza de Nieblas, posiblemente el corte con las guitarras más curradas, que se funden progresivamente con la sensacional base rítmica y que cierran un viaje sonoro que nada más terminar te deja con ganas de volver a realizarlo mientras sueñas con emprender uno nuevo siempre que estos tíos estén al timón del barco.

Un discazo, por el que muchas bandas foráneas con menos talento pero más repercusión matarían por parir (es un argumento muy manido, lo sé, pero es que es la puta verdad), y que hará las delicias de cualquier amante del post-metal de calidad. Una rara joya, aún más exótica por descubrirse en estas latitudes, y que mucho me temo sólo será disfrutada por una minoría, principalmente por esa gente que no suele atender a etiquetas ni prejuicios, y que tienen la insana costumbre de guiarse tan sólo por la música.

PD: el formato CD lo edita Odio Sonoro (Santander) y Musichole (Areeta) por unos jugosos 7 euros, mientras que el LP lo sacan My Heart Empire (Portugalete), La Humanidad Es La Plaga (Barakaldo), Tabano Recors (Galiza) y Alerta Antifascista (Alemania). Así que no hay excusas que valgan, si te mola el disco, y te aseguro que lo hará, hazte con una copia ya mismo!

Nota: 9/10


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Vídeo (From Hell I + From Hell II en la Sala Dink de Portu)

domingo, 15 de noviembre de 2009

MELECHESH - Emissaries (2006)


Tracklist:
  1. Rebirth Of The Nemesis
  2. Ladders To Sumeria
  3. Deluge Of Delusional Dreams
  4. Touching The Spheres Of Sephiroth
  5. Gyroscope
  6. Double Helixed Sceptre
  7. The Scribes Of Kur
  8. Leper Jerusalem
  9. Sand Grain Universe
  10. Emissaries And The Mysterium Magnum
  11. Unnamed
Uno de los mejores discos que servidor ha tenido el placer de escuchar jamás. Y de los más sorprendentes. Cuando pensaba que dentro del black-metal no había cabida para nuevos grandes nombres ni propuestas arriesgadas, en mis manos cayó este trabajo de los israelíes Melechesh para hacer saltar por los aires cualquier prejuicio que pudiera tener. Si ya de por sí se hacía novedoso el hecho de que desde aquellos lares se pudiera practicar un estilo tan extremo y rabiosamente anti-religioso (y en muchos casos anti-semita) como el black, cual fue mi sorpresa al constatar que estos tipos habían ido más allá, mutando el tradicional sonido del género y adaptándolo a sus coordenadas geográficas y culturales. Más atípico aún es que a pesar de estar afincados en Israel, la procedencia de los músicos es aún más exótica: El vocalista/guitarrista (Ashmedi) es Armenio-Asirio, el bajista (Al' Hazred) es ucraniano-israelí, el guitarra (Moloch) es asirio-palestino, mientras que el batería (Xul) es alemán. Curiosa mezcla, no? Pues nada comparado con lo que se acaba expresando en el terreno musical.

Autodefiniendo su estilo como "Mesopotamian Black Metal", nunca una etiqueta fue tan certera. Aquí vamos a encontrar lugares comunes dentro del black, como las voces rasposas, baterías endemoniadas y guitarras que suenan por momentos a calambrazos. Pero todo ello unido a unos sonidos orientales realmente fabulosos, y que elevan la música de Melechesh a otra dimensión. Además, la temática difiere bastante del paganismo y anticristianismo común en los combos nórdicos. Los israelís ahondan en la historia y mitología de la cuna de la civilización, donde una miríada de dioses y demonios convivían en el imaginario popular de la época, y donde Jerusalén era llamada por su nombre babilonio original, Uru-Salim. "You are for no one, you are for all/ Untouchable, this city remains", canta Ashmedi en el corte Leper Jerusalem. En lo músical, Melechesh gusta también de arropar su sonido con toques de thrash y death melódico, así como de coros que dan a sus temas un aire realmente épico y avasallador. También beben de una cantidad increíble de sonidos provenientes de folclores muy diversos, como el de Oriente-Medio, sonidos clásicos del Mediterráneo, incluso flamenco. Muy revelador de esto es el maravilloso corte instrumental "The Scribes Of Kur", basado principalmente en percusiones y donde brilla la utilización del buzuq, instrumento de cuerda típico de Siria, Turquía e incluso Grecia, y asociado a los músicos gitanos itinerantes.

Rebirth Of The Nemesis abre el disco con contundencia, como una apisonadora, y donde la tremenda base rítmica del grupo acompaña a unas guitarras rabiosas y con el inconfundible sonido oriental marca de la casa. En ella hablan del Enuma-Elish, origen del mundo según la tradición Sumeria. Le sigue "Ladders To Summeria", para mí el mejor tema del disco y entre los mejores que ha parido el género nunca, donde esas melodías orientales te atrapan con una furia simplemente pasmosa. Los siguientes temas, más duros, nos recuerdan que Melechesh siguen siendo una banda black, y nos retrotraen a su anterior trabajo, el también sobresaliente Sphinx. Otra sorpresa nos deparan con el tema Gyroscope, pues se trata de una versión del grupo de rock The Tea Party, y que supera con creces al original. Estamos ante un tema con el que hasta el popero más flequilludo se rompería a quemar la pista de baile, porque ese riff de guitarra es simplemente arrebatador. Y es que este es un grupo ajeno a corsés. Cuando estamos sin aliento, llega la instrumental de la que hemos hablado, que supone un pequeño y agradecido hiato en el desarrollo del disco, y que sin duda haría las delicias de cualquier amante de los sonidos orientales. Sin embargo, como en la vida, la calma muchas veces precede a la tormenta, y cuando nuestras pulsaciones han descendido a una frecuencia reposada, nos lanzan a la cara Leper Jerusalem, todo un temazo con estructuras thrash metal unido a una percusión que explota rítmicamente como si de un enorme corazón se tratase. Otro verdadero himno. De ahí al final, el grupo no baja el acelerador, cerrando un viaje que realmente deja fascinado y sin aliento.

Una verdadera obra maestra de un grupo que de seguir así, se pueden convertir en verdaderas leyendas de la música extrema en este incierto siglo que comienza a desplegarse.

Nota: 9,5/10


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Video (audio del tema Ladders To Sumeria)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

THEM CROOKED VULTURES - S/T (2009)


Tracklist:
  1. No One Loves Me & Neither Do I
  2. Mind Eraser, No Chaser
  3. New Fang
  4. Dead End Friends
  5. Elephants
  6. Scumbag Blues
  7. Bandoliers
  8. Reptiles
  9. Interlude With Ludes
  10. Warshaw Of The First Breath You Take After You Give Up
  11. Caligulove
  12. Gunman
  13. Spinning In Daffolis
Dave Grohl(FooFighters) + Josh Homme(QOTSA) + John Paul Jones(Led Zeppelin) = Una expectación de cojones!!!.Aún lo estoy escuchando, así que la crítica tendrá que esperar un poco... Pero para todos los impacientes, lo dejo aquí colgado.

Bueno, pues ya lo tengo sobado, lo suficiente para emitir una opinión un poco fundamentada. Tras mucho meditar, he llegado a la conclusión de que esta unión de supertalentos no ha sido igualitaria, imponiéndose por goleada el de nuestro amigo Josh Homme. No es sólo que se ocupe del apartado vocal, que también, sino que es inevitable el pensar en este grupo como unos QOTSA 2. Sí, podemos encontrar aquí destellos de los Cream(Scumbag Blues), de los Doors(Jeweller's Hands) o incluso Nirvana, pero todo diluido dentro del universo creativo de Homme. No es un mal disco, ni muchísimo menos, incluso se puede afirmar que es un trabajo notable, pero la verdad que me imaginaba algo diferente. Supongo que la culpa es mía, y que estos tíos no tienen la culpa del imaginario de cada oyente, pero joder, es que hablamos de tres músicos claves para entender el origen de todo esto, su pasado reciente y su devenir. Y en el fondo es injusto, porque este disco va a ser juzgado más por expectativas que por realidades, y de estas últimas hay unas cuantas expresadas en temazos como el inicial No One Loves Me & Neither Do I, Bandoliers, Reptiles o la ya citada Scumbag Blues. Quizá la mayor pega es ese segundo plano en el que quedan JPJ y Grohl, en mi opinión desaprovechados, principalmente la versatilidad y experiencia del primero, y la rabia desbocada del segundo a las baquetas.

En todo caso, un disco notable, que gustará bastante a los fans de QOTSA y del rock en general, y que subirá enteros si uno consigue despojarse de prejuicios e ideas preconcebidas.

Nota: 7,5/10


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jueves, 5 de noviembre de 2009

ALICE IN CHAINS - Black Gives Way To Blue (2009)


Tracklist:
  1. All Secrets Known
  2. Check My Brain
  3. Last Of My Kind
  4. Your Decision
  5. A Looking In View
  6. When The Sun Rose Again
  7. Acid Bubble
  8. Lesson Learned
  9. Take Her Out
  10. Private Hell
  11. Black Gives Way To Blue
Un disco muy difícil sobre el que escribir. Muchos sentimientos confrontados y prejuicios acerca de la reunión de uno de los grupos más importantes de los 90, de la historia del rock en general, y lo que es más importante (para mí, por supuesto), uno de los grupos básicos en mi vida. De largo el mejor y más original grupo de su generación, Alice In Chains partían de unas coordenadas hard-rockeras con un importante y oscuro baño metálico, que unidas a la única y desgarradora voz de Layne Staley, les convirtieron en uno de los estandartes de aquel movimiento surgido de la deprimente Seattle de la época, y a Layne en ícono torturado que entraba como principal favorito en las macabras apuestas sobre quién sería la primera baja del grunge (Andrew Wood se nos fue antes de que éstas comenzaran).

A pesar de todo, en ningún momento temí por que se pudiera ensuciar el buen nombre de Alice In Chains, ni el legado de Staley al anunciarse este regreso con un disco nuevo tras 14 años de parón. Y eso es debido a la honestidad de la que siempre ha hecho gala Jerry Cantrell, guitarra y compositor de la mayoría de temas de la banda. En sus excepcionales discos en solitario (Boggy Depot y Degradation Trip Vol. 1 & 2) siempre ha mantenido cerca de su órbita a los otros dos miembros de la banda, Mike Inez y Sean Kinney, además de manifestar su malestar por tener que emprender una carrera en solitario que no quería, que no se imaginaba desligada de su amigo Layne. Es en esos años de gira en solitario, presentando los temas del Degradation Trip, cuando se lleva de teloneros a Comes With The Fall, una banda originaria de Atlanta con un sonido muy en la línea del rock de principios de los 90, con un ojo siempre puesto en los clásicos. Además de hacer de teloneros, en poco tiempo pasan a ser también la banda de acompañamiento de Cantrell, y comienza a surgir la amistad con su frontman y compositor, William Du Vall. De ahí hasta que el guitarrista decide dar un paso adelante y le comenta la posibilidad de que entrara a formar parte de un nuevo proyecto compositivo para relanzar Alice In Chains. Pese a la enorme presión que supone, Du Vall acepta y en 2006 comienzan a dar los primeros conciertos, calentando motores para empezar a gestar este trabajo que tenemos ahora entre manos.

Como se ve, en este proceso de reunión no ha habido nada artificioso ni determinado por ninguna valoración de tipo económica, y parece que es el comienzo de una nueva etapa para el grupo. Respecto al disco, disipar cualquier duda o miedo que pueda haber: estamos ante un gran disco, casi sobresaliente me atrevería a decir. Desde la inicial All Secrets Known, nos encontramos con esas conocidas coordenadas del grupo, con esa oscuridad marca de la casa, además de suponer todo un alegato de su actual renacimiento. Ecos del debut Facelift nos asaltan con las contundentes y hard-rockeras Check My Brain y A Looking In View. Los riffs son tremendos, y se nota la adición de la guitarra de Du Vall al sonido del grupo, ganando en contundencia a la vez que en la posibilidad de añadir matices al sonido clásico de Jerry Cantrell. Un posible pero al disco es la contención de la que hace gala Du Vall, ya que solo se suelta realmente y nos demuestra con creces su capacidad vocal en ese temazo que es Private Hell. Sin embargo, el disco sigue desarrollándose en el notable hasta su grandioso final, con la triste y épica Black Gives Way To Blue, donde aparecen unos pianos a cargo del mismísimo Elton John.

En definitiva, un disco bueno, muy bueno, por su presente pero sobre todo por el futuro que nos deja entrever, muy prometedor y en el que a buen seguro William Du Vall tendrá mucho más que decir. Y lo más importante, que lejos de empañar el nombre de este grupo mítico o el de Layne Staley, nos hace recordar con emoción a ese pobre y débil geniecillo rubio que nos ponía los pelos de punta con su voz, y que seguro en estos momentos , desde donde se encuentre, estará muy orgulloso de lo que han hecho sus amigos.

Nota: 8,5/10




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martes, 3 de noviembre de 2009

KATATONIA - Night Is The New Day (2009)


Tracklist:
  1. Forsaker
  2. The Longest Year
  3. Idle Blood
  4. Onward Into Battle
  5. Liberation
  6. The Promise Of Deceit
  7. Nephilim
  8. New Night
  9. Inheritance
  10. Day And Then The Shade
  11. Departer
Estos suecos son una de mis debilidades, tengo que admitirlo. Desde que les descubriera con el Last Fair Deal Gone Down, allá por el 2001, mi amor por su música no ha ido más que acrecentándose, y creo sinceramente que con este nuevo lanzamiento han vuelto a dar otro paso de gigante en cuanto a brillantez compositiva se refiere.

Siguen la línea melódica de los excepcionales Viva Emptiness y The Great Cold Distance, pero a la vez suenan más duros que nunca por momentos, y se pueden observar muchos guiños a su sonido primerizo. En Forsaker, el tema que abre el disco, ya nos asaltan Katatonia en toda su grandeza, con unas guitarras muy duras, pero que se ablandan como metal incandescente ante la irrupción de la preciosa voz de Jonas Renkse. A partir de ahí, las atmósferas van llegando en calculadas y acertadas oleadas que culminan dando forma a otro gran tema de este combo sueco. Le sigue The Longest Year, con la introducción de las clásicas baterías electrónicas del grupo, y que constituye un auténtico hit, reminiscente de la también grande Soil's Song de su anterior trabajo. En este punto ya observamos que la electrónica es un elemento con mucho más peso en los nuevos Katatonia, pero aplicada con una inteligencia y sensibilidad que permiten su integración de una manera orgánica en el tapiz global de la obra. En el tercer corte, aparecen las verdaderas sorpresas. Hablamos de Idle Blood, tremendamente pausada y melancólica, abriendo con guitarras acústicas y pianos, y que al menos a mí me recuerda muchísimo a los ingleses Porcupine Tree. También las guitarras ganan en texturas, y las comparaciones con David Gilmour que he leído por ahí no son para nada descabelladas.

Lo importante es que tras este tridente de maravillosas canciones, y cuando uno casi entendería que el nivel decreciese, nos llega Onward Into Battle, un auténtico temazo trufado de enormes baterías y con un trabajo vocal que arrebata, muy épico. Sin tiempo para asimilar tanta grandeza, aparece Liberation, para mí el superhit del disco, y me atrevería a decir que de su carrera, junto a My Twin. Arreglos de cuerda increíbles, riffs marcados de los que atrapan, y una voz que se expande hasta el infinito. Temazo.

A partir de ahí el disco fluye hasta el final ahondando en todos esos aspectos motores. Así, en Nephilim nos encontramos con unos Katatonia nostálgicos, desplegando un doom gótico de cuando caminaban más cerca de My Dying Bride que de Pink Floyd u Opeth. En New Night e Inheritance las voces de Jonas siguen brillando con fuerza, mientras las diferentes capas sonoras fluyen con una naturalidad calculada. El cierre, con Departer, es muy bello, magnificamente compuesto y producido, de esos que ganan mucho en sucesivas escuchas.

La producción, a cargo de David Castillo junto al propio grupo, es muy clara, y permite al mismo tiempo remarcar la dureza de los riffs como de apreciar todos los sonidos que nos llegan entrelazados, y que aseguro que no son pocos. Muy bien le viene a la voz de Jonas, que creo que es en este trabajo en el que mejor labor desarrolla. He citado ya a bandas a las que se han acercado en sonido, como Pink Floyd, Porcupine Tree u Opeth. Pero ojo, en este caso son eso, referencias, porque el sonido de Katatonia es muy personal y diferenciado. Donde los citados ahondan en lo progresivo, los suecos son mucho más concretos, y en ningún momento abandonan sus esquemas clásicos, negándose a renunciar a esos estribillos y golpes de efecto que te atrapan sin remedio. Si bien es cierto que todo ello lo cubren de unas cuidadas y evocadoras atmósferas, que es de donde surgen principalmente las comparaciones.

En general, es un disco que exige más esfuerzo que sus dos anteriores, y que carece de la pegada inmediata de aquellos, pero al mismo tiempo propone un viaje mucho más interesante y misterioso, y que va atrapando conforme uno va recorriendo millas. En mi humilde opinión, estamos ante el mejor trabajo de Katatonia, y que abre las puertas para una progresión futura del grupo para la que creo aún no se vislumbran los límites.

Nota: 9,25/10


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Escucha del tema Liberation