Hoy toca endurecer un poco la propuesta, que a su vez propone un viaje al interior de una de las culturas más tristemente pisoteadas de la Historia. Sometidos al rodillo inquisitorial de los conquistradores españoles, los pueblos mesoamericanos fueron esclavizados, humillados y privados incluso de su propio pasado. Un pasado que aún a día de hoy nos sigue maravillando por lo avanzado de su ciencia y técnica, por no hablar de un arte exquisito y un panteón de dioses tan rico o más como el de nuestros ancestros occidentales. Muchas de esas maravillas desgraciadamente se han perdido (los españoles derretían las esculturas de oro para hacer lingotes mientras los curas prohibían y destruían importantes textos religiosos tachándolos de heréticos), pero por suerte todavía quedan habitantes del subcontinente que miran atrás con orgullo, y se esfuerzan por preservar y difundir uno de los legados históricos más exhuberante y enigmático de nuestra especie. Entre esa gente se encuentra el grupo que traigo hoy, Yaotl Mictlan (traducido como Guerreros de la Tierra de los Muertos), un cuarteto mexicano pero residente en Salt Lake City. Còmo se tienen que sentir unos señores que odian (justificadamente) el cristianismo y su herencia de muerte e intolerancia viviendo en la capital de una de las corrientes más puritanas del mismo, es algo que no me puedo imaginar. Formados en México en 1999 y tras sacar un par de demos (con la ayuda de Juan Brujo de Brujería), la banda debuta en sociedad con Guerreros de la Tierra de los Muertos (2006), un álbum notable donde unían un black metal con influencias de Belphegor con unos textos en castellano que hablaban de sus raices culturales y su odio por el conquistador blanco. Esas raíces comenzaban a hacerse sentir también en el uso de instrumentos tradicionales mesoamericanos (especialmente percutivos, pero también de viento) y coros, que dotaban a la música de Yaotl Mictlan de una personalidad propia. La acogida del álbum fue tan positiva que Candlelight Records, el prestigioso sello hogar de grupazos como 1349, Anaal Nathrakh, Blut Aus Nord, Emperor u Orange Goblin, no duda en ofrecerles un contrato para lanzar su siguiente disco, el que tenemos hoy entre manos. Actualmente la banda está compuesta por Tlatecatl (voces, guitarra), Yaotl (batería), Nahualli (bajo) y Xolotl (guitarra). Además de esto, todos ellos tocan instrumentos mayas, mexicas, quiches y propios del estado de Oaxaca (preciosa región, por cierto, que tuve el gusto de visitar en mitad de aquella revuelta que nos inspiró a todos...).
Y ahora metiéndonos en harina, he de decir que Dentro del Manto Gris de Chaac me ha encantado, y mucho. Partiendo del black iracundo de su debut, el cuarteto mexicano ha insuflado a su propuesta, y con mucho acierto, una mayor cantidad de instrumentaciones y sonoridades originarias de su folklore nativo. El resultado es un disco que gana enormemente en versatilidad y matices, y al mismo tiempo les diferencia del resto de bandas del género dentro de la arena internacional. Si hubiera que buscar similitudes, creo que la de los israelís Melechesh sería muy acertada, por aquello de fusionar el extremismo sonoro con ritmos propios del folklore de sus diferentes culturas. Quizás Rotting Christ les quedan más lejos, ya que pese a todo lo comentado, Yaotl Mictlan siguen siendo inequivocamente blackers, mientras la música de los griegos hace tiempo que abandonó ese sendero. Como si fueran enviados de Chaac, deidad mexica (azteca según la denominación occidental) de la lluvia, Yaotl Mictlan se avalanzan sobre el oyente como una desatada tormenta repleta de energía y mala hostia, encarnada en una interpretación vocal, la de Tlatecatl, que hubiera conseguido que más de un conquistador español se hubiera dado media vuelta sin desenvainar siquiera la espada. Apoyándose en una descarga de violencia sonora tremenda, a su vez el cuarteto mexicano demuestra un gusto exquisito por las melodías y le épica, que a bien seguro te hará levantar el puño y apretar los dientes en más de una ocasión. Este último elemento, el épico, se ve aumentado por la introducción de unas percusiones folklóricas impresionantes, así como unos coros guerreros que te pondrán los pelos de punta. De hecho, si algo se le puede achacar al álbum es que esos trazos ancestrales no sean más visibles en el mural de Dentro Del Manto Gris De Chaac, porque de verdad que son todo un acierto. Aún y todo, es imposible no alucinar en colores con ese pepinazo puramente black que es Cihuacoatl o la ultraviolenta Hun Hunapu. Con la voz y la batería como pilares maestros de su pirámide ancestral, Yaotl Mictlan despliegan 8 temas donde demuestran su tremenda evolución técnica y compositiva respecto a su debut, alcanzando momentos de verdadera genialidad. Temas como Garra de Jaguar - Ocho Venado, Noche Triunfadora o Nada Verde Crece Aquí son de lo mejor que un servidor ha escuchado no sólo este año, sino en mucho tiempo. He leído estupideces chovinistas en varias webs anglosajonas sobre la supuesta pega del idioma. Que les jodan, y se esfuercen por comprender otros idiomas y culturas, como hacemos los demás, o acabarán pareciéndose muy mucho a esos conquistadores españoles que pisotearon un continente entero bajo el símbolo de la cruz. Éste es un álbum que no está hecho para ser cantado en inglés, ni siquiera en castellano si me apuran. Dentro Del Manto Gris de Chaac hubiera sido tremendo cantado en la lengua originaria azteca, el náhuatl, que aún a día de hoy resiste al castellano y es hablado por más de un millón y medio de mexicanos (y casi 200 mil norteamericanos). Pero bueno, ya estoy divagando otra vez y robándole el protagonismo a un álbum que lo merece más que mis disertaciones lingüísticas.Termino comentando la producción del álbum, que a pesar de adscribirse a eso llamado raw black metal, en ningún momento impide disfrutar de las diferentes y ricas sonoridades que reptan tras el papel protagonista que tiene la violencia primigenia.
Discazo tremendo, y una lección de historia para los muchos ignorantes altaneros que pueblan Occidente. Huitzilopochtli estará muy orgulloso de vosotros, cabrones.
Nota: 9/10
1 comentario:
Tiene una pinta cojonuda! Vamos a pegarle una escucha. Gracias por el descubrimiento.
Saludos.
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