Tracklist:
Disc 1:
Circle
Beneath This Face
Quickening
Caucus Of Mind
Disc2:
Silence
The Order Of Destiny
Ignotum Per Ignotius
Esta semana he decidido condenar al Infierno a todo el que me rodea. Que solo conozca dolor, desesperación y una absoluta sensación de impotencia ante ello. Sí, tengo una semana de esas. Además, me viene que ni pintado, porque tenía pensado desde hace tiempo hacer un pequeño hiato en el blog para dedicarlo al doom de tintes más primarios y oscuros, y a las impresionantes obras maestras que tanto Warning como Esoteric nos regalaron en la segunda mitad de esta década que nos acaba de dejar. Esoteric, al igual que Warning, son una veterana banda inglesa de funeral doom, toda una institución en el género merced a sus más de 15 años de trayectoria y sus enormes cinco álbumes que han despachado hasta la fecha. El quinteto de Birmingham, líderado por Greg Chandler, lanzaron este The Maniacal Vale a través del prestigioso sello francés Season Of Mist (... and Oceans, Anaal Nathrakkh, Drudkh, Gorguts, Rotting Christ, Watain, Solefald...), convirtiéndose rápidamente Ten uno de los álbumes que más elogios recibieran ese año junto a The Call Of The Wretched Sea de Ahab. Sin embargo, y a pesar de lo excelente del disco de los alemanes, The Maniacal Vale se erigió a la categoría de obra maestra, deviniendo en el mejor disco de doom de toda la década (añadiéndole Watching For A Distance de Warning), y en uno de los más grandes discos de doom de todos los tiempos.
Lo primero que hay que decir es que la música de Esoteric no es para todo el mundo. Lejos de ser una afirmación gratuita o snob, es una constatación de una realidad que en muchos casos puede ser extensible al doom en su totalidad, género de gran capacidad erosionadora y que necesita un importante esfuerzo por parte del oyente. Y es un esfuerzo que no mucha gente está dispuesta hacer, más cuando se trata de penetrar en un mundo generalmente dominado por los sentimientos y sensaciones más pesismistas que el género humano haya sido capaz de desarrollar. Pues todo esto está multiplicado por mil en The Maniacal Vale, porque a lo que uno se enfrenta es a un doble álbum que se estira agónicamente hasta 1 hora y 40 minutazos. Personalmente puedo asegurar que es el disco más agotador al que me he enfrentado jamás, y no lo digo por que me haya causado aburrimiento, ni mucho menos, pero es tal la intensidad que despliega, lo enfermizo de su propuesta y el mal cuerpo que genera que difícilmente uno puede terminar de escucharlo sin tener la sensación de haber sido pisoteado, vejado y hundido en la más profunda de las ciénagas. Todos sabemos que el doom, y más el funeral doom, se rigen por unos esquemas muy definidos y poco dados a la experimentación, de ahí que la gran mayoría de bandas caigan en una monotonía insoportable basada en notas que se extienden perezosas hasta el infinito. Pero de vez en cuando alguna formación alcanza la esencia pura del género, que no es otra que el regodeo en los sentimientos más oscuros del hombre a través de unas sonoridades que por lentas desesperan, y que de tan expansivas te rodean y asfixian. The Maniacal Vale consigue eso y mucho más. Siguiendo el mismo esquema, con temas que comienzan atmosféricos y van ganando en intensidad hasta destruirte, en ningún momento suenan Esoteric unidimensionales. Y eso es simplemente porque la colección de temazos que escupen en tu cara es irrebatible. De la belleza decadente de Beneath This Face a ese inesperado trallazo de death metal old school llamado Caucus Of Mind, pasando por el apoteósico cierre con Ignotum Per Ignotius, todo está conjurado para desgarrarte la yugular y observar como te desangras lentamente. A pesar de que Esoteric utilizan teclados y pasajes melódicos perfectamente integrados en el conjunto, su principal baza son unos riffs que, unidos a una producción perfecta y a los berridos inhumanos de Greg Chandler, elevan unas murallas de sonido que por momentos te parecen tangibles por las cotas de masividad que alcanzan. Y los breves respiros que ofrecen, como en la preciosamente oscura Silence, tan sólo son para crearte esa falsa sensación de seguridad que, como en la vida, precede a los grandes batacazos y decepciones. Al igual que con Negura Bunget, Esoteric es de esas bandas que no hacen música para ser escuchada, porque ningún sentido es capaz de asimilarla en su totalidad. Los británicos proponen experiencias, y como tales deben ser afrontados sus álbumes. The Maniacal Vale fue su último asalto a la psique humana, y os aseguro que no volveréis a ser los mismos después de afrontarlo.
Una obra descomunal, casi inabarcable. Auténtica obra maestra y una oda a la desesperación como nunca oiréis en vuestras vidas.
Lo primero que hay que decir es que la música de Esoteric no es para todo el mundo. Lejos de ser una afirmación gratuita o snob, es una constatación de una realidad que en muchos casos puede ser extensible al doom en su totalidad, género de gran capacidad erosionadora y que necesita un importante esfuerzo por parte del oyente. Y es un esfuerzo que no mucha gente está dispuesta hacer, más cuando se trata de penetrar en un mundo generalmente dominado por los sentimientos y sensaciones más pesismistas que el género humano haya sido capaz de desarrollar. Pues todo esto está multiplicado por mil en The Maniacal Vale, porque a lo que uno se enfrenta es a un doble álbum que se estira agónicamente hasta 1 hora y 40 minutazos. Personalmente puedo asegurar que es el disco más agotador al que me he enfrentado jamás, y no lo digo por que me haya causado aburrimiento, ni mucho menos, pero es tal la intensidad que despliega, lo enfermizo de su propuesta y el mal cuerpo que genera que difícilmente uno puede terminar de escucharlo sin tener la sensación de haber sido pisoteado, vejado y hundido en la más profunda de las ciénagas. Todos sabemos que el doom, y más el funeral doom, se rigen por unos esquemas muy definidos y poco dados a la experimentación, de ahí que la gran mayoría de bandas caigan en una monotonía insoportable basada en notas que se extienden perezosas hasta el infinito. Pero de vez en cuando alguna formación alcanza la esencia pura del género, que no es otra que el regodeo en los sentimientos más oscuros del hombre a través de unas sonoridades que por lentas desesperan, y que de tan expansivas te rodean y asfixian. The Maniacal Vale consigue eso y mucho más. Siguiendo el mismo esquema, con temas que comienzan atmosféricos y van ganando en intensidad hasta destruirte, en ningún momento suenan Esoteric unidimensionales. Y eso es simplemente porque la colección de temazos que escupen en tu cara es irrebatible. De la belleza decadente de Beneath This Face a ese inesperado trallazo de death metal old school llamado Caucus Of Mind, pasando por el apoteósico cierre con Ignotum Per Ignotius, todo está conjurado para desgarrarte la yugular y observar como te desangras lentamente. A pesar de que Esoteric utilizan teclados y pasajes melódicos perfectamente integrados en el conjunto, su principal baza son unos riffs que, unidos a una producción perfecta y a los berridos inhumanos de Greg Chandler, elevan unas murallas de sonido que por momentos te parecen tangibles por las cotas de masividad que alcanzan. Y los breves respiros que ofrecen, como en la preciosamente oscura Silence, tan sólo son para crearte esa falsa sensación de seguridad que, como en la vida, precede a los grandes batacazos y decepciones. Al igual que con Negura Bunget, Esoteric es de esas bandas que no hacen música para ser escuchada, porque ningún sentido es capaz de asimilarla en su totalidad. Los británicos proponen experiencias, y como tales deben ser afrontados sus álbumes. The Maniacal Vale fue su último asalto a la psique humana, y os aseguro que no volveréis a ser los mismos después de afrontarlo.
Una obra descomunal, casi inabarcable. Auténtica obra maestra y una oda a la desesperación como nunca oiréis en vuestras vidas.
Nota: 10/10
2 comentarios:
Sencillamente, la más increíble banda de funeral death que ha pisado y tocado en este planeta, de largo, aunque la etiqueta se les queda muy corta. THE MANIACAL VALE es una obra maestra de la música contemporanea que sólo se puede afrontar desde la más absoluta sumisión, si no te dejas llevar, si no te dejas inundar, estás muerto.
Genial el comentario, por cierto, muy bueno, aunque pienso que para introducirse en el universo sonoro de ESOTERIC quizás sea mejor empezar por otra obra maestra de imposible nombre, SUBCONSCIOUS DISSOLUTION INTO THE CONTINUUM, en la que efectivamente uno de disuelve del todo, pero en la mitad de tiempo, jejeje...
Unos absolutos genios.
Diu bajando ya...
y el de galar tb, mil gracias por todo este material tan interesante!
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