Entre tanta novedad, y mientras preparo mi valoración del último pepinazo de Jucifer (cortesía del siempre atento Alexcore), es bueno pararse de vez en cuando y dedicar espacio a grupos que aunque no se encuentren en primera línea por la inmediatez del lanzamiento de un nuevo álbum, si lo están por la relevancia de su música, o al menos por la importancia que para servidor supuso su descubrimiento. En este grupo se encuentran los algecireños Viaje a 800, banda que junto a Mermaid fueron pioneros del sonido stoner en nuestro país, y primeras cabezas visibles del por entonces novato sello Alone Records. Formados en 1997, no fue hasta 2001 que el trío debutó con su primer larga duración, el impresionante Diablo Roto Dë... La grandeza de este álbum traspasó nuestras estrechas fronteras estatales, y los parabienes por parte de la crítica llegaron desde todos los rincones del planeta, que alabaron especialmente lo personalísimo de su sonido, y todo ello a pesar de que la banda siempre tuvo claro que el idioma en el que querían expresarse era el castellano, aspecto que en principio podía frenar la difusión de un sonido tan ligado al mundo anglosajón. Antes de eso, ya habían grabado una maqueta, Santa Águeda (1998), y un split junto a los argentinos Los Natas. Diablo Roto Dë... tuvo una repercusión enorme (para tratarse de este tipo de música y en nuestro país), y de hecho hasta que Alone se decidió a reeditarlo en 2007, el álbum estuvo años agotado. Ese mismo año se publicó el segundo LP de la banda, Estampida de Trombones, un disco mucho más pulido en todos los aspectos que su antecesor, y donde la etiqueta stoner se les queda pequeña por la cantidad de influencias de las que beben.
Lo primero que hay que decir de estos tíos es que su sonido es único. Vale, las influencias están ahí, son reconocibles, pero de alguna manera al pasar por el filtro de los gaditanos el sonido muta, cambia, y se dota de un aire especial, difícil de definir pero potente. En un panorama en el que las bandas están tan preocupadas por sonar como sus homólogos norteamericanos que devienen irremisiblemente en meros clones mediocres, Viaje a 8oo sobresalen como una entidad con genética propia, encontrándose entre las pocas formaciones a nivel internacional con el derecho a enarbolar su propia bandera.
Diablo Roto Dë... El primer álbum de la banda se erige sobre tres pilares fundamentales, que no son otros que Kyuss, Black Sabbath y Pentagram. Sin embargo, ese primarismo no está carente de detalles, como lo certifican los escarceos con el jazz rock en Vuelo Infierno / Alter en Marte gentileza de un saxofón exquisitamente introducido. Otro ejemplo es la final Humo de Mota, que pilla al oyente completamente a contrapié y que hace honor a su nombre. Pero si servidor debe remarcar temas, esos serían los dos que abren el álbum, y que no podrían ser más diferentes entre sí. El primero, Roto Blues, dice mucho de la actitud de esta banda, porque comenzar un disco con un tema de 10 minutos tan plúmbeo, monolítico y psicodélico como ese habla a gritos de lo poco amigos que son de los convencionalismos. Una pasada de tema, que sin ninguna prisa va elevando la presión hasta atraparte irremisiblemente en una especie de descenso a las profundidades abisales tras haberte zampado un par de tripis. Maravillosa. Cardio Límite, el segundo corte en cuestión, es todo lo contrario, ya que se trata de la canción más rapida del álbum, un puñetazo stoner 100%. Contundencia, blues decadente, psicodelia lisérgica y, sobre todo, actitud y personalidad a raudales en uno de los dos mejores discos de rock que jamás se han hecho en este país. Pero claro, es que el otro es Estampida de Trombones...
Estampida de Trombones. Toda una reafirmación de que Viaje a 800 son inalcanzables, tanto en calidad compositiva como por su constante afán de renovación. Estamos ante un álbum que rezuma pesimismo, amargura, y que como nicotina en tus pulmones se te queda adherido hasta ahogarte entre negro alquitrán. Sólo por ese comienzo con Los ángeles que hay en mi piel y El amor es un perro del Infierno abaten a puñetazos y dentelladas a cualquier contrincante que tuviera la osadía de enfrentarles. Riffs poderosos, letras pesimistas y desafiantes, voces dobladas que te transportan a otra dimensión y un sonido expansivo que no derrumba fronteras porque en el mundo de Viaje a 8oo nunca existieron. Todo en este disco suena perfecto, gracias sobre todo a una notable mejoría en la producción y en la habilidad técnica del trío, que parece no conocer límites. Algo que queda patente en las tremendas instrumentales, Ossario y Dios Astrónomo, donde la banda no teme explorar ninguna sonoridad, electrónica incluida. Zé es todo un puñetazo en la cara, directo, y que nos recuerda al sonido de su anterior trabajo. En Luto la potencia deja paso a la delicadeza, y la guitarra acústica toma el papel protagonista. Un tema que mantiene una conversación con los silencios, y que culmina con un solo de guitarra espacial acojonante. En Patio Custodio vuelve la experimentación, esta vez de la mano de sonidos de claras reminiscencias árabes, y que da paso a Cabezas de Tungsteno y Cancer Bahía, que vuelven a incidir en lo pesimista del álbum. La primera, a través de una letra que puede hundir al más risueño, y la segunda echando mano del poder más melancólico de la bossa nova (si, estos tíos no temen tocar ningún palo). Una obra maestra en toda regla.
Con estos dos discos, Viaje a 800 se han puesto un listón tremendamente alto de cara al inminente nuevo álbum. Para el resto de bandas, nacionales e internacionales, una tarea imposible.
Lo primero que hay que decir de estos tíos es que su sonido es único. Vale, las influencias están ahí, son reconocibles, pero de alguna manera al pasar por el filtro de los gaditanos el sonido muta, cambia, y se dota de un aire especial, difícil de definir pero potente. En un panorama en el que las bandas están tan preocupadas por sonar como sus homólogos norteamericanos que devienen irremisiblemente en meros clones mediocres, Viaje a 8oo sobresalen como una entidad con genética propia, encontrándose entre las pocas formaciones a nivel internacional con el derecho a enarbolar su propia bandera.
Diablo Roto Dë... El primer álbum de la banda se erige sobre tres pilares fundamentales, que no son otros que Kyuss, Black Sabbath y Pentagram. Sin embargo, ese primarismo no está carente de detalles, como lo certifican los escarceos con el jazz rock en Vuelo Infierno / Alter en Marte gentileza de un saxofón exquisitamente introducido. Otro ejemplo es la final Humo de Mota, que pilla al oyente completamente a contrapié y que hace honor a su nombre. Pero si servidor debe remarcar temas, esos serían los dos que abren el álbum, y que no podrían ser más diferentes entre sí. El primero, Roto Blues, dice mucho de la actitud de esta banda, porque comenzar un disco con un tema de 10 minutos tan plúmbeo, monolítico y psicodélico como ese habla a gritos de lo poco amigos que son de los convencionalismos. Una pasada de tema, que sin ninguna prisa va elevando la presión hasta atraparte irremisiblemente en una especie de descenso a las profundidades abisales tras haberte zampado un par de tripis. Maravillosa. Cardio Límite, el segundo corte en cuestión, es todo lo contrario, ya que se trata de la canción más rapida del álbum, un puñetazo stoner 100%. Contundencia, blues decadente, psicodelia lisérgica y, sobre todo, actitud y personalidad a raudales en uno de los dos mejores discos de rock que jamás se han hecho en este país. Pero claro, es que el otro es Estampida de Trombones...
Estampida de Trombones. Toda una reafirmación de que Viaje a 800 son inalcanzables, tanto en calidad compositiva como por su constante afán de renovación. Estamos ante un álbum que rezuma pesimismo, amargura, y que como nicotina en tus pulmones se te queda adherido hasta ahogarte entre negro alquitrán. Sólo por ese comienzo con Los ángeles que hay en mi piel y El amor es un perro del Infierno abaten a puñetazos y dentelladas a cualquier contrincante que tuviera la osadía de enfrentarles. Riffs poderosos, letras pesimistas y desafiantes, voces dobladas que te transportan a otra dimensión y un sonido expansivo que no derrumba fronteras porque en el mundo de Viaje a 8oo nunca existieron. Todo en este disco suena perfecto, gracias sobre todo a una notable mejoría en la producción y en la habilidad técnica del trío, que parece no conocer límites. Algo que queda patente en las tremendas instrumentales, Ossario y Dios Astrónomo, donde la banda no teme explorar ninguna sonoridad, electrónica incluida. Zé es todo un puñetazo en la cara, directo, y que nos recuerda al sonido de su anterior trabajo. En Luto la potencia deja paso a la delicadeza, y la guitarra acústica toma el papel protagonista. Un tema que mantiene una conversación con los silencios, y que culmina con un solo de guitarra espacial acojonante. En Patio Custodio vuelve la experimentación, esta vez de la mano de sonidos de claras reminiscencias árabes, y que da paso a Cabezas de Tungsteno y Cancer Bahía, que vuelven a incidir en lo pesimista del álbum. La primera, a través de una letra que puede hundir al más risueño, y la segunda echando mano del poder más melancólico de la bossa nova (si, estos tíos no temen tocar ningún palo). Una obra maestra en toda regla.
Con estos dos discos, Viaje a 800 se han puesto un listón tremendamente alto de cara al inminente nuevo álbum. Para el resto de bandas, nacionales e internacionales, una tarea imposible.
Nota:
Diablo Roto Dë... - 9,5/10
Estampida de Trombones - 10/10
VIAJE A 800 - Diablo Roto Dë...
VIAJE A 800 - Estampida de Trombones
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Diablo Roto Dë... - 9,5/10
Estampida de Trombones - 10/10
VIAJE A 800 - Diablo Roto Dë...
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8 comentarios:
menudos discazos!!!!
el estampida es ya un clasico
Hola. ¡Qué tal!
Soy nuevo en tu blog, hace poco que lo acabo de descubrir y lo he seguido, por lo que he de decirte que me gusta mucho tu blog y ya me hice tu seguidor oficial. Tus reseñas de discos de todo género son muy buenas, aunque me centro yo más en las de metal brutal, como el Black y el Death, sin embargo todas tos reseñas me gustan mucho en general.
Quiero hacerte una atenta invitación a mi blog, del cual también estoy buscando seguidores.
La dirección es la siguiente:
http://runestomymemory.blogspot.com/
Estamos en contacto. Un saludo.
Ovación y vuelta al ruedo. VIAJE A 800 probablemente sea una de las bandas más interesantes del panorama nacional (y seguramente de la más infravaloradas), con dos discos como dos astros oscuros, imprescindibles.
Por cierto, la reciente reedición de DIABLO ROTO DË..., con temas extras, no tiene desperdicio.
Un saludo.
Qué grandes joder, y qué tan pocos valorados también. Enormes Viaje a 800. Quizás me guste más Diablo Roto Dë... que Estampida de Trombones por el hecho de que me resulta mucho más Stoner, pero no deja de ser el otro un auténtico discazo.
Un saludo.
Jeje, si, yo también le guardo un cariño más especial al Diablo. Aún así, dos discazos enormes ambos!
Grupazo, de lo mejorcirto que hay por aquí. Desgraciadamente, las dos veces que les he visto en directo no debíamos de estar más de 25 personas. Conciertazos los dos de todas formas.
Saludos.
ese de la foto no es el baterista de esos dos discos !!!!
Grandes, nuevos temas 2011 en su www.myspace.com/viajea800
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