Como ya comenté con el album de Esoteric, esta semana quiero condenaros a un profundo pozo de desesperación. Unas décimas de fiebre a causa de una neumonía y un cielo gris no hacen sino incrementar mi determinación. Y que mejor que los gigantescos Warning para ello. Procedentes de Essex, la banda se formó en 1994 por el batería Stuart Springthorpe y el vocalista y guitarra Patrick Walker. Tras dos demos, Revelation Looms en 1996 y Blessed By Sabbath en 1997, su primer larga duración llegó en 1999. The Strength To Dream, obra de culto fundamental dentro del metal tradicional, salió de la mano del sello Miskatonic Foundation propiedad de Rich Walker (guitarra de Solstice), que años antes había publicado At The Mountains Of Madness, recopilatorio de bandas en el que participaron los propios Warning y que a día de hoy está considerada como la primera piedra en la oleada de bandas de doom tradicional que se consolidó durante toda la década siguiente. Aquel álbum supuso toda una conmoción en el mundillo metálico, y entre sus participantes se encontraban grupazos como Slough Feg, Solstice, While Heaven Wept o Cold Mourning. La banda, sabiéndose ya un grupo de culto, se separó en 2001 y sus miembros se dedicaron a sus propios proyectos personales. Sin embargo en 2005 volvieron al trabajo conjunto, y el resultado es este Watching From A Distance, muy seguramente el mejor álbum de doom "clásico" de la década. Desgraciadamente, el grupo volvió a separarse en 2009 sin que ninguna noticia indique que esa situación vaya a cambiar.
Mientras Esoteric transmiten dolor, agonía y deseperación, Warning se centran simplemente en un solo sentimiento, la melancolía. Basando su propuesta en unos lentos y monolíticos riffs y en la personalísima voz de Walker, Watching From A Distance te transportan a un mundo regido por el abatimiento y cuyo único color es el gris más plomizo. Lo más destacable es que en un género tan encorsetado como el doom, la banda suena única. Si, diréis que esto ya lo habéis oido antes, y que nunca es cierto del todo. Pues no se debido a qué será, pero en este caso es verdad, y es lo que hace tan especial a Warning. Desde la manera en la que despliegan esos guitarreos pesados, a la increíble habilidad para desplegar retorcidas melodías con unos pocos acordes pasando por la empática exhibición en las voces de Walker, todo hace de Warning una formación absolutamente única. Deteniéndome en ese último aspecto, asusta la capacidad de este hombre para llevarte a su mundo con sus lamentos. No es que posea una voz asombrosa (Robert Lowe o Messiah Marcolin tienen chorros de voz muy superiores), pero su capacidad para transmitir emociones es sencillamente incomparable. Siguiendo a esos riffs monótonos, su tono lineal pero reverberante a la hora de cantar unido a unas letras preciosas y muy personales consiguen que el oyente se vea incapaz de resistir una honda sensación de soledad en el pecho, como si de una fulminante depresión se tratase. De hecho la música de Warning se puede resumir a una épica y desesperanzadora batalla entre las seis cuerdas de una guitarra contra las cuerdas de una voz desgarrada por el dolor. No voy a diseccionar los cinco temas que componen Watching From A Distance, dejo que seáis vosotros los que juzguéis. Yo ya lo hice en su día, y el veredicto es que Warning es Doom en estado puro, tanto musicalmente como filosóficamente. Sin lugar a dudas los dos álbumes de los británicos merecen ocupar el mismo lugar que ya lo hacen las obras magnas de Pentagram, Saint Vitus, Candlemass o Sleep. Lo que es incuestionable es que Watching From A Distance es el mejor disco de Doom de toda su década.
Una de esas pocas obras capaces de seducir tu alma al mismo tiempo que tus oidos. Del mismo modo, se trata de uno de los escasos álbumes que consiguen llevarte a su terreno, aunque éste sea un paraje yermo de esperanza. Esencial.
Mientras Esoteric transmiten dolor, agonía y deseperación, Warning se centran simplemente en un solo sentimiento, la melancolía. Basando su propuesta en unos lentos y monolíticos riffs y en la personalísima voz de Walker, Watching From A Distance te transportan a un mundo regido por el abatimiento y cuyo único color es el gris más plomizo. Lo más destacable es que en un género tan encorsetado como el doom, la banda suena única. Si, diréis que esto ya lo habéis oido antes, y que nunca es cierto del todo. Pues no se debido a qué será, pero en este caso es verdad, y es lo que hace tan especial a Warning. Desde la manera en la que despliegan esos guitarreos pesados, a la increíble habilidad para desplegar retorcidas melodías con unos pocos acordes pasando por la empática exhibición en las voces de Walker, todo hace de Warning una formación absolutamente única. Deteniéndome en ese último aspecto, asusta la capacidad de este hombre para llevarte a su mundo con sus lamentos. No es que posea una voz asombrosa (Robert Lowe o Messiah Marcolin tienen chorros de voz muy superiores), pero su capacidad para transmitir emociones es sencillamente incomparable. Siguiendo a esos riffs monótonos, su tono lineal pero reverberante a la hora de cantar unido a unas letras preciosas y muy personales consiguen que el oyente se vea incapaz de resistir una honda sensación de soledad en el pecho, como si de una fulminante depresión se tratase. De hecho la música de Warning se puede resumir a una épica y desesperanzadora batalla entre las seis cuerdas de una guitarra contra las cuerdas de una voz desgarrada por el dolor. No voy a diseccionar los cinco temas que componen Watching From A Distance, dejo que seáis vosotros los que juzguéis. Yo ya lo hice en su día, y el veredicto es que Warning es Doom en estado puro, tanto musicalmente como filosóficamente. Sin lugar a dudas los dos álbumes de los británicos merecen ocupar el mismo lugar que ya lo hacen las obras magnas de Pentagram, Saint Vitus, Candlemass o Sleep. Lo que es incuestionable es que Watching From A Distance es el mejor disco de Doom de toda su década.
Una de esas pocas obras capaces de seducir tu alma al mismo tiempo que tus oidos. Del mismo modo, se trata de uno de los escasos álbumes que consiguen llevarte a su terreno, aunque éste sea un paraje yermo de esperanza. Esencial.
4 comentarios:
Me gustó mucho tu recomendación.
Muy buena la música y la propuesta de estos ingleses.
Suena a esos días en los que no sale el sol para nada, y está lluvioso siempre.
Lástima que se volvieron a separar.
Por cierto ¿Sabes algo de una banda llamada Virgin Black?
Sale pues, un saludo.
Me alegro que te hayan gustado!
De Virgin Black me flipó su debut Sombre Romantic. Otra genial oda a la depresión, y su mezcla de doom y sinfónico mola un montón. Los siguientes albumes en mi opinión son bastante más flojos, aunque el último se salva de la quema. De hecho, Sombre Romantic está en mi lista de posibles subidas para esta semana!
Otro saludo para usted!
PUTO DISCAZO -Sir Cali-
Hay una cosa que siempre me ha causado controversia en este disco: el hecho de que a partir de Bridges, el esquema se repite demasiado. Sin embargo, la voz de este hombre (que no sé cómo coño lo hace para que te entre como si nada en el alma) y el sonido tan opresivo hace que me encante igualmente. Es raro, una sensación extraña. xD
Un saludo.
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