Ecos de una ciudad sumergida.

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sábado, 14 de mayo de 2011

BENIGHTED - Asylum Cave (2011)



Que Francia es toda una potencia en el campo del metal  ya no  es un secreto para nadie, y sus tentáculos abrazan infinidad de subgéneros donde sus bandas ocupan posiciones de liderazgo. Una de esas bandas son Benighted, que aunque parezca mentira ya atesoran más de 12 años de carrera. Muy prolífica, por cierto, ya que el álbum que hoy comento es el sexto desde que en el año 2000 publicaran su debut autotitulado. El quinteto de Saint-Étienne se ha ganado todo un estatus dentro de la música extrema basándose en una propuesta que moderniza los legados de formaciones como Napalm Death y Cannibal Corpse fusionándolos con elementos modernos de deathcore. Con miembros formando parte de otros proyectos como Dishumanized o los animales Disavowed, Benighted son todo un referente que ya se han batido el cobre en directo junto a combos como Autopsy, At The Gates, Obituary, Gorod o Malevolent Creation. Su anterior referencia, Icon (2007), a pesar de su indudable calidad (a mí me encanta), recibió duras críticas por parte del sector más ortodoxo (y en el metal extremo es peor que la Inquisición) por su excesivo “aperturismo”, dirigido hacia el nada disimulado acercamiento que el álbum hacía respecto a géneros como el metalcore. Por ello el principal interrogante era saber si Asylum Cave continuaría esa senda expansiva o volvería a la brutalidad primigenia de la que hacía gala Benighted en sus inicios.


 Tras someterme a un intensivo salvaje del álbum, he de decir que ambos sectores pueden gozar de lo lindo con el álbum. Porque Benighted demuestran que cuando ponen la quinta marcha hay pocos grupos ahí fuera que les igualen en bestialidad esquizoide, pero del mismo modo no renuncian a unos temas con más gancho que Mike Tyson inflado a anfetaminas. Cual alquimistas del terrorismo sonoro, el quinteto galo macera en una proporción mágica elementos de brutal death, grindcore y deathcore para dar lugar a un elemento nuevo y con unas características por las que matarían advenedizos mucho más laureados que ellos. Con el galope salvaje de los Napalm Death de la etapa actual, el músculo abominable de los mejores DyingFetus, el rodillo sonoro propio del deathcore y unas nada disimuladas pinceladas de melodía (entendiendo death melódico, no esperéis una versión de Weezer…), Benighted catapultan a Asylum Cave como uno de los grandes discos de 2011 dentro del metal extremo, a la par que demuestran que se puede modernizar el género sin ridicudizarlo ni edulcorarlo un ápice. Partiendo de una base técnica ultraterrena, repleta de velocidades inverosímiles y cambios de ritmo de infarto, el álbum obra como una compacta apisonadora sonora en la que nada sobra a lo largo de 13 temas simplemente perfectos. JulianTruchan está más exuberante que nunca, y su interpretación vocal debería ser materia de estudio en cualquier facultad de psicología que se preciase, analizando cada berrido gutural y chillido gorrinesco para averiguar cuál es el terrible mal que aflige a su mente. Digna de mención igualmente es la labor de Kevin Foley en la batería, que hace dudar sobre el origen terrestre de este señor. Combinando una potencia y velocidad sobrehumanas en sus golpeos con una creatividad sorprendente en un animal que forma parte de los impíos Disavowed, su aportación es para quitarse el sombrero. Pero por encima de todo brillan unas composiciones que son una auténtica cuadratura de círculo, ya que sin soltarse de la mano de unas melodías omnipresentes durante todo el metraje de Asylum Cave, Benighted han parido uno de los mejores discos de brutal death que servidor recuerde. Muchos se echaran las manos a la cabeza (los fieles al sonido plano en que ha devenido el género), pero para mí Benighted suponen una nueva vuelta de tuerca a un estilo que pedía a gritos una renovación, ejerciendo de continuadores de otros referentes como en su día fueron  (y son) Suffocation, Hate Eternal o Dying Fetus. Polémicas aparte, no puedo más que recomendar un trabajo que destruirá tus cervicales al ritmo de trallazos como Hostile (brutal death con épica? Fuckyeah!), la sorprendente Fritzl, o salvas asesinas como Lethal Merycism y Asylum Cave. Enhorabuena, cabrones!


 A Obscura y Ulcerate les ha salido un muy serio competidor. Esto sí es Metal del Siglo XXI.

NOTA: 9,5/10

2 comentarios:

J.M.B. dijo...

Tienes razón: la escena francesa es la leche! Tengo varios recopilatorios de hardocore gabacho y son acojonantes.

Saludos

Soulkiller dijo...

Una de mis bandas preferidas de Francia, desde luego, y es un crimen que no haya escuchado el disco aún, y más después de todas las críticas positivas que han ido cosechando. Pero bueno, nunca será nunca, así que le daré la escucha en breves y veré qué me parece.

Un saludo.