Como siempre, mis planes para el blog se van al garete. Tenía pensado dedicar esta semana al metal más oscuro y enfermizo que a mis manos había llegado, pero sinceramente no me apetecía escribir sobre otra cosa que no fuera lo nuevo de los norteamericanos Black Pyramid. Dos días llevo escuchando enfermizamente Stormbringer, y creo que su valía bien merece el que mande a la mierda mis intenciones previas. Y es que el trío de Massachusets, el que ya me volara la cabeza en 2009 con su debut autotitulado, es en mi opinión el presente más brillante que el rock pesado norteamericano puede ofrecer, junto a Lo-Pan y Wo Fat. Tras los dos pepinos que éstos han publicado este año, sólo faltaban Black Pyramid para completar un 2011 apoteósico. Cierta desilusión se apoderó de mí al enterarme que Stormbringer iba a ser un EP con tan sólo 2 temas nuevos, perteneciendo los otros cuatro trabajos anteriores (los dos temas originales en vinilo de 8" con un CD conteniendo los 6 cortes totales). Pero el hecho de no haberle hincado aún el diente a sus primeras composiciones y que las que aparecen en Stormbringer fueran regrabadas para la ocasión me elevó el ánimo considerablemente, encarando la escucha del EP con muchas expectativas.
Y he de decir que no se han visto defraudadas, porque de nuevo tenemos a esos Black Pyramid que nos maravillaran en su debut, con su extraordinaria habilidad para beber de las fuentes clásicas y extraer de ellas una energía y pegada superlativas. Con Sleep y Black Sabbbath como principales combustibles, el motor creativo del trío estadounidense es capaz de alcanzar niveles de potencia y contundencia insólitos, añadiendo a tan caústica base unas melodías que convierten cada uno de los temas en simplemente irresistibles. Es el caso de la cara A del vinilo, Stormbringer, que abre con un riff 100% sabbathico para acabar desplegándose con una bicefalia que bascula entre los ritmos pesados del metal y una psicodelia de altos vuelos. Una influencia evidente en su LP y que aquí se ve potenciada es la de sus compatriotas Slough Feg, sobre todo cuando aumentan revoluciones y se lanzan al galope. Un hecho este que me hace dar brincos como una niña, porque ya era hora de que alguien reconociera la valía de una de las bandas más importantes del heavy metal del país de las barras estrellas. No se si es algo consciente y reconocido (no suelo leer entrevistas), pero en todo caso las similitudes ahí están, y si sirve para que la gente pueda descubrir a las huestes de Mike Scalzi, me doy por satisfecho. Cloud Of Unknowing es la cara B del vinilo, y sin lugar a dudas la mayor sorpresa. Un corte que basa su poderío en una ciclópea base, centrando los esfuerzos en construir un armazon pesado, muy doom, y creando un aura de etéreo misterio que es toda una gozada, tanto por su ejecución como por lo novedoso que resulta algo así en manos de estos tipos. Sin perder nunca de vista las melodías, Black Pyramid consiguen que el corte devenga en toda una dinamo de fuerza, densidad y pegada. Otra pasada de canción. Sobre el resto de cortes, sería todo un error desdeñarlos por reciclados y viejos. Entiendo los recelos respecto a los rescates de las demos, pero teniendo en cuenta que el trío se cascó toda una obra maestra en su debut, unas composiciones que sólo tienen un año más de vida deberían como mínimo contar con el beneficio de la duda. Y es que después de escucharlas, podrían haber estado perfectamente en su LP de hace dos años, porque son tres joyas (más la que apareció en la edición en vinilo del debut) de valor incalculable. Illumination es un ciclópeo corte de 15 minutos, y donde la ya mencionada bicefalia entre contundencia sabbathica y psicodelia encaja tan perfectamente que deviene en un viaje alucinante, en el que no sabrás si descoyuntarte el cuello o cerrar los ojos y volar. Y acabarás haciendo ambas, te lo aseguro. Warswine (de su split con Old One) es otro temazo que me recuerda a rabiar a Slough Feg, con su galopar tan característico y esas melodías épicas que tan grande han hecho al cuarteto de San Francisco, y que finaliza con una contundente cabalgada que hará las delicias de cualquier amante del stoner. Macedonia engaña con un comienzo muy pesado, pero que según avanza el metraje se convierte en una orgía de guitarreos melódicos más heavys que una tormenta de hachas, de esos que te hacen elevar los cuernos al cielo. Genial! Caravan cierra el CD, siendo un tema que vuelve a reivindicar a los grandes Sleep con un tempo calmado y unos riffas capaces de derribar montañas. El broche perfecto para un EP disfrutable a más no poder, y que ratifica todas las esperanzas puestas en el trío a raíz de su tremendo debut.
Black Pyramid no necesitan más de dos temas para recordarnos que siguen siendo una de las bandas más grandes del presente rockero norteamericano, y nos hacen babear de lo lindo de cara a su segundo trabajo, del que ya si que no tengo ninguna duda que será espectacular. Para los que desconocían los temas incluidos como bonus track, un LP en toda regla que les hará disfrutar tanto como su laureado debut.
NOTA: -/-
2 comentarios:
Lo tengo descargado, son sabía nada de ellos pero la portada me llamó muchísimo la atención. Tiene muy buena pinta. A principios de octubre nos visitan Dark Castle y YOB, conciertazo.
Saludos
Me sorprende que no los conozcas! Estoy seguro que te encantarán, porque el rock que se gastan estos tíos es de un nivel acojonante.
A YOB iré de cabeza, y además coincide unos pocos días después de que regrese de mis vacatas a China! Ganazas tengo ya...
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