Regresamos al metal extremo con uno de los discos que a buen seguro copará muchas listas de lo mejor de 2011, al mismo tiempo que me temo será denostado por gran parte del sector más duro e integrista del death metal. Pero vayamos por partes. Fleshgod Apocalypse es un joven quinteto italiano oriundo de Perugia, que comenzó a dar sus pasos a mediados de la década pasada. Su primera demo autoproducida vio la luz en 2007, así como un split a cuatro bandas un año después (Da Vinci Death Code). Pero su explosión viene de la mano de un debut, Oracles (2009), que les coloca como una de las formaciones más prometedoras del panorama internacional merced a un death metal tremendamente técnico y adrenalínico. Esas buenas sensaciones se refrendan un año después con la edición del EP Mafia (disco con el que un servidor les conoció gracias al blog del gran Magli), donde introducen a su brutalidad pequeñas pinceladas sinfónicas así como algunas voces limpias, y que les vale fichar por el importante sello Nuclear Blast. A pesar de estar instalados en una posición netamente underground, la valía de los citados trabajos les permiten girar con luminarias del género como Marduk, God Dethroned, Vader o Suffocation. En la actualidad están inmersos en la que probablemente sea la gira más importante de su corta carrera, la participación en el festival itinerante norteamericano The Summer Slaughter Tour, compartiendo cartel con The Black Dahlia Murder, Whitechapel, Dying Fetus o Six Feet Under entre otros.
En entrevistas previas a que Agony viera la luz los integrantes de Fleshgod Apocalypse ya habían avisado de sus intenciones de ahondar en esa vertiente sinfónica que había asomado la cabeza en Mafia. Pero nadie, ni un servidor, podíamos esperar una profundización tan grande como la que los italianos han llevado a cabo en su más reciente trabajo. Y no comento esto como algo negativo, ojo, sino todo lo contrario, pues con Agony el quinteto ha dejado de ser una banda más de death metal, talentosa pero sin ningún rasgo diferencial, para colocarse como toda una potencia dentro de esa corriente que une los sonidos sinfónicos con el metal más extremo imaginable. Fleshgod Apocalypse, con tan sólo este álbum, se han erigido como la banda que Dimmu Borgir lleva años intentando ser (con bochornosos resultados) y le mea en la oreja al reciente y sobrevalorado The Great Mass de sus vecinos griegos Septicflesh. Sobre los primeros no voy a comentar más, por no ahondar en la herida, pero respecto al último álbum de los griegos, mi principal pega viene por una saturación excesiva de orquestaciones que fagocitan el alma del grupo, y que en mi opinión hace encallar The Great Mass en terreno de nadie, transmitiendo una sensación de frialdad notable. No es el caso de Agony, ya que lo que prima sobre el conjunto es una intensidad y pegada que en ningún momento le suelta la mano al death metal, y donde los arreglos y elementos sinfónicos, muy presentes, juegan a matizar y engrandecer esa rabia primaria. El ultratecnicismo iracundo que les hizo un nombre en sus comienzos sigue ahí, e incluso con un par de vueltas más, tanto que a ratos me recordaron a los enormes Ulcerate del Everything Is Fire, lo que no es moco de pavo. Una vez enseñados los dientes y marcado el territorio, es cuando entran en escena orquestaciones y épica como para llenar un par de óperas en la Scala de Milán, cortesía de Francesco Ferrini. Con la entrada de éste como miembro estable de la banda, esos matices clasicistas han pasado a un primer plano, tanto que no se podría comprender Agony sin su presencia. Siendo sincero, el metal sinfónico nunca ha estado entre mis gustos predilectos, pero he de reconocer que nunca había escuchado un álbum en que brutalidad y sofisticación clásica aparecieran tan perfectamente empastados, cumpliendo la segunda de catalizadora para elevar el causticismo extremo a unos niveles de épica que de otro modo serían casi imposibles de imaginar. El único punto negro de Agony es la proliferación de voces limpias, casi operísticas, y que se me antojan completamente innecesarias. El contrapunto al brutal death del quinteto ya viene de la mano de esas orquestaciones que he comentado, y la incorporación de esas voces, ademas de reiterar lo ya propuesto, provoca momentos en los que literalmente nos chirríen los oidos. Una verdadera lástima, porque de no ser por eso Fleshgod Apocalypse podrían luchar por el oro de 2011 sin ningún problema. Aún así, nos encontramos ante un disco soberbio, exhuberante e imaginativo, de una banda que a buen seguro nos seguirá alucinando en un futuro próximo. Libérate de prejuicios, abre tu mente, y disponte a disfrutar de esta carnicería a ritmo de vals...
Nunca el brutal death y la delicadeza clásica fueron tan buenos amigos, ni dieron un resultado tan sorprendente. Agony es la confirmación de que Fleshgod Apocalypse son un torrente de talento, pericia e ideas casi inagotable, y que a poco que pulan minimamente un par de aspectos pueden lanzarnos a la cara una obra maestra en toda regla. Mientras tanto, podemos esperar gustosos degustando este pedazo de disco.
NOTA: 9/10
5 comentarios:
Buenas vibraciones he sentido con lo nuevo de éstos. Pensaba que las voces limpias que decías me iban a echar hacia atrás, pero la verdad es que hasta me han gustado.
Cada vez me queda más claro que la voz de Francesco Paoli es de las mejores y más personales actualmente dentro del panorama. Sólo hay que escucharlo cuando estaba en Hour Of Penance.
¡Saludos, máquina!
Pues si te han gustado las voces limpias, entonces es un disco perfecto!! A mi no me pegan mucho, y por eso no les meto en la gran pelea por el oro. Aún así, es un señor discazo.
Un saludo crack!!
me costo su tiempo el asimilar ese cambio, pero en el fondo lo único que han hecho ha sido potenciar el lado de la banda con la que más sorpresas podian dar. para mi es algo mas flojete que su debut, pero impresionante de todas todas.
Un abrazo!
Con una primera escucha, algo anonadado me hallo con este disco. Impresionante. Las orquestaciones, cuando se ponen a cabalgar en paralelo a los riffacos que se montan estas bestias, son espectaculares. Me recordaron, en su modo de cohesionarse con la marte metalera, a algunas cosas que hicieron los ANOREXIA NERVOSA, aunque aquellos tiraban para el black. Muy buenos, aunque amigo primigenio, no pienso que el último de los SepticFlesh esté sobrevalorado... ¡es que es una maldita masterpiece!
Saludos y sus tentaculares pies, como siempre.
Magli: si, por el lado del embrutecimiento o tecnificando aún más su death metal dudo que hubieran podido hacer algo, en eso estoy de acuerdo. A mí este me gusta más que su debut, pero supongo que es porque como Oracles hay discos ahí fuera, y Agony es un disco mucho más personal. Aún así, ambos sse mueven en la excelencia.
Un saludo también para usted, crack!!
Karba: por fin! algo en lo que discrepamos! jajaja A mi el último de los Septic me aburre, por más que lo he intentado... Cuestión de gustos! Me alegro que te hayan molado estos italianos, y razón hay en lo que dices de los Anorexia...
A sus terroríficos pies!! :D
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