Ecos de una ciudad sumergida.

Translator / traducteur / übersetzer / traduttore...

viernes, 12 de agosto de 2011

POWERWOLF - Blood Of The Saints (2011)



Hoy toca reseñar un álbum, y una banda, muy especiales para mí, puesto que se trata de una de las formaciones más extrañas dentro de mi discografía esencial. Powerwolf son un cuarteto  alemán/rumano de power metal que... QUE???!!! ¿Cthulhu ha enloquecido definitivamente? ¿Power Metal? ¿Se ha pasado al bando de esos amariconados de los Antiguos, mil pestes se los lleven? No, no, para nada, sigo siendo la misma mierda cósmica y tentacular, y mi cordura está igual de jodida que siempre. Aunque devoraré vuestras almas por insinuar mi amistad con los Antiguos. Céntremonos. Powerwolf molan un huevo y parte del otro, y desde su nacimiento en 2003 de la mano de los hermanos Greywolf (si no me llamara Cthulhu ese apellido me lo pediría) se han caracterizado por practicar un power metal muy atípico, especialmente por una estética y unas letras alejadas de los clichés del género, lo que les ha valido el desprecio de esos cro-magnones amantes de Manowar y Helloween. Donde aquellos se regocijan en los cuerpos aceitados y las batallas de espada y brujería, Powerwolf  inciden, con mucho sentido del humor, en himnos que alaban a Satán y orinan sobre el cristianismo, así como en guiños a elementos de la mitología del Centro y Este de Europa, como los hombres lobo y los vampiros. Superándose disco a disco, su confirmación llegó con Bible Of The Beast (2009), una incontestable colección de temazos que respondían a títulos tan grandiosos como Resurrection By Erection, Raise Your Fist, Evangelist o St. Satan's Day. Conscientes de haber dado con una fórmula ganadora y personal, Blood Of The Saints nace con la intención de refrendar todo lo conseguido con su anterior álbum, así como escupir una vez más al cristianismo entre carcajadas. Para ello han contado con un coro de más de cuarenta integrantes, grabando en un par de iglesias abandonadas del siglo XVIII y teniendo a los controles de sonido a Daniel Bergstrand, conocido por sus trabajos para In Flames y Meshuggah. Casi nada!


¿Y qué es lo que tenemos en Blood Of Saints? Pues exactamente lo mismo que hizo grandioso a Bible Of The Beast, que ya es muchísimo. Sin ningún pudor en calcar una fórmula que es suya por derecho propio, Powerwolf se han currado 11 himnos que harán que se te disloque el hombro de tanto alzar el puño cual poseso. Junta en un mismo recipiente cabalgadas infernales, heréticos coros de iglesia, estribillos ganadores repetidos sin misericordia y un Attila Dorn de personalidad y registro vocal arrebatadores, y tendrás un pequeño resumen de lo que te espera. Las reminiscencias a grandes del Heavy Metal son indudables, y a lo largo del metraje del disco se reconocen claramente las de Running Wild o Iron Maiden (Night Of The Werewolves lo hubieran firmado los ingleses perfectamente) entre otros, pero todo ello llevado al oscuro, herético y barroco mundo de este quinteto genial. De principio a fin nos encontramos con un trabajo, y por extensión una banda, hecho para disfrutar con una sonrisa inmensa y una copa de sangre (o cerveza si no nos da el presupuesto) entre las manos, en honor a un Satanás cuyo culto nunca antes había molado tanto. La operística voz de Attila es la maestra de ceremonias perfecta para toda una orgía de melodías y solos de infarto, así como del teclado de un Falk Maria Schlegel que vuelve a salirse por los cuatro costados, con un sonido de órgano omnipresente a lo largo de Blood Of Saints y que dota al álbum de una oscuridad y épica insuperables. Estribillos como los de las iniciales Sanctified With Dynamite o We Drink Your Blood se te grabarán a fuego, y te aseguro que los tararearás sin descanso durante días y días, probablemente hasta que tu jefe te amenace con el despido por proferir cánticos heréticos en la oficina. La ignominiosa alquimia con que estos tíos componen sus temas los hacen irresistibles, tanto que volverás a ellos cientos de veces, y en todas acabarás con los cuernos desafiando al cielo. Imposible remarcar un tema sobre otro, pero si no te pones a hacer el gorila en celo con cortes como Dead Boys Don't Cry, Murder At Midnight o la grandiosa Die, Die, Crucified (¿Soy solo yo, o esos estribillos son 100% hardcore?), es que no tienes sangre en el cuerpo, y mereces tu condición de muerto en vida. Estamos ante un disco mucho más que redondo, a cargo de una banda en su mejor momento de forma, a la que sólo podemos dar gracias por brindarnos estos momentos de total disfrute y alborozo. ¿La mejor banda de power metal del momento? A años luz de todas las demás, pero hasta esto se le queda pequeño (la competencia tampoco es que sea muy dura), y sin pudor afirmo que estamos ante uno de los mejores grupos de heavy metal del planeta. De cabeza a lo mejor de 2011.


Otro disco incontestable, desmedido y genial. Un placer acompañar a Powerwolf en su desenfrenada carrera al Infierno. El Heavy Metal como orgiástica celebración del exceso y la diversión, a cargo de una banda en su momento más dulce.

NOTA: 9,25/10


3 comentarios:

abbath dijo...

bueno, to tampoco soy fan del género pero con una reseña así es imposible resistirse. Lo cataremos a ver que tal

Karba dijo...

Coincido con usted, mi abisal amigo. Powerwolf es de lo más divertido, cañero y escuchable que ha dado el power metal en años (cada vez más heavy que power, por cierto), lejos de los habituales Conans de medio pelo y sobredosis de falsetes. Este último sigue siendo una delicia, aunque pienso que no llega a las cotas de enajenación metalera del anterior, esa Biblia de la Bestia para los anales. Como bien dices, ya tienen una fórmula ganadora, el peligro que ahora les veo es que se acochinen para siempre en las mismas estructuras, estribillos y resortes, algo que ya intuyo en este Blood of the Saints. No obstante, 100% disfrutable, por supuesto.

Y cada vez más maidenianos, pardiez!

Cthulhu dijo...

abbath: a nada que te guste el jebi, este disco te va a encantar!!
Un saludo crack!

Karba: si, ya comentaba en la reseña que su gran referencia es The Bible Of The Beast, pero éste me parece una continuación magnífica. No me importaría que se quedaran en esta fórmula, siempre y cuando no acabaran autofagocitándose, claro.

Un placer leer sus comentarios, como siempre!!