Buf... Superadas por fin estas fechas de excesos y resacas bíblicas, puedo volver a apoltronarme en la butaca y escribir unas líneas sobre el primer álbum de 2011 en los Ecos de R'Lyeh. Y qué mejor que hacerlo con uno de los que más expectativas me habían generado cuando me enteré de su pronta publicación. No porque Belphegor sean una de mis bandas de referencia, sino porque es de esas que quiero que lo sean pero por alguna cuestión, a pesar de encantarme su propuesta, no acaban de ganarme como herético e incondicional seguidor. Discos como Pestapokalypse VI o Goatreich Fleshcult, a pesar de ser trabajos soberbios, no consiguieron terminar de encumbrar a la formación austriaca a la cabeza de esa amalgama de death y black proveniente de Europa del Este y en la que brillan con luz propia los polacos Behemoth. Con una carrera que comenzara allá por 1993 y ocho discos a sus espaldas, el cambio de década parecía el momento idóneo para que la banda formada por Hel "Helmuth" Lennart (voz, guitarra, bajo) y Serpenth (coros, bajo) diera ese paso definitivo en su particular y depravado descenso a los infiernos. Para ello han contado en la labor de estudio con la ayuda de Martin Jovanovic como batería, que se suma al trabajo en directo del guitarrista Wolfgang Süssenbeck (Demolition, Darkside).
Pues los augurios eran buenos, e incluso superan las más altas expectativas que tenía depositadas en el álbum. Porque el dúo austriaco se ha cascado su mejor disco hasta la fecha, creando un monstruo que desde ya se vuelve referencial dentro de una discografía no carente de triunfos. Y lo hacen partiendo de una notable apertura de miras, diversificando su sonido hasta donde Satán lo permite y dando como resultado uno de los discos de música extrema más versátiles que he oido en mucho tiempo. En un género cuya virtud también puede ser su gran defecto, y la intensidad deviene a veces en saturación, Belphegor se han ganado el Averno con un trabajo que además de destilar odio y perversión como para hacer explotar cien monjas al instante, es capaz de desarrollar cautivadoras y oscuras melodías cocidas a un fuego lento que ya es marca de la casa, y rematar la faena insuflando a su sonido una épica espectacular, la mejor oda a las sombras jamás compuesta. Ese algo especial que siempre han tenido los austriacos es la particular manera en que conjugan la brutalidad del death metal y la frialdad quirúrgica del black metal con unas melodías que dotaban al conjunto de una belleza macabra, insana. La gran noticia es que ese ADN se ha desarrollado como nunca en Blood Magick Necromance, dando lugar a piezas únicas e imbatibles en las que además aparecen solos de guitarra melódicos de auténtico escándalo, como en esa puta maravilla de tema que responde al nombre de Discipline Through Punishment. Aprovechando esa capacidad innata para crear retorcidos murales de blasfema belleza, los austriacos han pulido también la utilización de orquestaciones clásicas, que se pasean sin pudor a través de Blood Magick Necromance y que lejos de caer en la fría vulgaridad de bandas como Dimmu Borgir, convierten temas como Blood Magick Necromance o Impaled Under The Tongue Of Satan en clásicos instantáneos con más épica que toda la saga de El Elfo Oscuro de Salvatore. Estamos ante un trabajo que rebasa sus propios límites, derriba cualquier tipo de fontera autoimpuesta y se expande como una joven galaxia en formación, algo digno de admiración en una banda que cuenta con 18 años de carrera a sus espaldas. Su escucha es una de las grandes noticias de este 2011 que acaba de comenzar, amén de candidato claro a estar en las listas de lo mejor de un año que se le quedará corto. Reniega de tu falso, débil y patético Dios, y abandónate a esa espiral de odio, satanismo y sodomía que lleva por nombre Belphegor. Perderás tu alma, eso no te lo niego, pero abrazarás placeres como nunca habías conocido.
Por fin la gran obra de Belphegor, un disco llamado a ser recordado durante muchos años, hasta que la oscuridad se cierna sobre nosotros y reclame el Universo como suyo.
Nota: 10/10
9 comentarios:
toda la razon en tu comentario. EXCELENTE DISCO!!
A mí también me pasa eso con esta banda! me encanta, me entusiasma, pero... no termina de llegarme. En cambio, un día agarro a satan's host (banda rara, hicieron heavy en los 80 y ahora hacen black/death!), que es una banda menor, y me vuelvo loco! con behemoth me pasa algo parecido, es para volverse loco xD
Petapokalypse VI es posiblemente uno de esos discos de Black/Death que más me hayan chocado nunca, y siempre han sabido renovar su sonido sin salirse de la esfera que los envuelve. Ya lo demostraron con Bondage Goat Zombie, y con Walpurgis Rites - Hexenwahn mostraron más presencia de las melodías, aunque este último pasara sin pena ni gloria por mis orejas. Veremos qué tal está esto nuevo.
Un saludo.
Hombre, yo auguro que a los más puristas no les hará mucha gracia este disco. Pero es que los puristas sonríen tan poco...
No sé qué comentar si ya lo dices tú todo, jaja! Completamente de acuerdo, el mejor disco de Belphegor con diferencia.
a mi no me gustan los puristas en ningún estilo. No tiene nada de malo que un disco de black metal sea accesible, joder!!!! que no son los cradle of filth
Joder, me alegra leer que no soy el único... Muerte a los puristas!!! jajajaja
Muy bueno, Belphegor es una de esas bandas que no se venden, ni cambian su estilo, es más, lo renuevan sin perder su estilo... Al igual que los demonios noruegos de Tsjuder!!!
GRacias por la suida, el rapidshare un jala.
Publicar un comentario