Ecos de una ciudad sumergida.

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miércoles, 31 de agosto de 2011

THREE SEASONS - Life's Road (2011)


Si la semana pasada me centraba en los álbumes de metal extremo que en los últimos meses me habían encandilado, esta semana la voy a dedicar a los discos de rock que, en sus diferentes variantes, no se han despegado de mi lista reproducción y aún no había comentado. En las últimas décadas para hablar de rock, especialmente del añejo y atemporal que hunde sus raíces en los 70, es imperativo recurrir a ese pequeño país nórdico que durante dos décadas no ha cesado de alumbrar formaciones de una calidad superlativa. Evidentemente me estoy refiriendo a Suecia, hogar de titanes como Hellacopters, Graveyard, Witchcraft o Mando Diao por poner algunos ejemplos. Podríamos hablar de otros estilos donde también son toda una potencia, como el death metal (en sus dos vertientes, la clásica y la melódica, ambas con derechos de autor patrios) o el pop, y que nos hablan de las bondades de un país que aunque en el fondo apeste como todos los demás, se ha convertido en referente mundial en lo tocante al nivel educativo y cultural de su población. Dejando los estudios sociológicos a un lado, y centrándonos en la banda que hoy visita mi cubil de locura y perdición, toca adentrarse en ese estilo de rock al que hacía referencia, y que nos hace pensar en el amor libre, los viajes de ácido y las ridículas vestimentas hippies. Three Seasons es un trío liderado por el guitarrista y cantante Sartez Faraj, ex de otra de las grandes bandas suecas, Siena Root. Acompañado por el bajista Christian Eriksson y el batería Olle Risberg, la formación ahonda en lo mejor que el hard rock y la psicodelia nos brindaron en aquella maravillosa década de los 70. 


Life's Road es un disco espectacular, adictivo, enérgico, imaginativo, y que hará las delicias de cualquier amante del buen rock que se precie. Sin ninguna intención de innovar (ni falta que hace), Three Seasons dirigen su mira a la tradición, a las raíces, para traernos desde el pasado un disco que perfectamente podría haber sido grabado en 1975. No nos equivoquemos, porque esto no es un refrito plano, sino que nos damos de bruces con un trabajo coherente y con un fuego interno propio, y cuya mágica amalgama de referencias devienen en 9 cortes de una calidad y pegada superlativos. A lo largo de la hora larga que dura el artefacto (¿os he dicho ya que aquí hay mucho progresivo?), esbozaremos más de una sonrisa recordando a Hendrix, a Cream, a Deep Purple, a Santana, a Led Zeppelin o a The Doors. Para neófitos o gente muy joven, el progresivo es un género plagado de pasajes intrincados y técnica sobrehumana, que es lo que abunda hoy día. No esperéis eso en el trío sueco, porque su visión del progresivo se remonta a cuando era más importante la pasión y el fuego que el cerebro, cuando Dios era Hendrix y no Malmsteen. No tengo nada en contra de la evolución actual del rock, pero se echa de menos que haya gente que te apabulle con su corazón, imperfecto pero lleno de vida, en vez de con la precisión matemática. La voz de Sartez Faraj sigue tan maravillosa como siempre, y su labor a la guitarra es una puta pasada, todo un clínic de clase y sofisticación. Sin miedo a atravesar parajes como el del funk (Feel Alive) o el jazz (la jam de Each To Their Own es acojonante), en Life's Road también hay sitio para temazos de hard rock (la genial Too Many Choices o Cold To The Bone con ese riff pegadizo como el chicle) y el folk rock (An Endless Delusion). La inclusión de instrumentos extra a cargo de músicos invitados es todo un acierto, y tanto el mellotron como el sitar y las guitarras acústicas juegan un papel estelar a la hora de matizar y crear una atmósfera muy especial alrededor del álbum. La producción es también de la vieja escuela, casi de directo, y sin ninguna pijada de postproducción que empañe el aura de autenticidad que es inseparable de un disco de estas características. A pesar de lo abultado de su metraje, os aseguro que Life's Road es adictivo de principio a fin, y se os pasará en un abrir y cerrar de ojos... A tiempo para volver a darle al play. No me gustan los coches, pero ante este tipo de trabajos, me encantaría agarrar uno y lanzarme a la carretera sin ninguna otra meta que disfrutar del trayecto. Resumiendo, Life's Road es un trabajo precioso, brillante y que nos recuerda que el rock nunca morirá. Al menos mientras exista Suecia.


Uno de los grandes discos de rock de 2011, aunque ponerle fecha a esta máquina del tiempo no tenga mucho sentido. Three Seasons se suma a la lista de bandas de primer nivel de Suecia, y esperemos que su andadura sea larga, porque de ser así nos van a dar muchas alegrías. El disco perfecto para escuchar junto a tu hermano mayor y tus padres. Qué cojones, junto a cualquiera que se jacte de amar la buena música.

NOTA: 9/10


3 comentarios:

KARLAM dijo...

Se sale este disco, SE SALE!! También a mi me sorprendió muy gratamente y hablaré de sobre el más adelante, cuando acabe el verano, porque esa portada no puede ser más otoñal. Vaya nivel que se gastan por ahí arriba, no es ni medio normal, y por supuesto merece estar entre lo mejor del 2011.

Saludos!

Soulkiller dijo...

Impresionante, el feeling que transmiten es algo que pocas veces me encuentro, y sinceramente prefiero más lo que me transmitan que lo complejo que puedan ser en varias ocasiones, y éstos lo son hasta decir "basta". Since Our First Day es lo más emotivo que haya escuchado en mucho tiempo. Fascinante descubrimiento.

Un saludo.

smith&weeson dijo...

Three Seasons en directo en Segovia...
http://www.youtube.com/watch?v=zpUQ-ay-gsY&feature=g-all-u&context=G2defe95FAAAAAAAAAAA