Ecos de una ciudad sumergida.

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martes, 11 de octubre de 2011

PULLING TEETH - Funerary (2011)


Hoy os invito a adentraros en los furiosos dominios del hardcore, un género que aunque no se caracteriza por su versatilidad ni heterodoxia, de vez en cuando nos regala discos capaces de tirarte de una patada al suelo y dejarte con la boca abierta. Es el caso del nuevo álbum de Pulling Teeth, un quinteto de Baltimore que en muy pocos años se ha situado como una de las mejores bandas de harcore metalizado del planeta. Formados en 2005, este grupo compuesto por ex-miembros de Slumlords, The Spark, Desperate Measures y Never Enough ha hecho gala de un nivel de actividad tremendamente alto, con cuatro álbumes y varios splits ya a sus espaldas. Su debut con Vicious Skin (2006) no pudo ser más exitoso, y sus escasos 14 minutos de metraje fueron suficientes para que aquel trabajo fuera reconocido como una de las grandes sorpresas de aquel año. Tan sólo un año después vio la luz Martyr Immortal (2007), su auténtica consagración y un demoledor álbum rebosante de mala hostia que bebía de los grandes grupos de los 90, especialmente de los titanes Integrity. Paranoid Delusions/Paradise Illusions (2009), su tercer álbum de estudio, fue visto como un pequeño paso atrás por parte de la crítica y los fans, aunque se trataba de un disco notable y mostraba a una banda dispuesta a experimentar para no quedarse estancada. A pesar de la calidad del álbum, si se notaba que los nuevos elementos incorporados, como la bajada de las revoluciones o la inclusión de guitarras acústicas y efectos electrónicos, todavía debían ser interiorizados por el grupo dentro de un todo más cohesionado. Por todo ello, las expectativas respecto a Funerary no eran pequeñas, y la gran duda era si el quinteto norteamericano se decantaría por la furia de sus primeros álbumes o la experimentación de su último trabajo.


Una vez escuchado el disco mil y una veces con deleite durante todo el verano, puedo decir que ambas facetas del sonido de Pulling Teeth conviven en su nuevo trabajo, sólo que remando en la misma dirección y conformando un conjunto compacto y coherente. Tanto que han dado como resultado uno de los mejores discos de hardcore que recuerdo en mucho tiempo y, junto a lo nuevo de Harm's Way, de lejos lo más demoledor que el género ha alumbrado en 2011. Dividido en dos partes bien diferenciadas y que corresponden a las caras A y B del vinilo, Funerary brilla en la primera con toda la furia primigenia que tan grande ha hecho a estos tíos. Misiles como las iniciales From Birth o Extinction son de los que no cogen prisioneros, y en los que además de las influencias de las grandes bandas de metalcore de los 90 se pueden advertir otras como las de los todopoderosos Slayer. El trabajo a las seis cuerdas de Dom y Mitchell es espectacular, siendo capaces de lanzarse como posesos en cabalgadas thrash, parir solos de escándalo y ya en la segunda parte de Funerary, liberar sus alas en forma de riffs muy cercanos al doom a la vez que experimentar con toda una gama de tonalidades melódicas. Volviendo a la propuesta de los siete primeros cortes, éstos no dan ni un momento de respiro (exceptuando la intro A Bitter Harvest), con metrajes que en ningún caso llegan a los 3 minutos y en los que nos recuerdan tanto a los primeros Integrity como a los Converge más despiadados. Sólo por esto ya estariamos hablando de un disco sobresaliente, a cargo de una banda que como pocas se lanza a la batalla con el machete entre los dientes, pero es que en Funerary la furia y la inmediatez son sólo el aperitivo de un banquete mucho más fastuoso. Porque con el corte que da nombre al disco y sus 10 minutos de duración, todos los esquemas e ideas preconcebidas estallan en mil pedazos. Un tema lentísimo y oscuro como una noche sin estrellas, de ambiente catedralicio y que suena a una extraña cópula entre Om y Neurosis rodeada de enfermizas voces de ultratumba. Los 7 minutos de At Peace no descolocan menos, encontrándonos con una canción bestial que se nutre de un riff pesado, maligno y 100% sabbathico, con la desquiciada voz de Mike Riley acompañada por la de Kyle Durfey de Pianos Become The Teeth, todo un acierto que convierte el conjunto en un tema intenso y con una épica brutal. Muchas son las colaboraciones en el apartado vocal, y a lo largo del álbum aparecen con mucho acierto las a portaciones de gente como Alex de Skin Like Iron, Justice Tripp de Trapped Under Ice, Jeff Beckam de Haymaker o Nick Brewer de las leyendas Pale Creation. Whispers continua con la orgía de sorpresas, configurando otro tema de escándalo con unos grandiosos coros limpios y un solo final de guitarra capaz de poner los pelos de punta. Waiting es otro de los puntos álgidos del disco, con ecos de los Melvins y un coro ultramelódico que lejos de conducir al desastre encaja a la perfección en otra canción para enmarcar. El disco se cierra con Aug 29, llena de belleza y en la que se conjugan pasajes de spoken word con arranques de furia 100% Pulling Teeth, deviniendo en el broche final de un disco genial e inclasificable.


Tal vez sea pronto para decirlo, pero con Funerary puede que Pulling Teeth hayan parido uno de esos discos capaces de marcar una época, como hicieron en su momento sus idolatrados Integrity con Those Who Fear Tomorrow. Lo que si es seguro es que nos encontramos ante el que de largo es el mejor álbum de hardcore de 2011.

NOTA: 10/10


3 comentarios:

abbath dijo...

Se te echaba a faltar tío, gran disco y otro descubrimiento, muy buenos sí señor. Es uno de esos álbumes que hay que tener en vinilo, no? ya me vas a hacer gastarme las pelas...

Cthulhu dijo...

Jjajaja Hola abbath! Pues si, a mi me parece compra obligatoria. Yo lo tengo en vinilo, y de verdad que merece mucho la pena, tanto por su precio como por lo acojonante del artwork.

Un saludo crack!!!

Soulkiller dijo...

Una auténtica patada en la boca lo nuevo de éstos, hay que ver el increíble contraste que hay entre las dos mitades del disco, y sobre todo ver que la calidad no decrece en ningún momento. Ya se intuía por dónde iban con sus anteriores discos (Dismissed In Time es uno de los temas más gloriosos que he podido escuchar hasta ahora), pero con esto se han superado.

Totalmente de acuerdo contigo en toda la entrada.

Un saludo, y rebienvenido por alguien al que se le olvidó saludarte de nuevo.