Que el doom no es el género más popular del vecindario es algo de sobra admitido por todo el mundo. El funeral doom, directamente, entra en la categoría de subgéneros condenados al ostracismo, puesto que para calificarlo se necesita saber de él. Operando con la libertad que otorga moverse entre las sombras, se instala en un reino que estira al extremo el ADN de su progenitor, regodeándose en estructuras infinitas, de una densidad sobrehumana, asfixiante, y pidiendo prestado al death metal su abrasividad para llevársela consigo a sus dominios abisales. Sin contar con ejércitos demasiado poderosos, su inamovible reino cuenta, sin embargo, con el gobierno de un triunvirato feroz, ultramundano e inmisericorde. Evoken, Disembowelment y Esoteric, una alineación de obligado conocimiento aunque sólo se comente entre susurros de temerosa reverencia. Turnándose como portavoces de dicho imperio, y sabiendo que cada declaración suya es Ley, en 2011 la antorcha ha pasado a manos de los británicos Esoteric, una banda que cuenta sus lanzamientos como victorias aplastantes, tan inapelables que incluso la excelencia es considerada un adjetivo insultante a la hora de referirse a ellos. Tras casi dos décadas de carrera, Paragon Of Dissonance es su sexto LP, el tercero a través del sello francés Season Of Mist, y un nuevo motivo de morboso regocijo para todos los que gustamos de beber de esas sombras que reinan en las profundidades.
A pesar de que un análisis superficial puede calificar el doom, y mucho más el funeral doom, como un género inmovilista y ortodoxo, la realidad nos habla de una dinámica sutil pero profunda, como la de los cambios que se operan en la química y morfología de un relieve masivo. Si hablamos de Esoteric ese dinamismo es aún más evidente, pues aunque las raíces siempre han estado firmemente asentadas en el interior de la tierra, su manera de erigir ciclópeas estructuras sonoras ha cambiado de un álbum a otro. Sin embargo, nada nos había preparado para un disco como Paragon Of Dissonance, que nos muestra a unos Esoteric inéditos hasta la fecha. Continuando la línea expansiva y la producción limpia de su predecesor, el monumental The Maniacal Vale (2008), el cuarteto británico ha introducido en su propuesta unas melodías y unos solos de guitarra estratosféricos (si, has oído bien, solos en un álbum de funeral!!), que por imposible que parezca hacen que el álbum transmita una extraña sensación de belleza. Retorcida, dolorosa e impulsada por los pensamientos más malsanos, pero belleza a fin de cuentas. Esoteric ya no juegan a apabullarte con el horror en estado puro, sino que su apuesta pasa por la seducción que el mal ejerce en todas las almas sin excepción, hundiéndolas en el precipicio con sus cantos de sirena. Porque el diablo es un mentiroso y un traidor sutil, no un monstruo de ultratumba. De esta conclusión nace el disco de funeral doom más accesible que jamás se haya compuesto, y por lo tanto un trabajo que trasciende las propias fronteras del género, o si se quiere las redefine, aunque dudo que otra banda sea capaz de vislumbrar siquiera las cotas que Esoteric han alcanzado con Paragon Of Dissonance. Un álbum que a pesar de su compacta masividad se vertebra sobre canciones bien diferenciadas, por extraño que parezca en un artefacto de estas característas, pero sin perder por ello ni un ápice de coherencia ni romper un hilo argumental necesario en un trabajo que se edita en formato de doble disco y se estira hasta la hora y media de duración. Muchos se asustaran al leer esto, y lo entiendo, pero la música de Esoteric no se puede analizar como si de un álbum de rock o metal al uso se tratase, ni se puede contener en los formatos que esta sociedad de consumo fácil y análisis superficial nos han impuesto. Ellos van más allá, y es la decisión de cada uno seguir sus pasos o apartarse ante su atronadora marcha. Podría intentar diseccionar los mundos que encierra cada corte del álbum, pero ni escribiendo mil párrafos podría acercarme a la complejidad de un álbum que desvela nuevos secretos con cada escucha, y que un servidor sigue descubriendo anonadado. Tan sólo diré que nadie como Esoteric han alcanzado una cópula tan estremecedora entre belleza y pura maldad grotesca, entre masividad planetaria y melodías arrebatadoras, elevando la ley dialéctica de la unidad y lucha de contrarios a la categoría de arte.
Nombrarlo mejor álbum del año o el mejor disco de funeral doom jamás compuesto sería insultar un trabajo de la talla de Paragon Of Dissonance, que se mueve a través de planos más allá de categorías tan pueriles. El tiempo coloca cada obra en su lugar, y corrobora, ajusta o directamente manda a la mierda las valoraciones que se hicieron acerca de las obras de arte nacidas en cada momento. Nunca he leído el futuro, y dudo que nadie pueda hacerlo, pero si nos aguardan tiempos mejores estoy seguro que en ellos un trabajo como éste será poco menos que reverenciado por las generaciones venideras.
NOTA: FUCKING CLASSIC!!! (+10/10)
3 comentarios:
sí que es extraño eso de llamar a un disco de este estilo "accesible" teniendo en cuenta los ladrillos en forma de LP que hay por ahí. Como siempre, chulthu, despiertas mi curiosidad y es inevitable que me ponga a la escucha ya!!! joder es que uno no da abasto para tanta música, mierda!!!!
Hace tiempo que lo esperaba. Habra que escuchar y disfrutar de un nuevo viaje ...
A proposito buen rato hace que no pasaba por aqui. Saludos Dios del Averno luego compartire mi parecer con usted
Y gracias por subirlo tan rapido,lo necesitaba.
Paragon Of Dissonance... Bestialmente recomendado!! Un disco increible, una verdadera obra de arte... Funeral Doom con una tecnica y una calidad unicas. Sencillamente me volò el cerebro
Publicar un comentario