Hacía mucho que no dedicaba una entrada a la sección de Nuevas Bandas, algo que lamento mucho pero que ha venido determinado por la necesidad de reseñar los grandes lanzamientos de este año (que han sido muchos!) y el poco tiempo que me ha dejado para dedicarlo a otros menesteres. En todo caso, y aunque ya en Diciembre, me dispongo a remediar eso con la presentación de una banda que entre todas las que me han llegado me ha sorprendido sobremanera. Aver es un joven cuarteto procedente de Sydney, que en Abril sacaron su álbum debut autotitulado de manera independiente (no están en ningún sello y ellos mismos se encargaron de todo el proceso de edición física y promoción del mismo). La banda, compuesta por Burdt (guitarra, voces), Luke (guitarra, segundas voces), Jed (bajo) y Chris (batería), despliega una propuesta difícil de etiquetar, donde hay cabida para el stoner, el grunge y la psicodelia.
Lo primero que he de decir en lo referente al álbum es que me quito el sombrero ante una banda capaz de facturar algo de este calado en su primer intento, porque aunque haya ciertos aspectos a pulir (muy pocos), en el global estamos ante un fantástico álbum de rock (por encima de subgéneros) con momentos realmente sublimes. Especialmente remarcables son los pasajes de corte más expansivo y psicodélico, donde la cópula entre las bellas guitarras de Burdt y Luke y la percusión de Chris alcanza cotas de evocación admirables. Muchas son las referencias que podemos citar aquí, como las de Alice In Chains, Kyuss o Brant Bjork, pero que sinceramente desviarían la mirada de un trabajo con la suficiente personalidad propia como para destacar por sus propios méritos. Nos encontramos ante ocho temas que se despliegan sin ninguna prisa, echando a andar de la mano de unas instrumentaciones preciosas que van ganando fuerza para dar entrada a explosiones eléctricas cortesía de unos riffs de marcado sabor desértico, y que también nos hace pensar con una sonrisa en los grandiosos Yawning Man. En el aspecto vocal tenemos otro de los puntos fuertes de Aver, principalmente por una gama de registros tremendamente amplia que pueden recordarnos a Layne Staley lo mismo que desgañitarse en gritos o adoptar esquemas menos obvios como en la bella y relajada Decay. Y lo más importante de todo es que aquí hay canciones, señores, algunas de ellas muy buenas. Un gran ejemplo es el single no oficial Acid Rain, con esa sorpresiva entrada de la mano de un didgeridoo (cuánto hacía que no escuchaba uno de éstos en un disco de rock!) que deviene en un tema que se mueve con destreza entre momentos de calma y explosiones de furia rockera cortesía de un Burdt que se deja la garganta en el proceso. Anti-Matter es otra de mis preferidas, especialmente el delicioso bajo de Jed que sinceramente me dejó boquiabierto. Es difícil encontrar hoy día un bajista con la clase y buen gusto que este tío demuestra en gran parte del álbum, pero sobre todo en ese corte del que hablo. Podría seguir desgranando los cortes uno a uno, y alabar la belleza acústica de Phantomb Limb o la amalgama de psicodelia y stoner pesado de Retreat To Space, pero prefiero que seáis vosotros los que degustéis los manjares que contiene este sorprendente debut.
NOTA: 8/10
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2 comentarios:
Vaya ritmo que llevas Chulthu, no quieres terminar el año sin haberlo puesto todo,eh? buenísimo el disco de Connelly, un saludo!!!
jajajaja ya te digo! que se me echa el tiempo encima!!! El de Connelly discazo, efectivamente, me alegro que te haya molado.
Un saludo, crack!!
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