Nada, que parece imposible que uno se pueda dedicar a las reseñas pendientes porque de nuevo nos llega otro discazo de última hora para reventar mi apretada lista de los mejor de 2011. Qué gran año estamos viviendo los amantes del doom, por Satán. Si las obras maestras de YOB y Esoteric no eran ya suficientes, aparecen los titanes Mournful Congregation con su nuevo disco para hacernos babear como verdaderos trolls. En activo desde 1993, los australianos nunca se han caracterizado por llevar una prolífica carrera (The Book Of Kings es su cuarto álbum de estudio en 18 años), si bien es cierto que casi todos sus lanzamientos se pueden contar por victorias, especialmente aquella obra maestra que fue The Monad Of Creation (2005). Adscritos a las poco numerosas pero aterradoras huestes del funeral doom, Mournful Congregation nunca han temido amalgamar tan abisal punto de partida con bellas melodías, pasajes acústicos e incluso coqueteos con el folk que expandieran aún más una propuesta de por sí infinita. Con The Book Of Kings el ahora cuarteto formado por Adrian Bickle (batería), Justin Hartwig (guitarra), Damon Good (voz y guitarra) y la nueva incorporación de Ben Newsome (bajo) vuelve dos años después del notable The June Frost (2009) para reclamar un sitio dentro de la todopoderosa aristocracia del género.
Y con un álbum como éste bien pueden reclamar ese título nobiliario, pues han vuelto a parir otra monstruosidad como ya hicieran con The Monad Of Creation. Se hace muy complicado describir con palabras un trabajo de estas características, y al igual que me pasa con Esoteric tan sólo puedo referirme a su propuesta en clave de sensaciones y paisajes que se dibujan en mi cabeza cuando estoy bajo el influjo de las eternas notas que la componen. Ya que he citado a los británicos, me supongo que muchas serán las voces dispuestas a enfrentar en términos de calidad su reciente Paragon Of Dissonance con este The Book Of Kings, esfuerzo que considero hasta cierto punto ridículo. Estamos ante dos obras monumentales, y aunque servidor considera que el álbum de Esoteric es superior principalmente por su carácter rompedor y visionario, eso no quita para que se quite el sombrero ante la obra maestra que es The Book Of Kings. Y lo que debería hacer todo amante de la buena música es darle gracias a Satanás por poder disfrutar en un mismo año de dos joyas de este calibre. Centrándome en el disco que me traigo entre manos, he de reconocer que aunque se trata de un trabajo más "ortodoxo" y circunscrito a los cánones tradicionales del funeral doom, muchos son los detalles que lo separan de propuestas como las de Ahab, por poner un ejemplo. El principal es el gusto exquisito con el que se han tratado las guitarras, que lejos de obsesionarse con riffs de infinita tectónica (que los hay), han decido ampliar su paleta de colores para desplegar un tapiz de una riqueza abrumadora para los sentidos, donde haya cabida no sólo para las melodías, sino también para unos pasajes acústicos cercanos al folk y capaces de poner los pelos de punta. Tal es la presencia de esa faceta acústica, y tan soberbia su excelencia compositiva, que en cortes como The Bitter Veils Of Solemnity nos parece estar en presencia de los Agalloch más inspirados, que no es moco de pavo. The Book Of Kings es un monumento a la melancolía, una invitación a perderse entre ensoñaciones de una vastedad cósmica y un irremediable proceso de desvestido tras el cual quedaremos literalmente desnudos ante sus notas. Otro de los factores que hacen del álbum algo indescriptible es un in crescendo nada habitual dentro del género, caracterizado por una cohesión granítica entre todos sus temas. The Book Of Kings no es así, y a través de sus tres primeras canciones asistimos a una adecuación sensorial para lo que tiene que llegar, que no es otra cosa que una catársis en forma de los más de 30 minutos de su corte homónimo final. Un tema capaz de robarte el aliento,dejando en su lugar un vacío aterrador respirando a través de tus pulmones, una cópula en la que el horror roba toda la inocencia a la belleza, dejándola sucia y rota entre notas de oscuro delirio. Sencillamente una de las mejores canciones que jamás nos haya regalado el Funeral Doom, y que desgraciadamente sólo disfrutaremos los amantes del género. Sólo ese tema ya merecería inscribir a Mournful Congregation con letras de oro en el Hall Of Fame del panorama metálico. Por el momento un servidor lo hará en el suyo particular, y por descontado en una lista de lo mejor del año en la que estarán en los puestos de cabeza.
The Book Of Kings es un disco inalcanzable con el verbo o la palabra, porque está hecho para dialogar con las estrellas. Afortunados somos de poder asistir a un espectáculo que tan sólo puede ser apreciado tras la negación de la cordura. Bienvenida sea dicha locura si viene de la mano de Mournful Congregation.
NOTA: 10/10
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