Pocas bandas en el planeta me insuflan tanta tranquilidad por el porvenir como Blut Aus Nord. Independientemente de los desastres naturales, crisis económicas o programas del corazón que nos depare el futuro, se que a pesar de ello ahí estará la formación gala editando obras maestras en las que poder refugiarme de cualquier chaparrón. Y es que desde su debut Ultima Thulée (1995) hasta la fecha todo lo que Blut Aus Nord han vomitado al mundo ha llevado impreso un sello de calidad y vanguardismo sonoro simplemente inalcanzable para el resto de mortales. Siempre inquietos y alejados de cualquier postura acomodaticia, las huestes del misterioso Vindsval nos han llevado disco tras disco a través de una travesía exploratoria por parajes caleidoscópicos de ruidismo, oscuridad ambiental y furia blacker inéditos hasta su llegada. Por eso cuando se anunció que se traían entre manos sacar una trilogía conceptual completa en poco más de un año, algo demencial y abocado al fracaso para cualquier otra banda, un servidor tan sólo se frotó las manos con deleite esperando tres discos nuevos de Blut Aus Nord en tan poco tiempo. Lo único que me intrigaba era saber qué dirección iban a tomar esta vez: ¿Profundizarían la senda atmosférica del monumental Memoria Vetusta II: Dialogue With The Stars (2009), retornarían al retorcido sonido industrial de Mort (2006) o abrirían un camino completamente nuevo (otra vez)?
Escuchados ambos discos con deleite malsano durante los últimos meses (y a la espera del disco que cierre la trilogía en 2012, 777 Cosmosophy) puedo decir que de todo hay un poco, aunque es muy clara la inclinación a recuperar lo expuesto en Mort y Odinist (2007). Todos los fans de Godflesh pueden tener erecciones descontroladas, porque el retorcido y enfermizo industrial de las huestes de Justin Broadrick se encuentra aquí manifestado con hiriente gloria. Guitarras que chillan como cerdos en una matanza, ritmos mecánicos desmenuzando tu córtex cerebral y unas ambientaciones de oscuridad apocalíptica como no recordarás desde los gloriosos tiempos de los de Birmingham. Pero pobre infeliz el que piense que esto es poco más que un ejercicio de homenaje o plagio a Godflesh, porque eso significa que no conoce a Blut Aus Nord. Siempre dando un paso más los franceses no se han contentado con los medios tiempos pausados y aplastantes de Godflesh, sino que han imprimido a sus composiciones unos acelerones furibundos y cambios de ritmo capaces de cortar el aliento, sin olvidar unas guitarras cuyo despliegue es tan intrincado que servidor todavía se haya enredado en la pútrida maraña en la que devienen. Como si de unos hijos bastardos de Godflesh y Deathspell Omega se tratasen, los Blut Aus Nord del 2011 son una insaciable máquina de edificar desasosiego, inquietud y una incomodidad que por momentos puede ser asfixiante. Sin que esto les pareciera suficiente, toda una serie de melodías magníficamente creadas se cuelan por las escasas grietas de la enorme edificación catredalicia, que lejos de endulzar el resultado lo convierten en algo aún más monstruoso e irreal, violando impúdicamente toda la inocencia a la belleza. A pesar de lo cohesionado de la propuesta hay diferencias evidentes entre ambos discos, centrándose 777 Sect(s) en el maligno dinamismo salvaje mientras 777 The Desanctification se inclina más por unas densas y opresivas atmósferas. Caras diferentes de una misma moneda en todo caso, que se complementan a la perfección a la espera del disco que concluya esta inmensa historia de terror post-apocalíptico. Ponerme a detallar la saga 777 en base a temas o analizando el vasto entramado de guitarras y soberbios samplers no sólo supera mi capacidad intelectual (cada vez más mermada por el Maligno), sino que me parece un acto inútil frente a una propuesta, que como ésta, supera y va más allá del mero raciocinio.
Como 777 Cosmosophy esté a este nivel me parece que más de una banda puede ir quitándose el maquillaje de oso panda (o sus camisas de cuadros si son yankees) porque estaremos ante un hito insuperable dentro del black metal de vanguardia. Siempre un paso por delante, Blut Aus Nord han vuelto a demostrar que su creatividad (cualitativa y cuantitativa) juega en otra liga disputada tan sólo por ellos mismos.
NOTA: FUCKING CLASSIC (+10/10)
2 comentarios:
Today i want to be the first to say thank You for your passion and words and time spent for us.
alessandro
Subrayo las últimas palabras, posiblemente se pueda encontrar uno ante una de las mejores trilogías musicales que se hayan hecho jamás. Malditos BAN, cuanto más los conoces, más misteriosos se vuelven. Será ésa la razón por la que son uno de mis grupos preferidos del estilo.
Un saludo crack.
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