Puedes escuchar y descargar gratuitamente el EP a través del Bandcamp de Throatruiner Records (pinchando en Digital Album). PINCHA AQUÍ.
Vamos hoy con otra de sorpresas, y de nuevo procedente de la inagotable cantera francesa. No contento con volarnos la cabeza este año vomitando los impresionantes trabajos de The Great Old Ones, Huata, Love Sex Machine o Cult Of Occult, parece que el país galo todavía se sigue guardando grupos noveles de potencial mayúsculo. Es el caso de Verdun, quinteto de doom/sludge formado en 2010 cuyos integrantes provienen de bandas como Fleshdoll, Grandizer o Raspoutine donde fueron puliendo sus habilidades dentro del campo del hipnotismo devastador hasta decidir dar un nuevo paso en sus carreras. Declarando su amor por titanes como Hawkwind, Black Sabbath, Pentagram, Pagan Altar o Saint Vitus y tras llegar a un acuerdo con el ingeniero Nico Mazzette (Radio Moscow, Karma To Burn, ÖfÖ AM...) para utilizar sus nuevos prototipos de pedaleras, Verdun estaban preparados para mostrar al mundo su personal visión del doom. La calidad de su EP presentación y las fantásticas críticas que han recibido a lo largo y ancho del globo les valen para compartir escenario con luminarias como Electric Wizard, Kylesa, Red Fang o sus compatriotas As We Draw, en el inicio de lo que se antoja una carrera más que fructífera. The Cosmic Escape Of Admiral Masuka se ha editado a través de Head Records (Pneu, ÖfÖ AM, Goodbye Diana...) y en cassette a través de Throatruiner Records (Birds In Row, As We Draw, Huata, Love Sex Machine...). La banda está compuesta por Geraud Jonquet (batería), Florian Celdran (bajo), Cristophe Doux (guitarra), Mathieu Croux (guitarra) y David Sadok (voz, teclados).
Con tres cortes y una duración de más de media hora, casi podríamos considerar a The Cosmic Escape Of Admiral Masuka un LP en toda regla, y una presentación de sobra de las soberbias cualidades compositivas del quinteto galo. En un universo tan saturado y homogéneo (a veces hasta el hastío) como el del sludge/doom, Verdun sorprenden por una propuesta que sin salirse de los cánones del género es capaz de incorporar a esa base inamovible una serie de nuevos elementos y sonoridades que hacen de ellos todo un soplo de aire fresco en la escena. Si uno sobrevive a los poderosos embates tectónicos de Verdun y su densidad inhumana, podrá tener la oportunidad de afinar el oído y descubrir soterradas dinámicas post-rockeras, melodías de una belleza torturada y una interpretación vocal que por su pasión e intensidad podría ser inscrita en las filas del hardcore más que en las del sludge. Y lo más importante de todo, las atmósferas... Cuando muchas bandas se centran en el aspecto denso y demoledor de los riffs como fin último de sus propuestas, Verdun recuperan la idea original del doom como vehículo hipnótico, como adecuación de la mente a un estado completamente diferente y receptivo a nuevas sensaciones, imposibles de experimentar en nuestro monótono y racional día a día. Donde muchos se postran a los pies de Eyehategod y su rabia nihilista, el quinteto francés opta por ser el reverso tenebroso y plúmbeo de Hawkwind, donde el Universo no es un lugar de maravillosas luces de colores sino un frío páramo de desolación y desesperanza. Tejiendo una desasosegante atmósfera capaz de oscurecer el sol y asfixiar gargantas, Verdun nos sumergen en un estado de trance a través del cual seguir la desesperada huida del almirante Masuka de un mundo asolado por un cataclismo nuclear. Y como el protagonista, nos veremos sumidos en la desesperación, atenazados por el miedo de abandonar nuestro plano astral en busca de la salvación. Mantras a ritmo de riffs ultramundanos, cabalgadas capaces de hacerte mover el cuello como un poseso, furibundos gritos procedentes de otros planos de existencia y una envolvente oscuridad sonora son las armas con las que Verdun se preparan para huir de este mundo condenado, y por Satán que no se me ocurre mejor compañía de viaje en este apocalíptico año de 2012.
The Cosmic Escape Of Admiral Masuka es una de las más gratas sorpresas de este año, y coloca a Verdun como una formación con muchísimo que aportar a un género, el del sludge/doom, necesitado de soplos de aire fresco como el que abandera el quinteto galo. Aunque ese soplo sea capaz de enviarte a morir al espacio exterior...
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