- Into Night's Requiem Infernal
- An Eulogy For The Living Lost
- Empathy's Greed
- The Fifth Day Of March
- Lazarus Regret
- I Hurt Those I Adore
- The Harlot's Lie
- When Desperation Fills The Void
Buf, duro se está haciendo atender el blog en esta época de exámenes despiadados, pero velando por mi integridad mental, hago un pequeño paréntesis y dedico un rato a la música, estando ya en riesgo mi cordura debido a su ausencia prolongada... Y qué mejor que colgar un disco de Novembers Doom, una de mis bandas fetiche. Into Night's Requiem Infernal es ya el séptimo disco de esta banda norteamericana de death/doom de tintes góticos, un estilo del que son auténtico referente. Que le pregunten si no a Swallow The Sun. Estamos ante la continuación de su aclamado The Novella Reservoir, en el que el grupo dio un golpe de efecto a su música, endureciendo sus partes death, pero a la vez haciendo hincapié en esas baladas apoyadas en la impresionante voz de Paul Kuhr, que tanto en los registros más brutales como en los melódicos hace gala de un poderío al alcance de muy pocos. Pues hay que decir que esta continuación está al nivel de su predecesora, y si no la incluí en la lista de lo mejor del 2009 en parte fue por ese celo que uno tiene hacia sus bandas "especiales", esa sensación de atemporalidad en sus lanzamientos que no te hace pensar en la fecha de lanzamiento de los mismos.
Comienza el álbum con el tema que da nombre al disco, y en el que nos encontramos ante los Novembers Doom más duros y densos, demostrando que puestos a ser brutales pocas bandas del género les alcanzan. Eulogy For The Living Lost nos muestran la bicefalidad del grupo, combinando trallazos brutales con bellos pasajes acústicos, tirando de las voces limpias de Paul Kuhr, y recordándonos que el quinteto de Chicago no tiene tan olvidadas sus raíces doom como muchos pensaban. Empathy's Greed da un paso más en este sentido, y aquí ya el death se encuentra completamente matizado por unos arreglos de cuerda y una enorme sensibilidad, y con un Kuhr moviéndose como pez en el agua en los temas más introspectivos y personales. Algo que queda maravillosamente claro con la genial The Fifth Day Of March, todo un lamento de pérdida personal, y una de las mejores "baladas" (si se puede calificar algo tan triste y melancólico como tal) que haya parido nunca Novembers Doom. Lazarus Regret es todo un regalo para el amante del headbanging, un temazo, duro, con un riff matador, que en poco más de tres minutos te hace mover cabeza y pies como un poseso. I Hurt Those I Adore fluye en la misma dirección que Empathy's Greed, mostrando la capacidad del grupo tanto de embestir como de seducir los oidos, y dejándote completamente anonadado de la facilidad con la que Paul Kuhr pasa del berrido más potente a la voz más seductoramente limpia. Harlot's Lie vuelve a rugir con el death más pesado del que son capaces, y que supone el último ataque de violencia del álbum, precediendo ese clímax final que es When Desperation Fills The Void, una puta maravilla cargada de preciosa tristeza, con la voz de Kuhr llenando tu alma de melancolía, y unos solos de guitarra que dotan al tema de una épica apabullante.
Otro discazo a la saca de esta banda de injusto anonimato. Pocos combos como éste son capaces de desplegar la versatilidad en la que se mueven Novembers Doom, ni su capacidad de emocionar a pesar de su brutalidad. Una pena, pero una delicia para todos aquellos que hemos caido en las redes de su propuesta.
Comienza el álbum con el tema que da nombre al disco, y en el que nos encontramos ante los Novembers Doom más duros y densos, demostrando que puestos a ser brutales pocas bandas del género les alcanzan. Eulogy For The Living Lost nos muestran la bicefalidad del grupo, combinando trallazos brutales con bellos pasajes acústicos, tirando de las voces limpias de Paul Kuhr, y recordándonos que el quinteto de Chicago no tiene tan olvidadas sus raíces doom como muchos pensaban. Empathy's Greed da un paso más en este sentido, y aquí ya el death se encuentra completamente matizado por unos arreglos de cuerda y una enorme sensibilidad, y con un Kuhr moviéndose como pez en el agua en los temas más introspectivos y personales. Algo que queda maravillosamente claro con la genial The Fifth Day Of March, todo un lamento de pérdida personal, y una de las mejores "baladas" (si se puede calificar algo tan triste y melancólico como tal) que haya parido nunca Novembers Doom. Lazarus Regret es todo un regalo para el amante del headbanging, un temazo, duro, con un riff matador, que en poco más de tres minutos te hace mover cabeza y pies como un poseso. I Hurt Those I Adore fluye en la misma dirección que Empathy's Greed, mostrando la capacidad del grupo tanto de embestir como de seducir los oidos, y dejándote completamente anonadado de la facilidad con la que Paul Kuhr pasa del berrido más potente a la voz más seductoramente limpia. Harlot's Lie vuelve a rugir con el death más pesado del que son capaces, y que supone el último ataque de violencia del álbum, precediendo ese clímax final que es When Desperation Fills The Void, una puta maravilla cargada de preciosa tristeza, con la voz de Kuhr llenando tu alma de melancolía, y unos solos de guitarra que dotan al tema de una épica apabullante.
Otro discazo a la saca de esta banda de injusto anonimato. Pocos combos como éste son capaces de desplegar la versatilidad en la que se mueven Novembers Doom, ni su capacidad de emocionar a pesar de su brutalidad. Una pena, pero una delicia para todos aquellos que hemos caido en las redes de su propuesta.
2 comentarios:
Pues sí, dentro de su género, de los mejores, y con una discografía que tira de espaldas, en especial sus cuatro últimos discos, que me parecen los más potentes y redondos. Pegadizos, emocionales, incluso delicados por momentos, pero también más oscuros y brutales que el maldito infierno, unos aunténticos rompe cuellos cuando se ponen.
Chapeu.
Pues no había escuchado lo último de ellos hasta ahora que he visto esta entrada. Una de las bandas más personales dentro de un género que últimamente empiezo a notar algo trillado (quizás sea impresión mía y esté equivocado. Ojalá), y que cada vez tiran más hacia el Death, sí. Tanto cuando se ponen rudos como cuando se ponen melancólicos me encantan.
Eso sí, creo que me sigo quedando con el The Pale Haunt Departure. Ese disco me puede.
Un saludo.
Publicar un comentario