Por fin. Ya está aquí uno de los lanzamientos más esperados por servidor desde que se anunció que Ulcerate iban a sacar nuevo disco en 2011. No es para menos teniendo en cuenta que su anterior referencia, Everything Is Fire, echó abajo mi lista de lo Mejor del Año en 2009. Áquel era un trabajo soberbio, referencial (a pesar de su cortísima vida), que recogía el testigo de intocables como Gorguts o Necrophagist añadiéndoles el rodillo sónico devastador de Immolation, para dar como resultado una criatura diferente, nueva, y en muchos aspectos, superior. Además de eso, el trio neozelandés imprimía a su death metal ultratécnico unas oscuras atmósferas que emanaban de unas estructuras compositivas muy complejas, y que hablaban ya de una formación con unas inquietudes que trascendían la ortodoxia del death metal. Con todo ese poso detrás, y unas sensaciones que pivotaban entre la emoción y el miedo, me dispuse la semana pasada a enfrentarme a la escucha de su tercer álbum de estudio, el que hoy traigo a Ecos de R'Lyeh, gracias a que la gente de MetalSucks.com lo colgó en streaming para que el público lo pudiera escuchar.
Y he de decir que me vuelvo a postrar ante estos cabrones. Porque han vuelto a parir un álbum de un nivel insuperable para el resto de bandas, demostrando que la vida extraterrestre existe, está cabreada y es mucho más inteligente que la raza humana. No me atrevo a afirmar si The Destroyers Of All supera a su antecesor, aún es pronto para eso, pero lo que sí puedo decir es que abre vías de desarrollo más amplias que áquel, e introduce toda una serie de elementos que guían a ese Juggernaut que responde al nombre de Ulcerate por unos senderos nuevos y tremendamente interesantes. No son esos elementos novedosos respecto a lo presentado en sus títulos anteriores, pero su jerarquía dentro de la música del trío ha cambiado, alterando la balanza de poder que operaba internamente en el sonido de los neozelandeses. En The Destroyers Of All la furia y el despliegue pirotécnico de una técnica sin limitaciones han dejado paso a una propuesta que quiere hacer más hincapié en la densidad y las atmósferas, así como profundizar en esas complejas estructuras que ya despuntaban en Everything Is Fire, y que aquí por momentos se acercan al post-metal, si éste género hubiera sido transitado por Immolation, todo hay que decirlo. Las comparaciones más claras vienen con los también colosos Portal, otro grupo referencial dentro del death moderno, pero donde éstos hacen hincapié en en la abrasividad y el ocultismo bizarro más malsano que quema todo a su paso, Ulcerate se transfiguran en una enorme bestia sin rostro ni formas definidas, imparable, que hace temblar el mismo corazón del planeta con su plúmbeo caminar. Que no se asuste nadie, porque la técnica ultraterrena sigue ahí, junto a sus riffs imposibles y un Saint Merat aporreando la batería como nadie puede hacerlo, amén de una furia arrebatadora, sólo que ese núcleo incandescente se ha rodeado de un envoltorio de gruesa ceniza negra, compactando el conjunto para formar un planeta tenebroso, lovecraftiano, gracias a unas atmósferas que como mínimo pueden ser tildadas de apocalípticas. The Destroyers Of All confirma la madurez de una banda que en mi opinión había dado ya carpetazo a todo un género en 2009, y que ahora se emancipa de sí misma y comienza su nuevo periplo vital con una decisión y claridad de ideas acojonantes. A pesar de eso, y como ya comentaba antes, han despejado varios caminos a machetazos, muchos de los cuales están todavía por explorar en profundidad, pero que viendo la soltura del trío en todos los terrenos que mancillan, no dudo que reclamaran como suyos en un futuro cercano. Hablo de los dos temazos que cierran el álbum, Omens y The Destroyers Of All, los más complejos compositivamente hablando de todo el álbum y que indican por dónde pueden ir los tiros en el futuro, por si no había quedado claro. Pero sobre todo, y lo más importante, The Destroyers Of All nos habla de una banda que ha creado su propio sonido, su marca de fábrica grabada a fuego, intransferible. Un logro del que pueden alardear pocas, muy pocas bandas dentro del death metal.
The Destroyers Of All confirma el origen extraterrestre de Ulcerate. Un grupo al que no se le puede examinar junto al resto, porque los demás van a otra clase, en el piso inferior. Junto a Portal, el presente y futuro del death metal.
Nota: 9,75 / 10 (por decidir esas últimas décimas)
4 comentarios:
Uno de los discos más esperados también por un servidor. Su anterior Everything Is Fire contiene tantos elementos que escapan del entendimiento humano, y que escucha que le das, escucha en la que descubres algo nuevo. Si está en streaming creo que ya sé con qué voy a actualizar esta vez el blog, jejeje. Este 2011 promete, y mucho.
Un saludo.
Tiene una pinta acojonante este disco! Va directo al ipod.
Gracias.
Saludos
Me recordó harto a Deathspell Omega
maldita publicidad de torch ni siquiera deja entrar a la pagina de la descarga que hijos de putaa
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