Ecos de una ciudad sumergida.

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jueves, 3 de febrero de 2011

LIONHEART - Built On Struggle (2011)



Que bien se siente uno ante lo inesperado, sobre todo cuando las sorpresas son gratas. Porque el grupo que traigo hoy a Ecos de R'lyeh estaba completamente fuera de mi radar, a pesar de que con su debut,  The Will To Survive (2007), producido por Mike Hood de los legendarios hardcoretas Hoods, les había colocado como una de las mayores promesas del metalcore de la Costa Oeste, hasta tal punto que el mismísimo Jamey Jasta de Hatebreed relanzó el disco bajo el amparo de su propio sello, Stillborn Records. Y a tenor de lo visto ayer en el concierto que nos brindaron en la sala Jimmy Jazz de Gasteiz acompañando a Terror, First Blood y Backtrack, las alabanzas están más que justificadas, bien lo saben mi resaca y dolor de cuello. Dispuestos a seguir repartiendo caña y escupiendo su odio contra el sistema, el mes pasado lanzaron al mercado Built On Struggle, esta vez a través del sello Mediaskare, y con unas colaboraciones para recoger la mandíbula del suelo. Porque señores, en este álbum aparecen titanes de la talla de Bruce LaPage (vocalista original de 100 Demons), Dave Nassie (Suicidal Tendencies, Bleeding Through), Brandan Schieppati (Bleeding Through), Lord Ezec (Skarhead, Icepick) y Karl Buechner (Earth Crisis). Todo un puto All-Star del harcore norteamericano, pero que quedaría en nada si no estuviera acompañado de un álbum a la altura. Y os puedo asegurar que éste lo está, y de largo.


Si tuviera que resumir Built On Struggle en tres palabras, esas serían: actitud, actitud y actitud. En un género tan mediocrizado como desgraciadamente lo está el metalcore, Lionheart recuperan el espíritu que tan grande hizo al género a mediados de los 90 a base de cojones y un álbum que va directo a la yugular. No esperéis estribillos melódicos a cargo de niñatos de clase media con flequillos, porque os llevaríais una gran decepción. Built On Struggle es un disco de suburbio, de agresividad nacida por un futuro robado y una existencia reducida a la mediocridad y la represión ante las voces disonantes. Con un sonido que nos retrotrae a los  Hatebreed del Perseverance, Lionheart extraen lo mejor del metal y el harcore dando lugar a una fórmula que no por conocida deja de emocionar cuando se ejecuta con la pasión y redondez compositiva de la que hace gala este álbum. Algo que queda más que patente en clásicos instantáneos como Brothers Keeper, que alcanza el cielo con las colaboraciones de Bruce LaPage a las voces y Dave Nassie metiendo unos solos y riffs en la línea de los mejores Slayer. Rob McCarthy y Evan Krejci juegan a destruirte las cervicales a base de unos riffs demoledores, que lo mismo martillean con lentitud tu cerebro que se lanzan al galope para mayor gloria de los amantes de los pogos más desenfrenados. La mejora de sonido respecto a The Will To Survive permite, además, poder disfrutar de esa apisonadora de sección rítmica a cargo del batería Jay Scott y el bajista Travis Pacheco. Sin renunciar a la inmediatez y agresividad propias del metalcore, la producción consigue darle una potencia y profundidad a Built On Struggle que devienen en 13 temas indestructibles como una columna de T-36 soviéticos en plena carga. Imposible no acabar con el puño levantado ante trallazos como Through Hell And Back, What I've Become o la matadora The Bend Before The Break, con un duelo vocal espectacular a cargo de Rob Watson y Lord Ezec. Poco más puedo añadir respecto a un álbum al que muchas voces ya colocan entre lo mejor que 2011 va a producir en el campo del hardcore, atrevida aseveración (dado que acabamos de empezar) con la que sin embargo no puedo estar más de acuerdo, ya que con Built On Struggle el quinteto de la Bay Area han entrado de lleno en la Primera División del género.


 Intenso, redondo, demoledor. Un recordatorio de lo grande y avasallador que puede ser el hardcore en buenas manos. El espíritu de Snapcase, Earth Crisis, Integrity o Shai Hulud, pero en 2011. Yo no puedo pedir más.

Nota: 9/10


2 comentarios:

Soulkiller dijo...

Mañana me toca mi turno de verlos en Madrid en cuando coja el vuelo hacia allí. Y espero que la experiencia sea la misma que vivida ahí, porque me espero algo demencial, y que lo dicho aquí se haga justicia en el escenario con estos chicos, que aún estar eclipsados por Terror y First Blood (en serio, lo de estos últimos es de otro planeta), también saben dar felpa, y de la buena.

¡Un saludo!

Cuntgrinder dijo...

Coincido plenamente en los detonantes que parieron esta música. Y dejame agregarles "mis" tres palabras: groove, agresión, técnica. Eso si, tienen de metalcore, lo que Meshuggah tiene de power metal. Esto no es nada más que crudo, puro y duro HC bastardizado desde las entrañas de Hatebreed, Earth Crisis, Vision of Disorder y demás próceres que redefinieron el sonido a finales de los 90's. Saludos desde Paraguay.