Joder, vaya cabeza la mía. Toda la mañana con una extraña sensación de que faltaba algo en mi lista de los mejores álbumes rockeros, y pensando que era la reseña del nuevo disco de The Devil's Blood. Cuando iba a comenzar con la misma, y mientras revisaba el archivo del blog, me he dado cuenta de qué era: ¡Me faltaba la reseña del debut de Serpent Venom! Juraría que la había hecho en su momento, pero parece ser que mi cerebro está más cascado de lo que creía. Una lástima por el segundo álbum de The Devil's Blood, porque es genial, pero el tiempo y las prioridades mandan, y Carnal Altar es un pepinazo demasiado gordo como para no incluirlo en el Top 15 rockero. Pero metámonos en harina. Serpent Venom es un cuarteto británico formado en 2008 y que cuenta entre sus filas con Gaz, ex-vocalista de los fantásticos e injustamente desconocidos Sloth (que nos regalaran en 2000 aquella joyita llamada The Voice Of God). Tras una notable demo autoeditada el año pasado captan la atención del sello The Church Within Records, hogar de colosos como Lord Vicar, Manilla Road, Orchid o Solace, para grabar su debut. El resultado no ha podido ser más satisfactorio, pues sin ninguna duda Carnal Altar es una de las grandes sorpresas de 2011.
No esperéis ninguna revolución en la propuesta de estos cuatro greñudos, pero sí uno de los mejores discos de heavy-doom que hayáis escuchado en mucho tiempo. En la línea de unos Electric Wizard antes de perder las garras, Serpent Venom rinden culto a los Black Sabbath más plúmbeos, extrayéndoles toda la vena hippie y quedándose tan sólo con su poderoso caminar. Saint Vitus es otra de las referencias evidentes en la música de los británicos, pero por encima de todos estos datos tenemos un disco soberbio, hipnótico y de una masividad aterradora. Sólo ese comienzo con las monstruosas Carnal Altar y Blood Of The Serpents (temazo!) harán que tengas que apuntalar a toda prisa los techos de tu casa, porque los riffs que manejan estos herejes son de unas dimensiones ciclópeas. Y cuando crees que el álbum se desinfla algo en sus cortes centrales... zas!, te vomitan Devilshire y The Outsider, dejándote la única opción de salvar todo lo que puedas de entre los cascotes y buscar un nuevo hogar. El bajo de Nick es lo más parecido a un seismo abisal que puedas imaginar, y por momentos te preguntarás sin no están sonando dos o tres de ellos solapados, porque te aseguro que tu ecualizador de graves va a trabajar como nunca para no morir de combustión espontánea. Como ya he dicho, no encontraréis aquí bellas melodías ni pasajes de psicodelia lisérgica, sino un altar depravado y enorme a la contundencia, que de manera rítmica, hipnótica e insaciable te golpeará sin piedad durante los más de 55 minutos que dura Carnal Altar. Miel para los oidos de todos aquellos que reverenciamos los grandes discos de Cathedral y todavía lloramos por la pérdida de los primeros Electric Wizard (aunque a cambio se nos dio a Ramesses, que no todo van a ser lamentos). Ocultismo, magia, terror setentero italiano, riffs cósmicos, solos incendiarios y la gran voz de Gaz Ricketts. Un cóctel infalible que ha dado como resultado uno de los grandes discos de 2011. Si eres fan de Black Sabbath, Electric Wizard y Cathedral, te vas a toquetear como un mono en celo con estos tíos. Lástima de un par de temas algo planos, porque si no estaríamos hablando de toda una obra maestra.
Discazo. Todo un misilazo de rock añejo y ocultista embadurnado en la mayor pesadez heavy que puedas imaginar. Si le sumamos la espectacular edición a cargo de The Church Within Records, estamos ante un álbum de compra obligada.
NOTA: 9/10
1 comentario:
A éstos no los conocía, pero por las referencias que das hay que escucharlos ya!. El de the devil's blood es un buen disco, pero joder!, un poco largo y con demasiados temas de relleno creo yo. Eso sí, su tema "cruel lover" es de lo mejor del año
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