Ecos de una ciudad sumergida.

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viernes, 13 de julio de 2012

ADRIFT - Black Heart Bleeds Black (2012)




Pocos trabajos han sido tan esperados dentro de la parroquia metalera estatal como el nuevo disco de los madrileños Adrift, y por varias razones. La primera era la curiosidad por saber cómo continuaba la propuesta que dio forma a su demoledor debut, Monolito (Underhill Records, 2008), una bestia parda que bebía tanto del sludge como del universo post con no pocas dosis de técnica matemática. La segunda era que si (como un servidor) habías tenido el placer de ver su apisonadora de directo, te dabas cuenta de que estabas ante una banda con el potencial para hacer cosas muy grandes. Y al hilo de la primera razón, quedaba la duda de cual iba a ser la senda a emprender: o bien profundizar en la vertiente más contemplativa del post-rock y el post-metal, o afilar los colmillos y sacar músculo enfatizando la obesidad metálica de su primer trabajo. Pues bien, con Black Heart Bleeds Black (2012, Alone Records) no hay lugar a dudas...


Todo ha quedado claro con el segundo trabajo de Adrift, tanto que duele: Black Heart Bleeds Black confirma a los madrileños como una banda de primera fila dentro del panorama internacional, y clarifica una propuesta que se ha asentado definitivamente en el campo del metal más abrasivo que puedas imaginar. Abrazando el sludge como religión y éxtasis sodomita, el riff ciclópeo como arma de destrucción masiva, Adrift han engordado sus bíceps de tal manera que se sienten como los guantazos de un troll de las cavernas, pero sin perder por el camino la clase de la que hacían gala en Monolito. Obligando a retozar en una cópula herética y sanguinolenta al sludge y al metal progresivo, el resultado es una criatura abominable, iracunda y de formas intrincadas y cambiantes, como un Shoggoth salido de la febril mente de Lovecraft. Cada uno de los 8 cortes que dan forma al álbum se sienten como cirugía insalubre a manos de un experto cirujano loco, meticulosa vivisección con escarpelo roñoso dibujando incomprensibles runas en tu pobre cuerpo. Ese comienzo con The Soldier Of My Words ya te avisa de lo que te espera: riffs tectónicos y repetitivos que pulverizan tus centros nerviosos y te hunden en un trance a través del cual se cuelan los numerosos matices de los que se van cargando las composiciones, momentos de oscura y serpenteante calma que te hacen bajar la guardia para acto seguido saltarte todos los dientes de la boca, y un Jorge que ha convertido su interpretación vocal en la de un oso grizzlie enamorado del black metal. La atmósfera asfixiante y opresiva que rodea Black Heart Bleeds Black es otro de los grandes logros del cuarteto, que impregnan todo el álbum de una densidad malsana que casi se puede cortar... en el caso de que tuvieras a mano una motosierra. Jorge y Macon convierten sus guitarras en auténticos heraldos del Maligno, y aunque aquí predomina el músculo sobre la sofisticación la pareja de hachas también se salen a la hora de pegarle a un virtuosismo que, aunque nada despreciable, siempre se subordina a la idea original: hacerte mucho daño, y hacerte viajar a universos extraños donde seguir haciéndote daño. Gran ejemplo de ello es el corte Wolves Searching Dreams, un tema cargado de escorzos guitarreros y soberbia técnica que aún así no te libran de salir con el culo como la bandera de Japón. La sección rítmica de nuevo vuelve a salirse por los cuatro costados, especialmente esa criatura del Averno metida a batería que es Jaime y que termina de disparar las canciones directamente a tu indefensa cabeza. Cortes como la preciosa intro Waves o la instrumental Erich Zann Environment (las referencias a Lovecraft siempre dan puntos en esta casa) demuestran que en el Infierno también hay lugar para la relajación y la recreación en la belleza de lo horrendo, permitiendo que cojas aire, reces a tus patéticos dioses y posteriormente mueras a manos de engendros inmisericordes como Mallet Man o Long Nails, verdadera bilis encerrada entre surcos de vinilo. Otro de los principales logros del disco es que pese a toda la abrasividad, a los metrajes abultados y a la densidad, son tantos los matices y la versatilidad de la que hacen gala estos tíos que estarás pegado a los cascos sin moverte del sitio, algo impresionante habida cuenta de los parajes por los que transitan estos voceros del Apocalipsis. Y al acabar los 53 minutos de metraje de Black Heart Bleeds Black te quedará la sensación de que has sobrevivido por los pelos, pero quedando tullido de por vida. O sea, una puta gozada.


Black Heart Bleeds Black supera todas las expectativas que muchos habíamos albergado respecto a Adrift, tanto que podemos hablar de uno de los mejores discos metálicos de este 2012. Un trabajo que pasa por encima de influencias y referentes para habitar un Universo regido tan sólo por sus propias reglas. De adquisición obligada.





3 comentarios:

chambertux dijo...

Suenan potentes estos madrileños.

davidgore dijo...

Joder como suena.

carnet manipulador de alimentos dijo...

Uhm, interesante. ¿Y qué me decís de 'Put Your Back N 2 It' de Perfume Genius? Escuchadlo, es un disco muy a tener en cuenta. Saludos!!!