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viernes, 17 de agosto de 2012

UFOMAMMUT - Oro: Opus Primum (2012)



Puedes escuchar el disco a través de la página web de Roadburn. PINCHA AQUÍ.

Los grandes acontecimientos, más allá de su impacto inmediato y la euforia del momento, necesitan de cierto tiempo de asimilación de todas sus repercusiones, matices y verdadero peso específico para poder considerarlos en su justa medida. Y si hoy día en el mundo de la música hay algo que se pueda considerar grande es la salida de un nuevo disco del trío italiano Ufomammut. Desconocidos para gran parte del público, en especial el anglosajón, Ufomammut es una de las grandes bandas de doom del panorama internacional y de las pocas capaces de haber desarrollado un sonido personal e intransferible más allá de la repetición de viejos esquemas. Sin necesidad de ser los enésimos emuladores de Black Sabbath o Electric Wizard los italianos han moldeado un vasto cosmos de densidades imposibles y evocacionas lisérgicas donde sólo funcionan las reglas por ellos inventadas, y en el que las deudas con el pasado quedan empequeñecidas por las toneladas de ideas propias que conforman el verdadero cuerpo de su propuesta. Desde que debutaran hace doce años con Godlike Snake (2000, Beard Of Stars Records), la banda compuesta por Urlo (bajo, teclado y voces), Poia (guitarra y teclados) y Vita (batería) ha desarrollado una paciente pero inexorable carrera hacia la total supremacía del género, hecho que quedó constatado con el monumental Idolum (2008, Supernatural Cat). Dos años después superaron la imposibilidad lógica y parieron el aún más grande Eve (2010, Supernatural Cat), un mastodonte compacto que en tres cuartos de hora unitarios voló cabezas por doquier y les confirmó como una de las formaciones esenciales del nuevo siglo. Decididos a llevar su música a todos los rincones del planeta en 2011 se alían con el insigne sello estadounidense Neurot Recordings (cuartel general de los imprescindibles Neurosis y hogar de luminarias como A Storm Of Light, U.S. Christmas, Amenra o Made Out Of Babies) con la ambiciosa idea de editar un doble álbum dividido en dos actos. El primero de ellos, Oro: Opus Primum (2012, Neurot Recordings), vio la luz a comienzos de año y será seguido en Septiembre por su gemelo, Oro: Opus Alter. La conquista del cosmos ha comenzado...


Por imposible que parezca Ufomammut lo han vuelto a hacer. Aunque los niveles de magnificencia en los que se mueven estos señores hacen difícil ya que podamos comparar sus álbumes en base a baremos cualitativos, lo que sorprende de Oro: Opus Primum es la nueva vuelta de tuerca que han dado a un sonido que parecía acabado. Nadie les reprocharía que se asentaran en una propuesta de la cual poseen patente y que tan grandes les ha hecho, pero inmunes a las inercias acomodaticias el trío ha decidido ir un paso más allá y parir su obra más ambiciosa hasta la fecha. Por encima del hecho de que estamos ante un doble álbum (algo que siempre tiene sus riesgos en cuanto a cohesión y mantenimiento del nivel durante un metraje tan dilatado) lo verdaderamente osado es la idea que late tras las ciclópeas notas que componen el disco. Con la clara intención de traspasar todas las fronteras conocidas, los Ufomammut más aventureros hasta la fecha han dado forma a un trabajo donde las atmósferas y la psicodelia de magnitud cósmica se anteponen al mero hipnotismo por repetición de riffs. Catártico, sobrenatural y de una profundidad por momentos aterradora, Oro: Opus Primum ataca directamente a nuestro subconsciente, ese que bulle y se esconde de nuestro raciocinio mientras mira a las estrellas presa de la fascinación... y el miedo. Guiñando un ojo con superioridad al universo post al mismo tiempo que abrazando los postulados de voceros de la libertad creativa como los seminales Guru Guru o Amon Düül, el trío empapa la amalgama con unos riffs de densidad ultramundana que harían estremecer a grupos como YOB, añadiendo de propina unas atmósferas que elevan el conjunto a un auténtico diálogo entre furibundas deidades galácticas. La descomunal "intro" Empireum, un angelito de casi 14 minutos de duración, la hubiera firmado el mismísimo John Carpenter para una de sus películas, y lejos de obrar como simple introducción al álbum consigue elevar el pulso cardíaco del oyente a un nivel de intensidad y frecuencia propicios para enfrentarse a lo que está por venir...Porque acto seguido llega la devastadora embestida que es Aureum con una combinación de riffs plúmbeos y tectónicos y voces de otras dimensiones capaz de hacerse mear en los pantalones al Increíble Hulk. Inmisericordes. Infearnatural nos muestra la cara del Maligno, la verdadera, una maraña de riffs, gravedad sonora, hipnotismo percutivo, sintetizadores enfermos y voces que susurran directamente desde planos de existencia lovecraftianos. Puro deleite malsano y uno de los puntos álgidos del disco. El siguiente acto del álbum, Magickon, nos devuelve el protagonismo de los sintetizadores en otro ejercicio de evocación que haría las delicias del maestro Carpenter. Se trata de uno de los temas más ambientales que jamás hayan compuesto Ufomammut, hasta que Poia rasga las cuerdas y nuestras cabezas explotan en dirección a la Zona Negativa. Calificar la canción de catártica sería quedarse corto. Enlazando con Magickon y en línea con su segunda parte nos llega la final Mindomine, compendio de todas las armas de los italianos y que terminará de arrodillarte con su mixtura de atmósferas, sintetizadores, riffs con mayúsculas y un Urlo que canta desde algún lugar más allá de la Vía Lactea. Si a todo ello le sumamos una de las producciones más gordas por las que jamás hayan optado Ufomammut, nos encontramos ante una aterradora maravilla como ver morir el planeta a manos de Galactus. Si por sí solo ya es candidato a mejor disco del año, como Opus: Alter esté a este nivel podemos hablar de una de las obras esenciales de esta década. Así de clarito.


Uro: Opus Primum nos habla de la creatividad insaciable de una banda, Ufomammut, que vive instalada en la élite del doom internacional, esa en la que una vez residieron combos como Sleep o Electric Wizard y que actualmente es hogar de imprescindibles como OM o YOB. Ultramundano y de unas dimensiones sonoras casi inabarcables, estamos ante la mitad de una obra que puede marcar época.




jueves, 6 de mayo de 2010

UFOMAMMUT - Eve (2010)


Buf, me cuesta escribir debido al nerviosismo. Mil vueltas le he dado a la cabeza acerca de cómo escribir en relación a este disco. Los que leéis el blog con cierta asiduidad recordaréis mi comentario a finales de Marzo cuando subí el anterior disco de Ufomammut, Idolum. Un rotundo 10 le puse, además de mi firme convencimiento, que se mantiene, de que es de lejos uno de los mejores álbumes de la década pasada. La maestría con la que dominaban diferentes elementos como el drone, el post-metal, el doom, el sludge e incluso el stoner y los llevaban a su propio terreno los encumbró como una de las bandas más gigantescas de la escena. Pues bien, con las secuelas aún en mi cuerpo por aquella maravilla, me veo enfrentado a Eve, lo nuevo de este genial trío italiano.


Desde ya aviso que no me extenderé mucho, porque no es Ufomammut de esos grupos a los que las palabras hagan justicia. El cerrar los ojos inmediatamente, que la respiración se agite al ritmo del fluir de la música, la sensación de ingravidez al adentrarse en sus espirales sonoras, el vacío en el pecho cuando la travesía se detiene... Son experiencias las que esta banda nos brinda, y como tales hay que afrontarlas, en vez de perder el tiempo debatiendo inútilmente sobre tal o cual matiz. Eve es un disco conceptual que gira en torno a la famosa primera mujer bíblica y la "rebelión contra su creador por haber brindado el conocimiento a la humanidad". Nos encontramos frente a una única canción dividida en cinco actos, con una duración de 45 minutos. Aunque esos cinco actos aparezcan como diferentes temas, enseguida os daréis cuenta de que es el mismo corte que encierra un sólo riff que guía todo el álbum, y la espiral en la que se desenvuelve la música encerrada en Eve atraviesa cada acto en lo que es una jodida catársis en toda regla. Los cambios son más que evidentes, y los italianos han aparcado su lado más abrasivo para abrazar la vertiente atmosférica y llena de sintetizadores al más puro estilo del drone que ya estaba patente en Idolum. Sin embargo no asustarse, porque los amantes de la intensidad tienen su ración asegurada en los actos III y IV, donde Neurosis se dan la mano con los Electric Wizard más rabiosos. Son los dos cortes donde más presentes se encuentran unas voces que por lo demás brillan por su ausencia o se limitan a susurrar de fondo como un elemento atmosférico más. En comparación con Idolum, nos enfrentamos ante un disco tremendamente minimalista, pero que encierra una complejidad compositiva abrumadora. Me explico. Si bien es cierto que durante todo el álbum el trío le da vueltas y vueltas al mismo concepto, a la que uno se sumerge en unas cuantas escuchas, no para de descubrir pequeños matices, sonoridades que antes parecía no se encontraban ahí, y una sensación de que en conjunto nos encontramos ante una obra monumental. Como si de un mantra divino se tratase, Ufomammut nos invitan (más bien obligan, porque es muy difícil resistirse) a adentrarnos en un auténtico trance de goce sensorial, donde creeremos poder tocar cada riff de guitarra gracias a un nivel de masividad que haría la envidia de cualquier gigantesca veta de granito encerrada en las entrañas del planeta. Y si las seis cuerdas no bastan, ahí llega al rescate un bajo tan sobredimensionado a veces que parece querer reventarnos el cerebro como una sandía. La labor de los sintetizadores alcanza en Eve todo su protagonismo, haciendo que todo el álbum, pero especialmente el corte V, se convierta en una mezcla de viaje psicodélico con invasión marciana de los años 50. I y II elevarán tu alma y la llevarán a otra galaxia, III y IV la zarandearán y despedazarán como si se encontrara entre las fauces de un dios primigenio, y V la arrojará con desprecio de vuelta a la realidad, pero con la sensación de haber cambiado para siempre. En definitiva, con Eve Ufomammut han dado una nueva vuelta de tuerca a su sonido, llevando su propuesta a un nuevo nivel. Sólo el tiempo dirá dónde se encuentra éste, y más respecto a su ultraterreno lanzamiento anterior. Ni siquiera yo me atrevo a aventurarme. Aunque la verdad es que en el fondo me importa una mierda. Sólo se que Eve me parece una obra maestra, y que lo estoy disfrutando tanto como lo hago con Idolum. No necesito saber más.

Hasta disco del año se le puede quedar corto.

Nota: Aún no estoy seguro. Algún lugar entre el 9,5 y el 20.


sábado, 27 de marzo de 2010

UFOMAMMUT - Idolum (2008)

Desde que subí el disco de Black Pyramid que tenía este otro en mente. Hubiera sido muy injusto que el trío stoner se llevara toda la gloria teniendo en cuenta que el pepinazo que tenemos hoy entre manos no tiene nada que envidiarle, y en muchos aspectos podría decirse que es superior. Hablar de Ufomammut es hacerlo de arte en estado puro, inquieto, libre. Para los interesados en ilustración y diseño gráfico, si les nombro a Malleus Rock Art Lab me dirán que estoy citando casi a Dios. Pues bien, se trata del colectivo artísitico donde están involucrados los tres miembros de Ufomammut, y que desde una perspectiva psicodélica han parido enormes obras además de portadas para discos de Melvins, Hypnos 69 o reediciones de Blue Cheer por poner un ejemplo. Centrándonos en lo musical, Idolum es el tercer álbum de estudio de los italianos, y una vuelta de tuerca más en su inimitable visión del stoner, del doom, del sludge e incluso del drone. Hablamos de una carrera en la que se han instalado como un auténtico grupo de culto, ganando más adeptos con cada nuevo lanzamiento, y siendo asiduos del imprescindible Roadburn, festivalaco sin parangón donde anualmente se reune lo más granado de los sonidos pesados y añejos. Con Idolum dieron un nuevo paso adelante, y cosecharon enormes críticas por medio mundo, siendo considerado de largo por la mayoría de la prensa especializada el mejor disco de stoner/sludge del año, y entre lo mejor que el género ha parido en toda la década. Incluso se ha hablado de ellos como los guías de cómo sonara el metal del futuro. Exagerado? Probalemente, ya sabemos como le pone a la prensa ese tipo de titulares pajilleros. De lo que si estoy seguro es de que en el stoner, a día de hoy, tan sólo Black Pyramid pueden mirarles a los ojos. Convencido de que junto a YOB es la mejor banda de doom que habita en estos momentos nuestro planeta. Y que cuando se acercan al drone, hasta los mismísimos Sunn O))) deberían postrarse a sus pies...

Muy difícil es intentar diseccionar la música de Ufomammut, como lo es la de explicar lo que se experimenta al vivir (este disco no sólo se escucha) Idolum. Es tan complejo, tan transversal estilísticamente y, en definitiva, tan poco racional, que difícilmente uno pueda jamás llegar a clavar un análisis de lo que estos italianos son capaces de conseguir con sus instrumentos. Partiendo del doom más plomizo y pausado, pero con una masa metálica que eleva auténticos muros sólidos frente al oyente, a su alrededor, sobre él, Ufomammut continúan su travesía añadiendo sintetizadores que aumentan la sensación de que uno está embarcado en un psicodélico viaje espacial, así como voces expansivas, que desde el fondo de un agujero de gusano nos recuerdan que también el trío profesa amor por el sludge. Aquí hay reminiscencias a Neurosis, a YOB, y sobre todo, a Pink Floyd, pero pasadas por una batidora muy personal, que es la que crea el inimitable estilo de Ufomammut, y que es imposible de confundir con el de cualquier otra banda. Avisar que no estamos ante un disco fácil de escuchar, ni mucho menos. Los que no amen los sonidos expansivos, repetitivos, que te agarran firmemente de la pechera y en suaves pero enérgicas espirales te eleven a los confines mismos de la galaxia, probalemente huyan como de la peste de un álbum como Idolum. Pero si eres de los que disfrutas de cerrar los ojos y dejarte llevar, de los que aunque durante el trayecto padezcas angustia, enfermes, sobre todo valores el no mantenerte inmóvil, el adentrarte en nuevos universos, Ufomammut es el mejor grupo que vas a encontrar hoy día. Olvídate del post-rock, del post-metal, de las mil etiquetas que hayas oido o de las mil bandas que te prometen el viaje de tu vida cuando en el fondo lo único que pueden darte es sopor eterno. Idolum te abatirá con sus riffs mastodónticos, con sus voces de ultratumba, con su rabia ocasional, con su belleza, con sus progresiones infinitas. El lector más avispado habrá notado que no he comentado todavía ningún tema. Y no lo pienso hacer. No puedo, ni quiero. Sería como intentar explicar la Teoría de la Relatividad de Einstein o la Fenomenología del Espíritu de Hegel en unas pocas líneas. Sólo de pensarlo sudo... Así que lo único que puedo hacer es recomendar enfervorecidamente este álbum, una auténtica joya ultraterrena, porque Ufomammut, como su nombre indica, son enormes bestias de otro planeta, y por lo demostrado en Idolum, mucho más inteligentes que los pobres seres que habitamos nuestro patético planeta azul.

Una obra maestra. Única e irrepetible, tan sólo al alcanze de ellos mismos.