Ecos de una ciudad sumergida.

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sábado, 3 de diciembre de 2011

GIANT SQUID - Cenotes (2011)



Llega Diciembre, y con él los agobios por una lista de reseñas pendientes que este año ha adquirido unas dimensiones aterradoras. De hecho, con los discos que me quedan por comentar podría hacerme un Top de 2011 con el que muchos estarían de acuerdo sin echar apenas nada en falta. Decidido a cumplir con mis obligaciones autoimpuestas, comienzo el sprint final de cara al 31 de Diciembre, y qué mejor que con el nuevo trabajo que nos regalaron hace unos meses Giant Squid. La banda liderada por Aaron Gregory había dejado el listón en una marca insuperable con The Ichtyologist (2009), una joya inclasificable de rock/metal progresivo que alcanzaba la rarísima cualidad hoy día de sonar completamente diferente a cualquier otra banda (si exceptuamos a Grayceon, pero teniendo en cuenta que su líder Jackie Gratz Pérez también se encuentra aquí, no cuenta). Áquel era un disco muy especial, que además de unas composiciones soberbias, contaba con añadidos que lo redondeaban a la altura de poco menos que un clásico moderno, merced a una espectacular portada a cargo de Sam Keith (autor de cómics responsable, entre otros, de The Maxx y el tremendo Arkham Asylum: Locura) y a la colaboración de la insuperable voz de Anneke Van Giersbergen (en la preciosa Sevenspill). Con la nada fácil tarea de parir un nuevo álbum que inevitablemente sería comparado con The Ichtyologist, el ahora cuarteto (se mantiene el núcleo formado por Aaron Gregory, el bajista Bryan Beeson y la cellista Jackie Perez, con la incorporación de Scotty Sutton como batería) compuso Cenotes de nuevo con el productor Matt Bayles (Isis, Soundgarden, Mastodon, Pearl Jam) y un concepto temático que continuaba la senda abierta por su anterior trabajo.


Este concepto temático (la historia de un hombre que pierde su humanidad y debe aprender a sobrevivir en un mundo rodeado de mar) es lo único que une Cenotes con The Ichtyologist, pues los cambios que ha introducido la banda afincada en San Francisco en su sonido son considerables. Todo un acierto en mi opinión, ya que intentar alcanzar o superar lo que hicieron en 2009 era poco menos que un suicidio. Conscientes de ello, Giant Squid han hecho lo más inteligente (y valiente en este mundo lleno de grupos acomodados), que no es otra cosa que abrir una nueva senda a explorar con sus largos tentáculos, sin por ello perder ni un ápice de personalidad por el camino. Y es que en cuanto suenan las primeras notas de Tongue Stones uno ya sabe que se encuentra frente a un tema del cuarteto, pero cuando éstas se entrelazan y empiezan a dar forma a la composición esa percepción se une a la comprensión de que la bestia oceánica ha cambiado de colores. El primero de los cambios es el mayor peso del cello de Jackie Pérez Gratz, omnipresente durante todo el álbum y que le dota de un aura exótica muy cercana a los sonidos de Oriente Medio, confirmando a esta señorita como una de las grandes explosiones creativas de 2011 (no olvidemos que es la líder de Grayceon y responsable de la puta maravilla de disco que se han cascado este año). El otro gran cambio, y más importante, es el modo en el que se desenvuelven las progresiones de los temas, de una manera mucho más dinámica que en The Ichtyologist. Mientras que en aquél teníamos cortes como La Brea Tar Pits que incidían en un plúmbeo caminar, pesado e hipnótico, los cinco cortes que conforman Cenotes exhiben mucha mayor ligereza y dinamismo, sin que por ello Giant Squid pierda su capacidad evocadora. Si The Ichtyologist era la banda sonora de las profundidades y sus tesoros escondidos, Cenotes nos evoca batallas entre bestias marinas mitológicas, mostrando su esplendor en el encrespado oleaje de la superficie oceánica. A pesar de lo comentado el cuarteto sigue transmitiendo dureza y pesadez cuando quiere, merced a unas guitarras que golpean con fuerza y enseñan los dientes a capricho, así como un bajo abisal cortesía de Bryan Beeson. Sin embargo esa crudeza es ahora una herramienta utilizada para remarcar ciertos pasajes, y no tanto una constante en el sonido de la banda, sacrificio necesario para echar a nadar unos temas que gustan ahora de lanzarse en frenéticas exhibiciones natatorias. En el aspecto vocal tenemos de nuevo el maravilloso dueto entre Aaron Gregory (y sus similitudes en ciertos momentos con Serj Tankian) y Jackie Perez, aspecto éste que refuerza esa sensación de dinamismo que impregna Cenotes. Con un metraje de 35 minutos repartidos en 5 cortes podríamos hablar de un EP más que de un LP, pero son tantos los detalles y jugo que se le saca a este trabajo que esas consideraciones pierden todo sentido. Y es que aunque la música de Giant Squid seduce desde el primer momento, son necesarias muchas escuchas para captar todo el paisaje impreso en el enorme lienzo que conforma su propuesta, algo que ocurre también con Cenotes. Otra invitación a sumergirse en las fascinantes aguas de su colosal capacidad compositiva, que ante lo visto distan mucho de ir a secarse.


Sorprendente, enérgica e inteligente continuación de aquella obra maestra que fue The Ichtyologist. Cenotes es un álbum ágil como un mar encrespado, poderoso como una bestia marina de pesadilla y evocador como tan sólo lo puede ser el océano ante nuestros ojos anclados a la tierra firme. Giant Squid se reafirman como una de las bandas más especiales del panorama musical (por encima de etiquetas) actual.

NOTA: 9,5/10


5 comentarios:

J.M.B. dijo...
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J.M.B. dijo...

Lo tengo desde hace unas semanas esperando a darle al play y que me vuele la cabeza.

Un saludo

CV dijo...

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Jean dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jean dijo...

Hola, disculpa habrá forma de que vuelvas a cargar el disco? lo he buscado por mucho tiempo y ya nadie lo tiene, tengo todos los anteriores por si te interesan, los puedo subir, gracias