Yeah! Ya comienzan los sorpresones del año, aunque este en cuestión me ha tenido con la mosca detrás de la oreja un tiempo por su apariencia de hype. Pero que su debut haya sido editado por Seventh Rule Records (hogar de titanes como Batillus, Atriarch o Wetnurse) y que es uno de los discos más locos y adictivos que me he echado a la cara en mucho tiempo me han obligado a postrarme ante la grandeza de estos señores. Wizard Rifle es un jovencísimo dúo de Portland compuesto por el batería Sam Ford y el guitarra y vocalista Max Dameron, y llevan tres años dejando anonadado al personal con unos directos que por lo que se cuenta son poco menos que incendiarios, lo que les valió telonear (sin tener un solo disco en la calle!) a bandas tan dispares como Lightning Bolt, YOB, los noruegos Arabot o Agalloch. Su idea original era autoeditar Speak Loud Say Nothing, hasta que los excelentes ojeadores de Seventh Rule les hicieron una oferta que no pudieron rechazar...
Preparaos para la descripción de su música, porque es de lo más bizarro, y me apuesto mi negra alma a que no me creeréis hasta que lo comprobéis en persona. Veamos, una vez empapado bien a fondo de los 5 cortes que componen su debut os diría que he captado en la propuesta de Wizard Rifle las influencias del Remission de Mastodon, de los primeros Big Business, los riffs demoledores de Electric Wizard, ecos a Queens Of The Stone Age, al noise de Sonic Youth y a la maravillosa locura de Mike Patton. ¿Imposible, verdad? Pues no, y estos dos pirados demuestran que además pueden sacar temas redondos de todo eso. Eso si, si eres un purista de alguna de las bandas que he citado o de los géneros que representan, mejor deja de leer y olvídate de que Wizard Rifle existen bajo peligro de odiarlos con toda tu furia ortodoxa. Es complicado a su vez articular un análisis estructurado de un álbum como Speak Loud Say Nothing, pues sus temas son auténticas montañas rusas de decibelios, cambios de ritmo y transversalidad esquizoide, pero que como decía acaban por mostrar un gancho irresistible incluso en los cortes que no son tan redondos, que alguno hay. Y aún así, en esos momentos en los que ni ellos saben muy bien a dónde se dirigen, se las ingenian para sacarse un as de la manga en forma de riff ganador y tan sólo puede aplaudir mientras cabeceas incrédulo ante tanto talento sin filtro alguno. En el rincón de las victorias por KO absoluto están dos de sus temas centrales, Frazetta (si, dedicado al genial dibujante... como para no adorarles!) y Megatherium. El primero explota como si de unos Faith No More ultravitaminados se tratase, para ir ganando pesadez con los segundos y terminar con Max Dameron haciendo maravillosas e infecciosas diabluras con la guitarra. De 10! Megatherium hace honor a su nombre de coloso extinto, más de 7 minutos de épica combinada con puñetazos cavernícolas en forma de riffs absolutamente ganadores que pueden recordar a Big Business o Tweak Bird, con un Dameron de nuevo en un nivel ultraterreno. En el bando del KO técnico se encuentran Tears Won't Soften Steel y Nobody, con momentos de desconcierto absoluto rotos por fogonazos de una brillantez simplemente incomprensible. Pero si como ocurre en el corte inicial te enfrentas a una composición que te suena a Janes Addiction pegándole al math rock, pues que queréis que os diga, solo puedo aplaudir y reír a carcajadas mientras gozo como un enano. Mención aparte merece la labor de Sam Ford en los parches, mezcla de exhibición atlética y técnica desatada, una verdadera pasada. La única canción que no me acaba de convencer es Leathery Gentlemen, el tema que cierra el disco y cuyos diez minutos se me antojan algo tediosos y excesivos. Aún así, quien tenga cojones que intente algo como esto sin hacer el mayor de los ridículos. Wizard Rifle no lo hacen, y de hecho llegan a alcanzar el cielo por momentos, lo que sumado a que nos encontramos con un debut me hace salivar como un perro ante lo que este par de dementes nos pueden regalar en el futuro.
Locos, geniales y profetas del caos desatado, Wizard Rifle van camino de convertirse en una de las sensaciones de 2012. Capaces de moverse entre prácticamente todas las sonoridades conocidas a un mismo tiempo, en Speak Loud Say Nothing han dado el primer paso en lo que parece va a ser una carrera esquizoide hacia el triunfo. Yo ya me he rendido a sus delirios...
2 comentarios:
Definitivamente son una sorpresa, Chulthu...y muy grata!!! he escuchado los dos primeros temas y me ha enganchado. Habrá que ir encargando el vinilo, con esa portada!!!
Buenas Abbath! Me alegro que te hayan molado, la verdad que están muy locos,jaja Todavía no hay edición en vinilo, sólo en CD, así que tocará esperar un poco!
Un saludo crack!
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