ORTHODOX - Sentencia (2009)

Tracklist:

1. Marcha de la Santa Sangre
2. Ascensión
3. ...y la Muerte no tendrá Dominio.

Muy esperado ha sido este nuevo disco de los sevillanos Orthodox, y como nos tienen acostumbrados, vuelven a dar un nuevo giro radical a su sonido. En este caso, radical es una palabra que viene que ni pintada, ya que estamos ante un trabajo en el que se desprenden totalmente de los rasgos que les definían en su primer trabajo, Gran Poder. En todo caso, ahondan en los pasajes más experimentales del sensacional Amanecer en la Puerta Oscura, que copan totalmente los treinta y tres minutos y treinta y tres segundos de este Sentencia. Olvidaos de las guitarras, porque no las hay, y olvidaos de los dobles bombos, porque tampoco. Orthodox han descubierto que la música que más desasosiega no es la que más alto suena, sino la que te va cercando, te aprieta, y acaba por asfixiarte. Aquí bucean en lo más oscuro del imaginario religioso popular de sus tierras, y mediante el maltrato de cuerdas, instrumentos de viento y órganos de iglesia, nos invitan a un incómodo y perturbador viaje por la Andalucía profunda. Yo, que tuve el placer de criarme por aquellos lares, no puedo sino volver a estremecerme al escuchar la tétrica ...y la muerte no tendrá dominio, donde mis recuerdos retroceden a mi infancia, mis fosas nasales inundadas del olor a incienso, mientras plantado en mitad de una calle estrecha y desvencijada veo pasar la imagen de una procesión. La gente a mi alrededor llora, se cantan saetas desgarradas, y los costaleros gimen de dolor y cansancio bajo el paso. En mi mente de niño, aquellos momentos de catársis eran verdaderamente terroríficos, pero cada año volvía a aquella catársis colectiva, como obnubilado. Inicia el disco Marcha de la Santa Sangre, que viene a ser algo así como si Ennio Morricone hubiera compuesto la tonada de una marcha de Semana Santa, y que cumple la labor de introducirnos en el verdadero eje vertebrador y joya de este disco. Hablo de Ascensión, la monstruosidad de más de 25 minutos que nos asalta buscando directamente el cuello. Es un tema arisco, muy difícil, con infinidad de sonidos que se entrecruzan, que explotan por momentos, que en otros se convierten en saetas. Hablamos de música que exige un gran esfuerzo por parte del oyente, pero que si se lleva a cabo, puede reportar una de las experiencias más intensas a las que se puede enfrentar uno al escuchar un disco.

Para el oído más entrenado y experto, los ecos del rock progresivo andaluz de los años 70 están ahí esperándolo, y me juego mis discos de Slayer a que en casa de estos tíos no falta ni un sólo vinilo de Triana. Eso sí, todas las referencias que uno pueda sacar, retorcidas a través del bizarro prisma de Orthodox, lo que le da ese toque único y excepcional a todos sus trabajos.

En conclusión, estamos ante un trabajo, al menos para mí, inclasificable. Aquí ya no hablamos ni de post-metal, ni de free-jazz ni de música sacra. Hablamos de Orthodox, a los que hasta la etiqueta de vanguardistas se les queda pequeña.

PD: edita Alone Records, y la edición en vinilo diseñada por Walrus & Eggman con carpeta doble y portada de relieve es una auténtica obra de arte. Así que si disfrutas de este disco, la compra es casi obligada!!

Nota: 8,5/10

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Videoclip(tema en directo del disco Amanecer en Puerta Oscura)