Pues ya tenemos entre manos uno de los álbumes más esperados de este 2010. Y lo es por varias razones. La primera sería que se trata de una superbanda de dimensiones cósmicas, ya que la conforman (arrodillense todos...) a las voces Mikko Kotamäki (Swallow The Sun), en las guitarras Janne Perttilä (Moonsorrow) y Sami Yli-Sirniö (Kreator), al bajo Olli-Pekka Laine (Moonsorrow), al teclado Kasper Martenson (Venho) y aporreando los parches Marko Tarvonen (Moonsorrow). Como se ve, un auténtico All-Star, una unión de talentos que tendría que hacer sacar pecho a cualquier finlandés que se precie. Otro factor para que este lanzamiento fuera tan esperado es la calidad del EP sacado el año pasado, y que nos dejó a la mayoría babeando y con ganas de más. Hablo de Our Twilight, que aunque tan sólo se trataba de un avance, de una primera puesta en escena, nos enseñaba algunas de las cartas que conforman la baraja sonora de Barren Earth. Death melódico, rock progresivo, metal gótico e incluso folk se desplegaban durante los cuatro temas contenidos en el EP con una maestría realmente envidiable, dejándonos a todos con ganas de muchísimo más.
Pues bien, Curse Of The Red River está aquí y os aseguro que deja a Our Twilight a la altura del betún. No exagero si digo que nos encontramos ante uno de los álbumes del año, y por lo contenido en sus nueve temas, dudo que muchos discos consigan superar esta maravilla. Me alegraría mucho si así fuera, porque significaría que 2010 habría sido otro año enorme para el metal, pero ya repito que lo dudo mucho. Si un calificativo pudiera englobar Curse Of The Red River, ese sería belleza. Hablamos de un álbum predominantemente doom (al estilo finlandés, que esto no es Sleep...), y las voces de Mikko Kotamäki son lo brutales que acostumbra en Swallow The Sun, pero todo lo que rodea a la música, desde los teclados a las guitarras melódicas, pasando por las voces limpias del resto de miembros y acabando en el gusto por el rock progresivo de corte clásico hacen de este trabajo una auténtica preciosidad. El armazón de los temas se fundamenta sobre mastodónticos riffs y la poderosa fuerza vocal de Mikko, lo que nos hará recordar muy claramente a los citados Swallow The Sun e incluso a Novembers Doom. Pero esto son solo los cimientos, y el resto de la casa se va levantando a base de tirar de un eclecticismo que convierte a Curse Of The Red River, y por extensión a Barren Earth, en una de las fuerzas más importantes que el death melódico tiene en la actualidad. Porque que un animal de las seis cuerdas como Yli-Sirniö, que no olvidemos ha pateado los culos de medio mundo con los inconmensurables Kreator, se descuelgue con unos solos melódicos capaces de emocionar al más rudo metalero y además nos haga recordar a Pink Floyd o Jethro Tull a base de devaneos con el rock progresivo, es algo que no se ve todos los días. Todo aquí es magnificencia, épica, poderío. Algo que se ve muy favorecido por el juego vocal que hace Barren Earth durante todo el metraje del álbum, combinando fiereza y calma, guturalidad con limpieza, instantaneidad con épica colosal. Escuchen todo ello mezclado en esa belleza llamada Cold Earth Chamber y ya me dirán... O la manera de ir ascendiendo en fuerza de la final Deserted Morrows, un tema que comienza calmado pero en el que Barren Earth te acaban agarrando por el pescuezo y alzándote a los mismísimos cielos. También sabe la banda jugar con las atmósferas, siendo The Ritual Of Dawn el mayor ejemplo de ello, y que además cuenta con un solaco de guitarra de caerse de espaldas. No le tienen miedo ni siquiera a incluir solos de flauta, como en el corte inicial que da nombre al disco, y en el que se acercan al folk sin miedo y con unos resultados flipantes. Así hasta completar nueve temas (ocho nuevos más la inclusión de Our Twilight, que ya se encontraba en el EP) acojonantes, compactos, sin ninguna fisura. Nueve historias llenas de diferentes matices, desarrollos, pero con un nexo común que nos habla de genialidad y talento a raudales.
Por discos como éste merece la pena seguir interesándose por la música, así de claro. Para mí, y desde ya, indiscutible candidato al Top del año.
Pues bien, Curse Of The Red River está aquí y os aseguro que deja a Our Twilight a la altura del betún. No exagero si digo que nos encontramos ante uno de los álbumes del año, y por lo contenido en sus nueve temas, dudo que muchos discos consigan superar esta maravilla. Me alegraría mucho si así fuera, porque significaría que 2010 habría sido otro año enorme para el metal, pero ya repito que lo dudo mucho. Si un calificativo pudiera englobar Curse Of The Red River, ese sería belleza. Hablamos de un álbum predominantemente doom (al estilo finlandés, que esto no es Sleep...), y las voces de Mikko Kotamäki son lo brutales que acostumbra en Swallow The Sun, pero todo lo que rodea a la música, desde los teclados a las guitarras melódicas, pasando por las voces limpias del resto de miembros y acabando en el gusto por el rock progresivo de corte clásico hacen de este trabajo una auténtica preciosidad. El armazón de los temas se fundamenta sobre mastodónticos riffs y la poderosa fuerza vocal de Mikko, lo que nos hará recordar muy claramente a los citados Swallow The Sun e incluso a Novembers Doom. Pero esto son solo los cimientos, y el resto de la casa se va levantando a base de tirar de un eclecticismo que convierte a Curse Of The Red River, y por extensión a Barren Earth, en una de las fuerzas más importantes que el death melódico tiene en la actualidad. Porque que un animal de las seis cuerdas como Yli-Sirniö, que no olvidemos ha pateado los culos de medio mundo con los inconmensurables Kreator, se descuelgue con unos solos melódicos capaces de emocionar al más rudo metalero y además nos haga recordar a Pink Floyd o Jethro Tull a base de devaneos con el rock progresivo, es algo que no se ve todos los días. Todo aquí es magnificencia, épica, poderío. Algo que se ve muy favorecido por el juego vocal que hace Barren Earth durante todo el metraje del álbum, combinando fiereza y calma, guturalidad con limpieza, instantaneidad con épica colosal. Escuchen todo ello mezclado en esa belleza llamada Cold Earth Chamber y ya me dirán... O la manera de ir ascendiendo en fuerza de la final Deserted Morrows, un tema que comienza calmado pero en el que Barren Earth te acaban agarrando por el pescuezo y alzándote a los mismísimos cielos. También sabe la banda jugar con las atmósferas, siendo The Ritual Of Dawn el mayor ejemplo de ello, y que además cuenta con un solaco de guitarra de caerse de espaldas. No le tienen miedo ni siquiera a incluir solos de flauta, como en el corte inicial que da nombre al disco, y en el que se acercan al folk sin miedo y con unos resultados flipantes. Así hasta completar nueve temas (ocho nuevos más la inclusión de Our Twilight, que ya se encontraba en el EP) acojonantes, compactos, sin ninguna fisura. Nueve historias llenas de diferentes matices, desarrollos, pero con un nexo común que nos habla de genialidad y talento a raudales.
Por discos como éste merece la pena seguir interesándose por la música, así de claro. Para mí, y desde ya, indiscutible candidato al Top del año.
5 comentarios:
Jajaja, lo siento mucho Alexcore! Pero es que andaba emocionadísimo desde que lo escuché por primera vez...
le daré más escuchas porque me parece que se me escapa algo
leyendo las 2 criticas (la de alexcore y la tuya) siento como que se me ha escapado algo...
Parece que prometen! Haber que tal -Sir Cali-
Uf, esto es un discazo con todas las letras. Del mejor doom death que he escuchado en años, y además con un deje progresivo setentero muy puro, hermoso, a mí también me vino a la cabeza los Jethro Tull con esas flautas y esos desarrollos instrumentales. Un verdadero manjar, y coincido: desde ya candidato a lo mejor del año.
Creo que voy a necesitar de más escuchas, porque el disco se me ha hecho algo repetitivo a mitad de éste, pero cumple, y mucho. Si es que con esa formación, como para no hacerlo.
Un saludo.
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