
Ya vuelvo por estos lares tras estar alejado del blog más de lo que me hubiera gustado. La fiesta ha sido más destructiva de lo que servidor esperaba, y ya mañana toca de nuevo engalanarse para acudir al concierto de
Pendejo. Qué se le va a hacer... En todo caso, lo importante es que tengo tiempo para comentar un nuevo álbum. Y nada más y nada menos que lo último de las leyendas del metalcore
Starkweather. No os echéis las manos a la cabeza, porque hablo de ese género que sacudió

buena parte de la década de los noventa a base de intensidad, fuerza y propuestas tremendamente innovadoras en muchos casos. Hablo de bandas como
Botch, Converge o
Integrity, esenciales para comprender la música de aquella época. Pues bien,
Starkweather entrarían dentro de este selecto grupo. Formados en 1989, su carta de presentación fue el imprescindible
Crossbearer (1991), pilar fundamental del hardcore crossover e influencia irrebatible del 99% de bandas que más tarde se adscribirían al género. Cuatro años después llegaría el también brillante
Into The Wire, tras lo cual el grupo se separaría durante diez años antes de reaparecer en 2005 con el monumental
Croatoan. En su línea de formación poco prolífica, hemos tenido que esperar cinco años para ver la continuación de aquel y el álbum que tenemos hoy entre manos,
This Sheltering Night. Y en mi opinión, es una espera que ha valido la pena.

Porque estamos ante el mejor álbum de la banda desde
Crossbearer. Continuando la línea abierta con
Croatoan, donde los pasajes de progresiva oscuridad y el acercamiento al ambient de tintes más siniestros enriquecían enormemente la propuesta de
Starkweather, los norteamericanos han pulido los numerosos matices de su personalísimo sonido para parir un trabajo al que solo se le puede calificar de excelente. Muy cercanos al
Jane Doe de
Converge y transitando los parajes habitados por
Integrity, estas similitudes son normales teniendo en cuenta que hablamos de bandas seminales en el metalcore y que durante años se han retroalimentado mutuamente. Si una palabra pudiera (que no puede) describir lo que transmite
This Sheltering Night, esa sería intensidad. Porque ya desde ese comienzo brutal con
Epiphany, la descarga de energía que dispara el cuarteto es de las que dejan sin aliento. Cambios de ritmo, dejes jazzísticos, solos de infarto, y la voz de
Rennie Resmini. Ya sabíamos de la esquizofrénica interpretación vocal de este señor, pero la colección

de enfermizos registros que alcanza en
This Sheltering Night te pondrá los pelos de punta. La adición de intros ruidistas entre algunos de los temas pondrán a prueba los nervios del oyente, con la clara intención de que este sea un álbum que te haga sudar, que te obligue a prestarle atención a pesar de que todas tus alarmas internas te avisen de que estás ante algo peligroso y dañino. Se antoja complicado resaltar una aspecto del disco que pueda ser extrapolado como referencial al conjunto, ya que la versatilidad y la variedad de elementos que se conjugan aquí es mareante. Un gran ejemplo de ello es
All Creatures Damned And Divine, toda una orgía de matices con la voz de
Resmini como guía de un viaje a los abismos de la locura. Guitarras que gritan con furia antes de languidecer entre lamentos, solos de otro planeta, y una sección rítmica donde destaca la batería de
Harry Rosa, que lleva a cabo una demostración de técnica abrumadora, solo al nivel de su desequilibrio mental. No esperéis en este trabajo nada parecido a
Hatebreed, porque la inmediatez no entra en el vocabulario del cuarteto de Filadelfia, y sí un marcado gusto por las progresiones. Si a un grupo actual se les pudiera asemejar, ese sería
Between The Buried And Me, aunque al lado de
Starkweather, los de Carolina del Norte parecen un combo pop. No os voy a engañar,
This Sheltering Night es un disco áspero, denso, difícil. Un álbum al que hay que prestarle atención y esforzarse por desentrañar sus múltiples colores, que por otro lado son infinitas variaciones del negro y el gris. Sin embargo, como las cosas importantes de la vida, puede que duelan y demanden sacrificio, pero una vez superado el trauma, devienen en experiencias únicas y que nos hacen crecer como individuos.

Todo esto y más es
This Sheltering Night. Un álbum que trasciende su formato musical para mutar en experiencia vital. Un recordatorio de que el metalcore, en buenas manos, es toda una bomba de relojería. Para amantes de
Swans, Voivod y
Converge por igual. Ahí es nada.
3 comentarios:
Me alegra saber que aún sigues vivo. Espero que tras el concierto de Pendejo vuelvas con más fuerza que nunca (tomándote un pequeño descanso, claro xD).
Últimamente tengo el ordenador que me va como una escopeta de feria, así que este disco tendrá que esperar para darle la escucha. Pero vaya que con gusto lo haré.
Un saludo.
Escuchado. Tengo que darle más escuchas, pero las partes progresivas que meten están cuanto menos curiosas. No es fácil de pillarle el punto, pero este disco encierra algo muy gordo.
Un saludo de nuevo.
Es verdad lo que dices respecto a que no es un disco sencillo. Ya lo comentaba en la reseña, pero merece la pena sumergirse en el, porque a medida que se van sucediendo las escuchas, surge un disco inmenso.
Un saludo y gracias de nuevo por tus comentarios!!
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