Ecos de una ciudad sumergida.

Translator / traducteur / übersetzer / traduttore...

martes, 5 de enero de 2010

OVERKILL - Ironbound (2010)


  1. The Green And Black
  2. Ironbound
  3. Bring Me The Night
  4. The Goal Is Your Soul
  5. Give A Little
  6. Endless War
  7. The Head And Heart
  8. In Vain
  9. Killing For A Living
  10. The SRC
Bueno, pues ya tenemos aquí uno de los discazos del 2010, y eso que acabamos de empezar. En un momento en que decenas de jóvenes bandas vuelven a reivindicar el thrash metal como una fuerza a tener en cuenta, los padres del asunto se niegan a cederles el paso del todo, y a puro de discazos siguen reclamando el altar del género como suyo. Ya lo hicieron Exodus en el 2004 con ese impresionante Tempo Of The Damned, y hace poco Testament sacaron esa maravilla que era The Formation Of Damnation (2008). Pues bien, aqui están Overkill con un pedazo de álbum que desde ya se convierte en uno de los mejores de su carrera, y en todo un clínic para los jóvenes de cómo hacer Thrash, con mayúsculas.

Siempre fueron los norteamericanos una de las bandas más infravaloradas del panorama metálico, a pesar de ser uno de los creadores de todo esto, y a parir obras maestras como The Years Of Decay (1989), Horrorscope (1991) o el más reciente Killbox 13 (2003). Siendo sinceros, Overkill nunca han grabado malos discos, pero estos entraron de lleno en el Hall Of Fame del Thrash Metal gracias a la mezcla magistral que el quinteto hacía (y hace) del thrash, speed y las más que evidentes influencias de la NWOBHM. Una de las grandezas de este disco es el equilibrio que la banda ha conseguido entre todas las fases y momentos que ha tenido su sonido. Los fans de toda la vida se correrán de gusto con los trallazos que son Endless War, In Vain o The SRC. Velocidad inmensa, heavy metal y Dave Linsk y Derek Tyler sacando fuego de sus guitarras. También encontramos momentos de etapas más modernas, representados a la perfección por Give A Little, con unos coros tremendos, en la que probablemente es una de las canciones más comerciales (bien entendido el calificativo) que han grabado nunca. El tema que da nombre al disco es otro de los puntos álgidos, con momentos que recuerdan a los Exodus más en forma junto a pasajes más calmados que hubieran firmado en su momento los mismísimos Metallica. No sé, la verdad que podría babear sobre el teclado mientras disecciono cada tema, pero creo que es mejor disfrutar de este discazo y punto, y que cada uno tenga erecciones a su modo, porque eso si, aseguro que con este Ironbound las váis a tener.

Una puta maravilla de disco. Y es que el thrash, tocado por maestros en estado de gracia, es algo inconmensurable. Hostia puta.

No hay comentarios: