Ecos de una ciudad sumergida.

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miércoles, 27 de enero de 2010

THE ANGELIC PROCESS - Weighing Souls With Sand (2007)


  1. The Promise Of Snakes
  2. Million Year Summer
  3. The Resonance Of Goodbye
  4. We All Die Laughing
  5. Dying In A-Minor
  6. Weighing Souls With Sand
  7. Mouvement - World Deafening Eclipse
  8. Burning In The Undertow Of God
  9. Mouvement - The Smoke Of Her Burning
  10. How To Build A Time Machine
Es complicado describir este disco con palabras, no hemos refinado tanto nuestro lenguaje escrito al punto de poder explicar con él experiencias del calibre de Weighing Souls With Sand. Además, se une a ello que nos encontramos ante el que fue el último álbum de la banda, pues al poco de editarse aconteció el suicidio de K. Angylus (voz, guitarra, batería y teclados). Y teniendo en cuenta que The Angelic Process era una formación bicefálica (el otro miembro era MDragynfly, encargada también de las voces y teclados, además de tocar el bajo), ese hecho trágico supuso el final de la formación. A sus espaldas dejaron cinco álbumes y un legado único, especial, inimitable. Una carrera fundamentada sobre una pasión desaforada, libre de ataduras, que a la postre consumió al eslabon más débil de la cadena, un Angylus devorado por sus propios demonios.

Lo primero que a uno le viene a la mente al escuchar Weighing Souls With Sand, si hemos conseguido terminar el disco de un tirón, es la certeza de que no es un álbum que uno vaya a escuchar muy a menudo. Y si lo hace, sería una señal alarmante acerca de su estado anímico. De todas formas, estas sensaciones que transmiten son algo curioso, porque no lo hacen de una manera evidente, y de hecho podemos decir que el sonido de The Angelic Process es una excepción dentro del drone. Allí donde grupos como Sunn O))) tiran de atmósferas depresivas y buscan el desasosiego del oyente, el duo norteamericano se decanta más por la épica y la melodía, con voces limpias y unos teclados maravillosos. De hecho, tan sólo las guitarras ultra-distorsionadas nos emparentan directamente al grupo con el género. Pues a pesar de ello, la sensación de tristeza y melancolía que te dejan al acabar de oír el álbum es abrumadora, como si el vacío respirara a través de tus pulmones. Todo en el disco es pasión y sentimientos descarnados gritados a la inmensidad fría del espacio, un lamento que se expande buscando hacer llorar a las mismas estrellas. Y a pesar de lo desgarrado de estos sentimientos, el disco es bello, precioso, transmitiendo la paz del que sabe que la muerte es el único descanso verdadero, y la busca porque ya ha aceptado su destino. Las influencias que podemos captar son muy diversas, y pasan de grupos arquetípicos del drone como Sunn O))), Jesu o Nadja, al post-rock de Sigur Ros, pasando por pioneros del shoegaze como My Bloody Valentine. La música que el matrimonio dejó inmortalizada en este trabajo gira constantemente en una espiral expansiva, que aún moviéndose en círculos cada vez abarca más y más espacio, hasta que tan sólo queda un eco incrustado en el cerebro, que ya jamás te abandona. El comienzo con The Promise Of Snakes ya te suelta un puñetazo en el estómago, y cuando te encuentras pálido por el impacto, despliega una épica que atrapa todos los sentidos. A partir de ahí, son muchas las emociones que afloran durante el transcurrir del álbum. Desde la profunda depresión de Dying In A-Minor, la emoción pura de The Resonance Of Goodbye a la melancolía y tristeza de The Smoke Of Her Burning. La producción es todo un ejemplo de cómo bordar un disco saltándose cualquier convencionalismo. Pasando de técnicas tradicionales y producciones comerciales, The Angelic Process dan toda una lección de cómo no hay nadie como uno mismo para completar una obra, y sinceramente dudo mucho que ningún productor de campanillas hubiera hecho un trabajo mejor con el sonido de Wheighing Souls With Sand, básicamente porque nadie lo hubiera hecho con tanta pasión como el matrimonio. Todo suena perfecto, intenso, descarnado, justo como debe sonar la depresión de un hombre que se dirige de frente a su aciago final. Nunca un testamento fue tan conmovedor.

Un trabajo desgarrador, y con una fuerza y capacidad de sugestión que sumergirá tu corazón en hielo puro. Y, desgraciadamente, una obra maestra irrepetible.

3 comentarios:

Lolo dijo...

por algun lado lo habia visto colgado, pero tras la reseña lo descargo a ver
gracias tio

Soulkiller dijo...

Me gusta, sobre todo los primeros temas. Esta gente los había oído mencionar en reiteradas ocasiones, pero nunca me había puesto a escuchar su música. Hoy ha sido una buena ocasión para hacerlo.

Un saludo.

Soulkiller dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.