Joder, que añito, no nos está dando ni un momento de descanso. Pero bueno, si es a base de discazos como lo está haciendo, no podemos quejarnos. De nuevo tengo que agradecer a Soulkiller y a su estupendo blog The Tomb Of God que me pusiera sobre aviso de la salida de este álbum, y su reseña sobre el mismo no hizo sino ponerme los dientes aún más largos. Porque hablamos de lo nuevo de Melechesh, uno de mis grupos fetiche y a los que ya rendí tributo en los comienzos del blog cuando hablé del tremendo Emissaries (2006). Formados en 1993 en Jerusalén, hay que decir que ninguno de sus miembros es nacido en la tierra sagrada de los judíos, ya que Ashmedi (guitarra, voces) es armenio, Moloch (guitarra) es asirio/palestino, Xul (batería) es alemán y sinceramente, ni puta idea de dónde es su nuevo bajista Rahm, pero me apuesto mi alma inmortal a que tampoco es de aquellas tierras. Su música ha sufrido una tremenda metamorfósis a lo largo de los años, y al black metal de sus inicios se le han ido sumando otras influencias, que van del thrash al death melódico, sin que se nos olvide probablemente la más importante, que es la adición de melodías e instrumentos del folclore de Oriente Medio. Tanto es así que es común oir hablar de la música de Melechesh como Mesopotamian Black Metal. También difieren de otras bandas blackers por la temática de sus letras, que ignoran las proclamas anti-cristianas y el paganismo nórdico para centrarse en ahondar en la historia, mitos y leyendas de las primeras civilizaciones de nuestra especie, como la mesopotámica o la babilónica.
Para empezar he de decir que The Epigenesis no alcanza la grandeza de los dos grandes trabajos de Melechesh, Sphynx (2003) y Emissaries (2006), verdaderos pepinazos de black/thrash que te volaban la cabeza cuando introducían esas inconfundibles melodías orientales. Pero del mismo modo, personalemente es un disco que me está encantando y, lo más importante, me llena de esperanza por el futuro del cuarteto. Me explico: con The Epigenesis los israelís han intentado crear un disco mucho más variado que sus antecesores, introduciendo desarrollos más complejos y bajando notablemente el pie del acelerador, lo que se traduce en un menor peso de las influencias del thrash metal en su música. También aumenta el peso de los sonidos folclóricos de la mano de una mayor variedad de instrumentos tradicionales, como es el caso del yayli tanbur turco, el Azeri Tar azerbayano, el baglama saz propio de las culturas otomanas y persas, el sitar indio y el santur persa. La introducción de esos instrumentos alcanza su máxima expresión en los dos fantásticos cortes instrumentales del álbum, When Halos Of Candles Collide y The Greater Chain Of Being, que acompañadas de una percusión espectacular devienen en momentos llenos de belleza y misterio, especialmente a nuestros oidos occidentales. El resto de temas mantiene esas estructuras marca de la casa en las que los fogonazos black metaleros juguetean con cambios de ritmo y escorzos guitarrísticos poseidos del espíritu del folclore primigenio de Oriente Medio, mientras la agresiva voz de Ashmedi le grita al cielo buscando la comunión con los dioses y antepasados de aquellas primeras civilizaciones del hombre. Grandes ejemplos de esto los encontramos en temas como Grand Gathas Of Baal Sin o Mystics Of The Pillar. La genial Sacred Geometry nos hace recordar la tremenda y bailable Gyroscope de su anterior álbum, Emissaries. Sorprende además por la adición de unos coros con aire muy heavy metal que le da un toque muy, pero que muy épico a la canción. Durante todo el trabajo se hará evidente, a pesar de que los ataques black siguen ahí (Defeating The Giants),que la banda ha buscado (con éxito) alcanzar un sonido de metal orgánico, alejándose de las etiquetas. Las similitudes en cuanto a evolución con los griegos Rotting Christ son más que evidentes, y se nota en Melechesh la misma tendencia a situarse en un sonido menos deudor de sus orígenes y, por qué no decirlo, mucho más accesible (en el mejor de los sentidos). No es casualidad que ambas formaciones se dispongan a girar juntas los próximos meses. Sin embargo, donde en el caso helénico podemos hablar de un cambio completamente finalizado amén de una de las bandas más tremendas del metal actual, en el caso de Melechesh todavía podemos hablar de una travesía que aún no ha llegado a puerto, con todo lo que ello conlleva. Este hecho se nota en una pérdida de pegada a causa de esa concentración en mimar unos sonidos y texturas de corte más expansivo que van en detrimento del gancho con que se nos presentaban anteriormente. A pesar de todo esto, el cuarteto israelí sigue siendo una de las pocas bandas que puede presumir de una personalidad propia y única, además de lo loable que es que una formación con los discazos que estos señores tienen a las espaldas se atrevan, sin ningún tipo de miedo, a explorar senderos nuevos en vez de sentarse a vivir de las rentas o clonarse a sí mismos en cada nuevo lanzamiento.
Resumiendo, The Epigenesis es un disco excelente, aunque no alcance la genialidad de sus dos predecesores. Sin embargo, el futuro de Melechesh brilla con fuerza en el horizonte y es que no hay que olvidar que muchas veces, para dar un gran salto, hay que dar un pequeño paso atrás para coger impulso.
3 comentarios:
Un señor discazo como la copa de un pino, simple y llanamente. No creo que pueda decir nada más que no haya dicho ya en mi blog. Gracias por citarme en tu prestigioso blog una vez más, oh señor de los vastos océanos, me alegra saber que le haya ayudado a saber de la existencia del disco.
Y prepárese, porque tengo un as en la manga para mañana que quizás también le vaya a llamar mucho la atención.
¡Un saludo!
Excelente aporte! Muy currado el post!
Un 10 sin dudarlo!
Agregado a seguidores!! Porfavor checkea mi cuenta!
Interesado en cambio de material?
melechesh es una de las mejores bandas del black metal tiene un buen nivel de musica uno de sis dejores albunes "Emissaries"
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