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Hoy toca centrar la mira en una banda que o mucho me equivoco o se va a convertir en una de las grandes sorpresas del año, y al menos por mi parte pasan a integrar el grupo de formaciones a seguir muy de cerca en un futuro próximo. Kabul Golf Club es un cuarteto belga de noise-rock formado en 2010 y cuyos miembros proceden de bandas como The Powerkrauts, Enemy Of The Sun, Kindred y The Rott Childs. Le Bal Du Rat Mort (2012, Uproar For Veneration) está producido por Micha Volders (El Guapo Stunt Team, Vermin Twins) y grabado en una toma de de directo (!!!) en Septiembre de 2011.
No estoy seguro de qué es lo que me deja más anonadado, si el nivel espectacular de los 5 cortes que componen Le Bal Du Rat Mort o que hayan sido capaces de capturar tan acojonantemente bien esta oda a la esquizofrenia en una toma de directo. Centrándonos en su propuesta, Kabul Golf Club vendrían a ser la banda más pinchada en las discotecas si viviéramos en un mundo mejor... y más loco. Partiendo de los omnipresentes (cuando nos metemos en estos lares) postulados de los seminales Shellac, los belgas despliegan un noise-rock preñado de post-hardcore y cuya principal virtud son unas dinámicas epilépticas cargadas a la par de locas melodías y abrasividad como lija del 10. Al igual que contemporáneos como The Dillinger Escape Plan, Botch o The Blood Brothers, Kabul Golf Club centran sus esfuerzos en potenciar y retorcer unas dinámicas aparentemente anárquicas y desquiciadas pero que acaban tejiendo un todo coherente y sorprendentemente adictivo. Imposible no mover pies y cabeza con el gancho contundente de la inicial Bits Of Freedom o alucinar en colores con la inventiva guitarrera y los efectos electrónicos de Minus 45. La interpretación vocal de Florent Pevee se mueve siempre por los abrasivos terrenos del hardcore, lo que ayuda a completar la imagen mental de que uno se encuentra ante una máquina venida del futuro para pulverizar todos nuestros centros nerviosos y articulaciones, ayudada por espasmódicas e hirientes composiciones como Fast Moving Consumer Goods o 5 Minutes 2 Midnight. La sección rítmica no se queda atrás en cuanto a virtudes, destacando un bajo demencial con el volumen al 10 que en la final Demon Days amenazará incluso con resquebrajar las vigas maestras de tu edificio. Respecto al sonido, pues simplemente postrarme a los pies tanto de Kabul Golf Club como del productor Micha Volders por ser capaces de capturar el sonido de directo con este nivelazo.
Le Bal Du Rat Mort es una de las grandes sorpresas del año, y estoy convencido de que su amalgama de noise, post-hardcore y contundencia metálica va a dar mucho que hablar, al igual que unos Kabul Golf Club que se erigen como una de las bandas más prometedoras del género.
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