- Pilgrimage
- Unitive Knowledge Of The Godhead
- Bhima's Theme
- Pilgrimage (Reprise)
Otro de los discos que más me han impactado esta década. Sinceramente, no esperaba mucho tras la desbandada de Sleep, y equivocadamente tenía la certeza de que sus miembros habían alcanzado el cénit creativo con las obras maestras que parieron en aquella época. Por fortuna, una vez más mis prejuicios e ideas preconcebidas se mostraron erróneos. Por un lado, Matt Pike sacudió el mundo con sus atronadores High On Fire, como si de unos Motorhead metalizados se tratasen, lanzando discazo tras discazo. Y en el otro lado de la balanza, tanto musicalmente como filosóficamente, aparecieron Om, en los que la ex-sección rítmica de Sleep daban rienda suelta a su lado más espiritual y minimalista, ahondando en un drone ( propuesta musical basada en sonidos que se mueven en círculos) de un cariz tremendamente luminoso. Y entre las tres obras que hasta día de hoy han facturado (Conference Of The Birds, Pilgrimage y God Is Good), destaca con luz propia este Pilgrimage.
En un primer punto, Pilgrimage supone una profundización de los elementos que ya se intuían en Conference Of The Birds. El edificio sonoro (sería más acertado llamarlo templo) de Om se fundamenta en estructuras tremendamente simples, repetitivas, pero que alcanzan profundidades sorprendentes, y cargadas con un ritmo y melodía nada común en el género. Todo esto viene aderezado por la inclusión de elementos de claras reminiscencias religiosas, como los coros que nos recuerdan a monasterios cristianos, pero que a su vez suenan como hipnóticos mantras deudores de los postulados religiosos orientales. Y este es otro de los puntos clave de Pilgrimage, pues tanto Al Cisneros como Chris Hakius muestran claramente aquello que se intuía en su paso por Sleep. Y no es otra cosa que su profunda religiosidad, o siendo más certeros, espiritualidad. Todo en este disco rebosa de amor y respeto por Dios (como concepto más que adscrito a ninguna religión oficial), algo que es aún más evidente en su último trabajo, con el significativo nombre de God Is Good. Supongo que echará para atrás a los más rudos metaleros pseudo-satánicos, pero eso es problema suyo, y por prejuicios infantiles se perderán el disfrute de una obra clave en la música de esta década que nos acaba de dejar. Y es que un trabajo como Pilgrimage, cargado como está de honestidad e infinita libertad creativa, no puede ser juzgado con argumentos tan pueriles. En lo musical, suena como si Al Cisneros intentara descubrir la divinidad a través su bajo. Porque es ese instrumento el que cimenta el sonido de Om, y con tan sólo cinco notas. Cinco notas que Cisneros retuerce, expande, y en las que ahonda sin cesar, como buscando el patrón oculto que subyace en la música. Pilgrimage, el tema con el que abren y cierran el álbum, es un tema calmado, lento, que invita a la meditación, probablemente la canción más espiritual que han compuesto jamás. En Unitive Knowledge Of The Godhead el sonido se endurece, y la sección rítmica despliega sus alas. De nuevo el bajo de Cisneros cobra el mayor protagonismo, sonando gordísimo, como en sus mejores tiempos en Sleep. Pero a su vez, toda esa energía potencial fluye encauzada por riveras muy marcadas, impidiendo el encabritamiento o desborde de ese cauce. Bhima's Theme es la mejor expresión del lado minimalista de la banda. Un tema musical que enfoca su fuerza en la repetición de esquemas, y en el que aparecen unos bellos coros y escucharemos a Cisneros repetir la misma palabra una y otra vez, Lazarus. Todo un mantra cristiano, si señor.
Pilgrimage es un álbum que se distancia de cualquier etiqueta. No es metal, pero tampoco es rock, y a pesar de todo, ni de lejos estamos ante una bizarrada sacra al estilo de Orthodox. Es la música de dos genios locos en la búsqueda de Dios. Para los que somos ateos, todo un acierto, porque significa que podremos disfrutar de muchos más discos de la banda en su infructuosa travesía. Y si todos son como este Pilgrimage, bienvenida sea la locura.
En un primer punto, Pilgrimage supone una profundización de los elementos que ya se intuían en Conference Of The Birds. El edificio sonoro (sería más acertado llamarlo templo) de Om se fundamenta en estructuras tremendamente simples, repetitivas, pero que alcanzan profundidades sorprendentes, y cargadas con un ritmo y melodía nada común en el género. Todo esto viene aderezado por la inclusión de elementos de claras reminiscencias religiosas, como los coros que nos recuerdan a monasterios cristianos, pero que a su vez suenan como hipnóticos mantras deudores de los postulados religiosos orientales. Y este es otro de los puntos clave de Pilgrimage, pues tanto Al Cisneros como Chris Hakius muestran claramente aquello que se intuía en su paso por Sleep. Y no es otra cosa que su profunda religiosidad, o siendo más certeros, espiritualidad. Todo en este disco rebosa de amor y respeto por Dios (como concepto más que adscrito a ninguna religión oficial), algo que es aún más evidente en su último trabajo, con el significativo nombre de God Is Good. Supongo que echará para atrás a los más rudos metaleros pseudo-satánicos, pero eso es problema suyo, y por prejuicios infantiles se perderán el disfrute de una obra clave en la música de esta década que nos acaba de dejar. Y es que un trabajo como Pilgrimage, cargado como está de honestidad e infinita libertad creativa, no puede ser juzgado con argumentos tan pueriles. En lo musical, suena como si Al Cisneros intentara descubrir la divinidad a través su bajo. Porque es ese instrumento el que cimenta el sonido de Om, y con tan sólo cinco notas. Cinco notas que Cisneros retuerce, expande, y en las que ahonda sin cesar, como buscando el patrón oculto que subyace en la música. Pilgrimage, el tema con el que abren y cierran el álbum, es un tema calmado, lento, que invita a la meditación, probablemente la canción más espiritual que han compuesto jamás. En Unitive Knowledge Of The Godhead el sonido se endurece, y la sección rítmica despliega sus alas. De nuevo el bajo de Cisneros cobra el mayor protagonismo, sonando gordísimo, como en sus mejores tiempos en Sleep. Pero a su vez, toda esa energía potencial fluye encauzada por riveras muy marcadas, impidiendo el encabritamiento o desborde de ese cauce. Bhima's Theme es la mejor expresión del lado minimalista de la banda. Un tema musical que enfoca su fuerza en la repetición de esquemas, y en el que aparecen unos bellos coros y escucharemos a Cisneros repetir la misma palabra una y otra vez, Lazarus. Todo un mantra cristiano, si señor.
Pilgrimage es un álbum que se distancia de cualquier etiqueta. No es metal, pero tampoco es rock, y a pesar de todo, ni de lejos estamos ante una bizarrada sacra al estilo de Orthodox. Es la música de dos genios locos en la búsqueda de Dios. Para los que somos ateos, todo un acierto, porque significa que podremos disfrutar de muchos más discos de la banda en su infructuosa travesía. Y si todos son como este Pilgrimage, bienvenida sea la locura.
3 comentarios:
Oh, Om! Este disco lo tuve, lo perdí y no lo volví a encontrar (soy de los que aún escuchan los discos en soporte CD, grabados). Uno de los más grandes discos que conozco para "dejarse llevar" sin objetivo ni meta, con o sin ayudas químicas, una especie de proceso de depuración mística de los propios SLEEP llevados a un nivel casi ritual, pero a la vez intimista.
Muy buenos, sí señor, y aprovecho para felicitarte por el blog: gran selección, calidad y comentarios.
Chapeu!
Oh! Pues debió ser una gran pérdida, porque es un discazo...
Me alegro que te guste el blog, muchas gracias!!
Pues sí, un disco como la copa de un pino, aunque todos los de Om son la hostia. Normal siendo banda de Al Cisneros.
Un saludo.
Publicar un comentario